28.11.07

Una campeona de yudo quiere desarrollar una Fundación para ayudar a los niños


AYUDAS, que nació con vocación social y de ayuda, sobre todo, a los niños, aplaude iniciativas como la que acabamos de conocer. La fenomenal yudoca argentina Daniela Krukower quiere levantar una fundación para ayudar a los niños a través del yudo. Ojalá que encuentre el dinero que necesita para su proyecto

En 1981, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) recomendó la práctica de yudo para los niños de hasta 14 años. Lo hizo basándose, en síntesis, por la formación física y la divulgación de valores integrales que proporciona nuestro deporte.


Recientemente, la campeona del mundo (Osaka 2003) Daniela Krukower ha decidido desarrollar esta idea de transmisión de valores y, para ello, anda desarrollando una Fundación sin ánimo de lucro, para que niños en situación de riesgo se formen con el yudo y, en definitiva, para ayudarles en la vida.


Aplaudimos la idea y os facilitamos el enlace a la página de la campeona argentina que señala que su idea es “enseñar judo por su armonía y porque hace hincapié en los valores de la humildad y el respeto, ya que para poder aprender, necesitas de un compañero".


La fenomenal yudoca se preguntaba en una entrevista realizada en el diario CLARIN "¿por qué siempre se piensa en deportes convencionales, como el fútbol?” Y la propia Krukower se contestaba: “aquí se podría imitar el modelo de Brasil, donde sacan a los chicos de las favelas para aprender yudo. Si bien en Argentina no es tan popular, mi pequeña meta es ayudar a que se desarrolle".

Cuestión de pesossss


Para organizar una Fundación, se necesita una inversión inicial de 12.000 pesos. Daniela no los tiene pero confía en encontrar patrocinadores o inversores. "Salvando las distancias, me gustaría hacer lo que hace Ginóbili: atrae por su nombre y recauda en eventos especiales para ayudar a los chicos".

Ajedrez y tango

Para la campeona argentina el yudo es una mezcla de una partida de ajedrez y un baile de tango.
La yudoca explicó que le ofrecieron mucho dinero para volver a representar a Israel, pero tuvo razones para no aceptarlo. "Yo no practico el judo para volverme rica, sino porque me gusta. Argentina es el país que abrió las puertas a mi sueño", explicó la que también fue medallista de bronce en los últimos Panamericanos.


Daniela sonríe hoy más que nunca, porque hace una semana consiguieron acabar con los alambres que duraron 52 días en su boca, por una fractura de mandíbula sufrida en el Mundial de Río de Janeiro. "En Brasil me dijeron que no era nada y acá me lo detectaron enseguida y me trataron bárbaro", explicó, mientras insistía en que “tengo el deber de difundir mi deporte y sé que es factible hacerlo".

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