8.12.06



A Rafa se le comentó que había una reunión familiar para ultimar detalles de las vacaciones de Navidad. Le extrañó el salir en una noche de jueves, pero no puso reparos. Bueno, alguno puso. Con su proverbial puntualidad, no consintió en dar el rodeo que le proponía Puri, para dar tiempo a que llegaran todos los comensales. De este modo, nada más salir del gimnasio acudió al restaurante convenido y allí encontró a parte de su familia que siguió con el engaño. Luego se tropezó con Samuel y otros yudocas y pensó que se habían citado, por casualidad, en el mismo local. Poco después vio pasar a dos de los más jóvenes alumnos y entonces le pareció, todavía ajeno a la sorpresa, que el local se había convertido en centro de atracción para los yudocas y que Samu, seguramente, era el que había inducido a los jóvenes a salir esa noche. Pero, poco después, salió del local y se encontró a varias decenas de alumnos, algunos de los cuales hacía tiempo que no veía. Fue un gran momento y, sólo entonces, descubrió el motivo de la cita.




No hay comentarios:

Publicar un comentario