25.5.09

Sonia Sieiro se colgó el bronce en el Campeonato de España

Sonia Sieiro acaba la temporada con broche de oro. La parleña se ha colgado el bronce en el Campeonato de España recién celebrado en Alicante, en el coqueto Centro de Tecnificación en el que habitualmente juega el Lucentum (de basket) y que, por cierto, está a punto de conseguir el ascenso a la Liga de Honor.



El sorteo quiso que Sonia tuviera un encuentro previo, frente a la representante de Castilla la Mancha. Pese a saltar al tatami muy nerviosa y con mala cara, se acabó imponiendo por ipón en suelo. Inmovilizó a su rival y parecía que iba soltando los nervios y cogiendo confianza. Su segundo encuentro hizo que midiera sus fuerzas a las de la catalana Paula Ruiz a la que también acabó inmovilizando. Sin embargo, el entrenador se había desgañitado desde la grada. Había algo que no salía como era de esperar. Todo el trabajo de las últimas semanas parecía no haber dejado sedimento. Sonia seguía buscando su agarre de un saltito, no funcionaba el circuito de mano derecha a derecha y luego la izquierda a la espalda. No funcionaba el efecto de okuri, siempre en paso adelante y nunca entrar directo el uchi-mata. De hecho, Sonia no conseguía aplicar ni uno sólo de sus movimientos de cadera y, para colmo, tampoco encontraba el camino de su seoe de derechas. Pero la yudoca de Parla seguía ganando confianza y eso, de momento, era un imperio.



La primera dificultad seria

El tercer encuentro, le llevó a la madrileña a enfrentarse a la representante Navarra. Todo parecía ir un poco mejor hasta que Sonia contra-atacó un movimiento de su rival con un fenomenal tani-otosi. Los árbitros se tiraron (una vez más) al terreno de la lucha; el que toca con la espalda en el suelo…pierde. El gesto de Sonia fue clarísimo y su movimiento contundente, pero hay modas que no pasan. El uasari subió al otro lado del marcador premiando a la que había sido derribada y castigando un gesto eficaz, pero de una llave que no debe de estar en el gokyo de la mayoría de los árbitros. Empezamos a estar hasta las patillas de este temita, pero seguiremos trabajando en ello. Si los brutos son pesados, tendremos que ser más perseverantes aún (no nos conocen todavía). Seguiremos machacando al Charlie (nuestro amigo-saco) hasta que el taniotosi lo acabemos machacando al pobre saco y retorciéndonos en el aire como en yokoguruma (otra técnica que sólo algunos árbitros incluyen en su reducido gokyo).



La cosa se puso muy fea y hubo que renunciar a muchos argumentos sofisticados. Era hora de sacar raza y arriesgar y, ahí, Sonia es especialista. Sometió a su rival a una autentica persecución y empezó a notarse que la pasaba por encima. No obstante, pese a que Sonia se tiró casi dos minutos como una auténtica metralleta, lanzando ataques y más ataques, su rival no fue avisada ni una sola vez de su actitud defensiva y ultra-pasiva. Otro obstáculo.



Sonia descubrió, cuando más falta hacía, que sí había hueco por el lado contrario y acabó aplicando un seoenague que transformó en movimiento de cadera por la derecha y que supuso su primer ipón en pie. Las cosas se arreglaban y Snia accedía al encuentro del pase a la final, tras haber ganado sus tres primeros encuentros por ipón. Su rival sería la riojana que encabezaba el ranking y llegaba la ocasión que tanto habíamos esperado a lo largo de toda la temporada; la de medirse con la mejor (sobre el papel).



La favorita es la favorita; todo para la favorita
(a su rival… ni agua)

Sabíamos que si la riojana marcaba iba a practicar su famoso yudo de no atacar, de tirarse al suelo, de destruir agarres y de dejar pasar el tiempo, el resto del combate. Sabíamos que mientras no llevase ventaja en el marcador entraría movimientos de hombro tirándose al suelo y sabíamos que se podrían contrarrestar. Sabíamos que Sonia ya hizo abandonar en suelo a la riojana (a principios de temporada, aunque fue tan poco noble que no lo reconoció) y que habría alguna oportunidad de aplicar alguna estrangulación, cosa que Sonia hace con cierta facilidad. Y así fue… pero los árbitros nos volvieron a premiar (con el premio del castigo). La riojana se tiró al suelo y Sonia paró el ataque, se montó a caballo y rodó para apretar fuerte, tras conseguir okuri-eri-yime. La sorpresa es que el árbitro dio yuko y que, encima, la riojana consiguió rodar hasta fuera del tatami. Los árbitros (otra moda) deberían saber que para estrangular, es conveniente, muchas veces, rodar al adversario. Y que éste gesto no es continuidad del atacante. Debieran apreciar mejor de cómo lo hacen cuándo ha habido interrupción, porque dan ventajas en multitud de casos en que existe clamorosa parada o interrupción del ataque. Pero, claro, como lo que hay es un analfabetismo bestial en ne-uasa, se creen que el segundo, el tercer y hasta el cuarto tirón del que está a cuatro patas se debe interpretar como que sigue el ataque. Es alarmante el desconocimiento de yudo-suelo del estamento arbitral que va a acabar convirtiendo nuestro noble deporte del ceder para vencer en una estúpida lucha libre (con perdón, que la lucha es bien noble) practicada por luchadores con chaqueta y pantalón de algodón. El yudo es algo más.



