13.6.05

TROFEO DE LA AMISTAD

Hemos celebrado por tercer año consecutivo el Campeonato Nacional de la ANPEJ

El pasado domingo 5 de junio celebramos en el Polideportivo Municipal Javier Castillejo de Parla una nueva edición del Trofeo de la Amistad de yudo de la ANPEJ (Asociación Nacional de Profesores y Entrenadores de Judo). Es el tercer año consecutivo que este campeonato nacional de la ANPEJ se celebra en Parla y cada edición hemos conseguido un mayor número de participantes y, lo que es más importante, de clubes interesados. En esta ocasión los clubes participantes fueron:

Asociación de Yudocas y Deportistas de Acción Social, AYUDAS (Madrid)
CD Alterna de Parla
Club Corredor del Henares
Colegio Nuestra Señora de la Merced (Madrid)
Colegio Ramón Carande (Torrejón de Ardoz)
Escuela Municipal de yudo de Ajalvir
Escuela Municipal de yudo de Daganzo
Escuela Municipal de yudo de Parla
Escuela Municipal de yu-yitsu de Parla
Gimnasio Olimpia (Logroño)
IES Las Américas de Parla
Kensington School


En total una docena de clubes que aportaron 213 yudocas a las 16 categorías en que se dividió la participación (incluyendo la de mini-benjamines). Hubo participantes desde 3 años de edad, hasta casi 30. Y lo más importante, como en las tres ediciones anteriores, ni el más mínimo percance.

Al final encabezó la clasificación el Gimnasio Olimpia de Logroño, seguido por la Escuela Municipal de Parla y por la Asociación de Yudocas y Deportistas de Acción Social de Madrid (AYUDAS)

Algunas novedades

Por primera vez en este trofeo de la Asociación Nacional de Profesores y Entrenadores de Judo (ANPEJ) se dio entrada a yudocas con más de 17 años de edad. A primera hora de la mañana se enfrentaron en dos liguillas (una de ligeros y otra de pesados), aguerridos yudocas (y yu-yitsucas) de diferentes procedencias. Los encuentros fueron de alta calidad y muy disputados, auque ninguno de los contendientes agradeció “el madrugón”. Al final, el riojano Chema, pese a ser uno de los más ligeros, se alzó con el triunfo, derrotando en la final al torrejonero Alán Abial. La experiencia resultó muy positiva y se espera pulir la idea para sucesivas citas estimulando a estos yudocas a participar en la cita. Por eso, desde estas líneas agradecemos mucho la participación de estos deportistas, algunos de los cuales sólo llevan unos meses practicando nuestro deporte. Es el caso de Eduardo Villoria, que a punto estuvo de plantarse en la final, de Rubén Pinto, de Pablo Martínez y de Jesús Robledo (a la postre tercer clasificado).
En el resto de categorías los encuentros se fueron sucediendo con tanta pasión como deportividad. Los mayores madrugaron más, para permitir a los más pequeños acudir más tarde al Pabellón Municipal Javier Castillejo. Es la forma de no hacer madrugar a los pequeños yudocas. Además, al convocarse a diferentes horas, al acabar cada una, los participantes pueden salir del polideportivo, marcharse a sus casas o a donde les plazca y regresar para la comida de confraternización, si lo desean. Es la forma de que cientos de yudocas realicen un campeonato en el que se les garantiza participar al menos en dos encuentros. Por otra parte, los padres tuvieron ocasión de ver evolucionar a sus hijos en los diferentes calentamientos que se organizaron en cada tanda de yudocas. De esta manera lo largo que se haga el encuentro sólo lo sufren los profesionales de este deporte (los profesores y entrenadores), mientras que los deportistas y sus familiares quedan liberados de permanecer horas y horas en el recinto, al modo en que ocurre en cuanto organiza la federación de yudo. Por otra parte, los padres no suelen enterarse de casi nada de lo que ocurre en el tatami, lo que les suele hacer poco menos que insoportable el acudir a este tipo de citas. En cambio, en Parla, se repartieron cientos de boletines con información sobre el desarrollo de este Trofeo de la Amistad, así como con otros aspectos de nuestro singular deporte.

