28.1.07

Liga Femenina y Concentración Urbana



Tuvimos un nuevo fin de semana pleno de actividad en cuanto al yudo se refiere. Nuestra ‘infantil’ Sonia Sieiro estuvo concentrada con la flor y nata del yudo madrileño, en las instalaciones del CSD. Ya sabéis que en estas concentraciones, los infantiles y cadetes acuden el sábado por la mañana y se quedan todo el día juntos, trabajando, comiendo y compartiendo buenos momentos unidos por su deporte favorito. Luego, al día siguiente, también pasan la mañana del domingo entrenando. Para algunos padres, además de ser un orgullo que sus hijos participen en estas concentraciones, también es una auténtica ‘tregua’. Y es que hay adolescentes y adolescentes… En fin, sobran comentarios.

En la mañana del domingo, se celebró una nueva jornada de Liga. En concreto se desarrolló la segunda jornada de la Liga Femenina. Y allí que nos presentamos a ver cómo evolucionaban las jovencitas del Yudo R. Ortega. No podemos más que volver a felicitar a todo el equipo por su actitud, deportividad y nivel de entrega. Pese a que la media de edad de este equipo estará en los 16 años, no por ello dejaron de vender caro su pellejo (valga la expresión) frente a equipos muy duros y repletos de veteranas muy experimentadas. En cuanto a Yaiza Martín, que forma parte de este prometedor equipo, tenemos que reconocer que no tuvo un gran día. Son cosas que pasan en la carrera de cualquier deportista y, tanto más, a estas edades. No pudo aportar ninguna victoria al equipo, que, no obstante, ganó dos encuentros y perdió otro. Un buen bagaje para un equipo de buenas yudocas que aún siguen afinando su programa técnico de yudo mientras sus ruvales parecen no tener ya nada que aprender (peor para ellas).

Además, antes de la participación de las chicas, el equipo Yudo R. Ortega masculino disputó su segunda jornada en la Segunda División. En lo que les pudimos ver estuvieron excelentes, con mucha bravura y, sobre todo, dando muy buenas dosis de yudo de alta escuela. Qué delicia ver trabajar al incombustible Ángel Oteo, que se permite el lujo de no entrenar (no puede por el mucho trabajo que tiene) y marcar ipones a sus rivales de todos los colores y formas posibles. Viéndole, parece que el yudo es sencillo ¿y no lo es acaso?












¡Vaya recital de Ángel Oteo! ¿No os parece?

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