La cosa se ponía muy fea, porque, efectivamente, la riojana dio muestras de que empezaba con su famosa actitud de no arriesgar lo más mínimo. Entonces Sonia se puso a tope, como ella sabe hacer, atacando en cada instante en que era posible y sin dar un paso atrás. Sabíamos que había que arriesgar y así se hizo. Pero ni siquiera sospechábamos que el favoritismo se tradujera en una especie de Visa de la pasividad. No se amonestó a la riojana ni una sola vez pese a que sólo hizo dos ataques reales en todo el combate. Tampoco fue sancionada cuando se tiraba de rodillas de frente, hasta en dos ocasiones, en claros gestos de falso ataque. Para colmo, en la única ocasión e que entró un seoe nague, Sonia se montó demasiado rápido sin detener el movimiento y fue rodada (esta vez ninguna queja) cayendo de costado.



La desventaja era ahora de dos yukos. Sonia conseguía tira de morros al suelo a su oponente. Cabía esperar que se confundieran y dieran yuko (esa es otra moda; la de dar yuko cuando un yudoca cae de morros, pero estiradito). En eso no cayeron los árbitros, la favorita era la que caía; cuidado con equivocarse. Por fin; a falta de medio minuto Sonia consigue un yuko. Quedaba tiempo… Quedaba tiempo para asistir al bochornoso espectáculo de ver a una muchacha de 15 años corriendo como un conejo por el tatami, saliéndose de sus lindes, perseguida por una yudoca de 14 años castigada por árbitros que la debieron ver demasiado valiente como para reflejarlo en el marcador.



El combate decisivo de nuestra yudoca debió acabar, como mucho en tablas, a la espera de resolverse en la prórroga (técnica de oro). Lo de yudo que hubo fue yuko contra yuko (y, por supuesto, motivos para haber llevado a la riojana hasta el tercer sido). Se nos escapó, de esta manera, la ocasión de ir al Campeonato de Europa. Pero había otro problema, si cabe, mayor. En unos minutos Sonia se habría de jugar el ‘to be or not to be’ del campeonato. Estaba en final de repesca y con la moral bien baja.




Un bronce con sabor a oro


Sólo uno minutos después de haber sufrido la tremenda decepción de quedar fuera de la final con un arbitraje demasiado inclinado, había que olvidar y mirar hacia delante. De eso también tenemos noticias; ya nos hemos cansado de recordar hasta la extenuación que somos humildes. Es decir, que sabemos lo que significa caer, pero también lo que significa levantarse y estábamos en el momento de levantarnos.



A pesar del tremendo desgaste de los dos últimos encuentros en que Sonia había hecho un auténtico derroche de casta y un generoso esfuerzo vaciándose al máximo, Sonia salió a por todas.



Su rival parecía comprender que estaba ante una ocasión única de ganar a la campeona del Ranking madrileño y empezó precavida, pero activa. Llegó incluso a anticiparse a Sonia en sus ataques, cosa que no puede decir cualquiera. Pero la castellano-leonesa no calculó bien. Seguramente su nobleza (que la tuvo) no fue suficiente para sorprender a Sonia que consiguió contra-atacar el gesto de su oponente con una gran siega y marcar su segundo ipón en pie en el campeonato. El ipón nos hizo estallar de alegría y comprender que al fin y a la postre nos marcharíamos con reconocimiento (medalla). Este deporte (y muchos otros más) es tan injusto que si no sacas medalla pasas al anonimato.