Cada uno a su hora

Cada categoría fue convocada a una hora diferente, cumpliéndose con cierto rigor los horarios anunciados. Lástima que en el pabellón se llegaron a registrar temperaturas altísimas. Pese a todo, en cada categoría se fueron repartiendo los premios y regalos de forma que quienes acababan su participación podían salir del pabellón para tomar el aire o marcharse si tenían algo mejor que hacer.
Además, en cada categoría se comenzaba la participación con un saludo tradicional y un calentamiento que incluía exhibiciones para que los espectadores pudieran comprobar la evolución de nuestros yudocas. Los calentamientos estuvieron dirigidos por los profesores de las escuelas municipales de Ajalvir y de Parla, Javier Linger (4º Dan) y Wladimiro Martín (5º Dan). Hay que agradecer, también, la colaboración de los profesores José Luis Balda y José Luis de Antonio, que arbitraron sin descanso los cientos de encuentros que se hubieron de disputar. Esta es una costumbre que siempre se ha mantenido en la ANPEJ: la de que cada club participante aporte al menos un árbitro. En Parla siempre se ha cumplido y jamás hubo motivo de queja.


Los deliciosos “mini-benjamines”

En la última tanda, la de los yudocas de menos edad, se tuvo ocasión de ver a jovencísimo yudocas, que, pese a su corta edad, evolucionaron con normalidad junto al resto de sus compañeros. Una pareja de yudocas (Rocío y Dani) procedentes del club Corredor del Henares hicieron las delicias de los espectadores. Entre los dos juntaban apenas siete años.
En esta categoría, a pesar de que algunos padres no parecen acabar de entenderlo, los encuentros se solucionaron de forma menos oficial que en el resto de categorías. El objetivo es no someter a presión ambiental a yudocas de apenas cuatro o cinco años de edad. Para ello, un nutrido grupo de profesores de larga experiencia subieron con ellos al tatami y organizaron encuentros entre los más afines. Al final, a todos se les entregó una medalla de regalo, pese a que los más eficaces fueron recompensados con la medalla “oficial” del campeonato. Además, todos se llevaron una bolsa con un libro del Pirata Garrapata, un zumo de naranja y un bollo.


Montañas de premio para todos

En la categoría de los benjamines, también se obsequió a los participantes con un libro de la misma serie de aventuras infantiles. Además, a estos pequeños yudocas se les entregó un llavero de metal con el escudo del Ayuntamiento de Parla. Este mismo obsequio lo recibieron todos los demás participantes y profesores.
En total se repartieron 150 llaveros, 70 medallas y 180 invitaciones para la piscina, todo ello por gentileza de la Delegación de Deportes del Ayuntamiento de Parla, que también cedió las instalaciones para la celebración de este campeonato. Además, la organización (que corrió a cargo de la Asociación de Yudocas y Deportistas de Acción Social, AYUDAS), distribuyó 150 libros de aventuras infantiles, 100 bollos, 100 zumos (en “brick” pequeño), 40 raciones de ensalada de arroz, 20 litros de refrescos, dos melones y una sandía.
Al final, tras la disputa de encuentros, hubo ocasión de refrescarse mientras se reponían fuerzas. Como es habitual en este encuentro, desde que se celebra en Parla, los deportistas pasaron a congregarse en torno a la mesa. En el merendero de la piscina municipal se organizó una comida de confraternización a la que acudieron competidores, entrenadores, técnicos y familiares, creándose un ambiente extraordinario. Lo que lamentamos es no poder ofreceros las imágenes por un problema técnico (se estropeó la tarjeta de memoria de la cámara digital). Pero os podéis hacer una idea: ¡FUE UN DÍA GRANDIOSO!

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