28.6.05

VI. La ceremonia de nombramientos

Los maestros salieron sin ninguna premura del pabellón, por lo que nuestros aplausos hubieron de prolongarse varios minutos. Los brazos acusaban los esfuerzos y el simple hecho de mantener los aplausos fue otra dura prueba más. No sería la última.

Antes de que pudiéramos relajarnos, se nos indicó que el maestro Hamada quería hablar con nosotros. Pregunté a Kim si era necesario cambiarse de ropa o calzarse y me indicó que no. Como vio que salía corriendo a acudir a la cita con el maestro, me retuvo, mientras me indicaba que hiciera a mis compañeros seguirme. Así lo hice y salí muy rápidamente de la gran sala del pabellón en dirección al vestuario que habían utilizado los maestros. No era allí la cita; nadie me lo había indicado. Pero enseguida nos indicaron que pasásemos a un a gran habitación contigua. Afortunadamente tenía aire acondicionado que reconfortó mucho nuestros cuerpos. El maestro felicitó el espíritu que había visto en nosotros y recomendó hacernos merecedores de los grados alcanzados (aún estaba por verse quienes lo habían alcanzado). Cuando llamó al primer alumno que había conseguido el “sho-dan” de yu-yitsu, el muchacho no tuvo más ocurrencia que levantar la mano y decir “aquí”, o algo parecido. El maestro le mandó volver atrás dos veces. Su enojo fue en aumento y acabó saliendo de la sala dando instrucciones a su secretaria. Kim explicó que muchos alumnos del maestro Hamada no tienen la fortuna de estar tan cerca de él como estábamos nosotros. Nos recordó que debíamos sentirnos muy afortunados por recibir de manos del maestro nuestros grados y explicó que al ser nombrados debíamos manifestar nuestro orgullo contestando desde el sitio con una profunda reverencia. Tras eso había que acercarse a él volver a repetir el saludo y una vez en línea con los otros tres alumnos nombrados volver a repetir el saludo. Todo eso lo escuchamos en posición firme, posición en la que debimos permanecer cerca de tres cuartos de hora. Cuando por fin volvió a la sala el maestro, se cumplió con el resto de la ceremonia de nombramientos. Yo conseguí mi “Outstanding Instructor Award” de la División Internacional de la DNBK, como figura en la bandeja con la insignia de esta organización, que ha pasado a figurar entre mis más preciados trofeos.

Salimos del polideportivo a las 18:30 horas. Sólo tuvimos diez minutos de descanso que yo aproveché para comer una palmeritas de chocolate y beber casi un litro de agua.

1 comentario:

  1. me ha encantado el relato que has hecho de dicha reunion . yo que estuve , creo que no ha exagerado nada . Fue un seminario muy intenso y especial . por cierto veo que eres tan buen narrador como judoca. un abrazo muy fuerte . y aunque parezca ñoño me he emocionado recordando el evento atraves de tus palabras.

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