Lo fenomenal de todo este corolario de acontecimientos es que la fortuna se nos vino de visita. Lo malo es que llegó un poco tarde, pero cuando la fortuna te visita siempre tienes que estar agradecido, aunque hay sido a última hora. Tras la decepción de no haberse metido en la final por muy poquito, llegó la sorpresa de verse favorecida por otros resultados y comprobar que se metía de nuevo en la Selección Nacional. Sonia Sieiro, con os puntos que coge en este Campeonato de España sube un puesto y pasa a ocupar la segunda plaza de su categoría y peso, superada sólo por la riojana de la que, cada vez, está más cerca. Para colmo, hay que volver a recordar que Sonia se ha estado enfrentando a rivales de 16 años (15 la mayoría) cuando ella aún tiene 14 (y no cumplirá los 15 hasta la próxima temporada). Precisamente, habíamos diseñado nuestro trabajo para que esta temporada Sonia disfrutase mucho y cogiera máxima experiencia sin renunciar a dar la campanada y así ha sido. Estamos muy felices y queremos tomar un respiro para disfrutar de este pequeño éxito que hacemos extensivo a toda nuestra Asociación de Yudocas y Deportistas (AYUDAS). Pero, también tenemos que reconocer que hemos regresado de Alicante dándole vueltas y vueltas a muchas cosas.





El profesor Wladi está muy satisfecho de la temporada que estamos acabando, pero no acaba de comprender la desgana de algunos muchachos en momentos puntuales (sí), pero, cada vez más abundantes. El hecho de que nos confesemos humildes no esconde que tenemos carácter ganador. Esto debe de servir de reflexión y ya avisamos que no vamos a detenernos en festejos más allá de lo imprescindible para disfrutar, coger aire y seguir hacia delante (siempre hacia delante). Tenemos que corregir muchas cosas, tenemos que reforzar el circuito de agarres para no recurrir al peligrosísimo saltito. Hay que reforzar el seoe de derechas para no tener que transformarlo en movimiento de cadera y (menos aún) para no tener que recurrir al manido y bochornoso movimiento de arrastre con rodillas en suelo. Tenemos que seguir madurando el programa de barridos y las combinaciones para permitir que e pie de apoyo vaya a su sitio y que garantice el éxito del uchi-mata. Hay tanto trabajo por delante que acabamos de conseguir una medalla y ya estamos pensando en lo que vamos a poder progresar el próximo curso (no hay quien nos entienda).



Pero también pensamos en el grupo. Pensamos que esta medalla individual tiene que venir a recompensar a todos. Viene a premiar a los compañeros de Sonia que aceptan compartir con ella esfuerzo y dedicación (unas veces con resignación y hasta dolor, aunque casi siempre placenteramente). Pero también es momento de reflexionar en lo que se añade y en lo que se resta. A Sonia no le gusta nada trabajar con el Charlie… casi se va del campeonato por la puerta de atrás si llegan a dar ipón en la famosa contra en que no giró para caer sobre su rival. A Sonia le gusta mucho charlar en las clases con su amiga Lidia y eso la hace poco participativa, poco esforzada… y se quedó sin fuerzas en el pase a la final frente a la riojana. Tal vez pudiera haber llevado un puntito por encima su preparación física si su nivel de entrega en las clases hubiera excluido el charlar cuando se pide máxima velocidad en una serie de uchi-komi, por ejemplo. Y todo esto es extensivo… Lidia, por ejemplo, debería aprovechar su amistad con Sonia para subir su nivel de yudo y no para lastrar el progreso de su amiga a costa de charlar más. Seguro que tienen más lugares que el doyo para ello. También tienen que valorar los que renuncian a determinados esfuerzos en las clases que el hacerlo de modo sistemático es frenar el desarrollo.



Siempre hemos apostado por la calidad antes que la cantidad. Eso encaja con otro de nuestros pensamientos, en la línea de las ‘4 emes’ (entrenar mucho, comer mucho y dormir mucho, además de estudiar mucho). El estudio es lo primero; solemos recordar a nuestros alumnos. Ellos, que son listísimos aunque a veces el rendimiento escolar no lo refleje, llegan a aducir que no pudieron acudir a un entrenamiento un sábado o un domingo por estar preparando un examen. Y nosotros que no somos tan listos como ellos, pero sabemos más por viejos que por diablos, nos preguntamos qué oposición a juez estará preparando un adolescente para no poder salir de su casa una horita a ejercitar sus músculos.



En fin, que estamos de celebración y no queremos dar más caña, que nos sale, enseguida, la viborilla y ya bastante hemos sacudido a los pobres árbitros, que parece que tenemos fijación con ellos y también tenemos claro que abundan los buenos, pero sólo hablamos de los menos buenos y de cuando se equivocan… ¡sorry, little sorry! Nosotros hablábamos de que ya estamos pensando en progresar, seguro que ellos también, como todos nuestros lectores (que no son sólo los amigos… ¡cosas de la vida!)



Nos vemos en los tatamis (buen lugar, por cierto, para seguir en eso del progreso y del crecimiento personal).















Cto. España Sonia Sieiro


1 comentario:

  1. Felicidades Wladi !!!!
    Felicidades a ti , a Sonia y a todos los compañeros que la habeis ayudado a llegar tan alto.

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