15.12.09

Completísimo fin de semana



  • Entrenamiento federativo con diez yudocas de AYUDAS
  • Las benjamines quedan quintas en la Final Autonómica (Peralta)
  • El equipo cadete masculino 5º en la Final del Peralta
  • El juvenil Sergio Cortés debutó en la Previa del Campeonato de Madrid 'Senior'

Menudo fin de semana hemos tenido. Nos hacía falta quitar el mal sabor de boca que nos había dejado el anterior. Ya hemos explicado, más abajo, lo mal que lo hemos pasado con la lesión de Itziar en Totana.


No se nos ha dio todavía la desagradable sensación, pero vemos que nuestra fenomenal cadete va aceptando su situación y, parece, que dentro de lo malo, las cosas evolucionan favorablemente.


El caso es que el sábado hemos tenido mucha actividad. Nada menos que un entrenamiento federativo, la participación de nuestras estupendas mangas rojas en el Peralta y la del equipo cadete en la misma final autonómica por equipos. Vamos por partes, porque, además, el domingo tuvimos representación en la Fase Previa del Sector del Campeonato de España absoluto.


Por la mañana teníamos cita en el ‘doyo nacional’ como nos gusta llamarlo a nosotros. De 9:30 a 11:30 se desarrollaba un nuevo entrenamiento federativo dirigido por los maestros Rafael Ortega y Manuel Jiménez. Menos mal que cada vez tenemos más aliados, amigos e incondicionales. En esta ocasión, pudieron desplazarse hasta las instalaciones del Consejo Superior de Deportes una decena de deportistas de nuestra Asociación (AYUDAS). Pese a que el profesor Wladimiro tuvo problemas (mecánicos) para llegar a la hora, el maestro Rodolfo se encargó de trasladar a algunos de nuestros muchachos, mientras otros acudían en el coche de sus padres. Pese a todo, el profesor hizo acto de presencia y pasó al tatami. No era para menos. La ocasión era especial. Había que felicitar a nuestros amigos Manuel Jiménez, que acaba de conseguir el 8º Dan y a su fiel ayudante, el maestro Ricardo Albitos, que conseguía el 6º Dan.

Con el tiempo justo para ducharse atendimos a nuestras benjamines que llegaban muy excitadas y contentas a participar en la Final Autonómica del Campeonato por equipos ‘Trofeo Memorial Peralta’.


El equipo benjamín queda 5º en la Final Autonómica


Lo pasamos en grande con las dicharacheras ‘mangas rojas’ que nos representaron en el Trofeo Memorial Peralta. Ya sabéis que se trata del campeonato por equipos que organiza la Federación Madrileña de yudo para recordar al yudoca Vicente Peralta, hijo de nuestro amigo y veterano yudoca del mismo nombre, fallecido hace ya más de veinte años en accidente (atropellado por un tren) cuando era un niño y prometedor yudoca. Lo recordamos porque nadie lo hace y son muchos los que ignoran aquella tragedia.

También tenemos que recordar que nuestras benjamines lograron calificarse para esta Final Autonómica tras quedar sub-campeonas en Madrid (Capital).


Nos las vimos con un equipo que sólo contaba con tres integrantes y vamos a extendernos en lo sucedido por lo inusual que les parece a quienes no nos conocen. La cosa tiene su miga y creemos sinceramente, que dejamos, de nuevo el sello de nuestra casa.

Como digo, al tener nosotros el equipo completo y nuestras rivales la ausencia de dos integrantes, bastaba con ganar un encuentro para pasar ronda. Pero la cosa estaba complicada. Si nuestras niñas son excelentes yudocas, también lo eran sus rivales. Naira hizo un trabajo fantástico, pero acabó perdiendo. luego saltó a la cancha Noemí y, a las primeras de cambio, cayó derribado con fuerza. El árbitro central paró inmediatamente y llamó a los dos jueces de silla. En apenas unos segundos decidieron descalificar a la rival de Noemí. La niña del Okinawa había realizado una acción incorrecta que el reglamento contempla como falta grave. Había barrido la pierna de apoyo de Noemí, desde su espalda, poniendo en riesgo la pierna de nuestra yudoca.


Nos pareció que estábamos en otro mundo. La niña descalificada no había hecho más que realizar un acto casi reflejo. En todo caso, nos pareció increíble descalificar a una niña de ocho o nueve años en cinco segundos de encuentro. Nos aproximamos al otro entrenador que aguardaba muy educado a ver la posibilidad de hacer un comentario al árbitro.


Desde hace muchos años venimos peleando lo indecible por imponer un reglamento adecuado a la edad de los concursantes, lo mismo que peleamos por que cada yudoca tenga un programa técnico acorde a su edad. Explicamos que en el reglamento de niños siempre se ha considerado más el valor formativo y didáctico de un encuentro que cualquier otra cosa. Le insistimos en hacer reflexionar a los árbitros en que primero se debe explicar al niño cuál es la incorrección que comete y, luego aclararle que si no sigue las indicaciones del árbitro tendrá que ser sancionado. De ese modo, el árbitro se convierte para el niño en un profesor que le está indicando cómo debe actuar y sólo recibe sanción por no obedecer al árbitro-profesor y no por cometer una falta contemplada en un reglamento que no tiene por qué conocer de modo exhaustivo. A esto se le llama pedagogía.

Estuvo bien nuestra intervención porque fue la que originó que el árbitro central consultara con el encargado de arbitraje. Tampoco éste quiso actuar taxativamente y expresó ciertas dudas. Acabó cogiendo un resumen del reglamento infantil y consideró que no estaba mal la actuación de los árbitros, pero que se podía reanudar el encuentro dando la explicación pertinente a la niña para intentar que no volviera a cometer aquel acto ‘punible’ y con algún riesgo.


Lo curioso de todo esto es que como llevamos la voz cantante en todo el proceso, hubo un momento en que el responsable de arbitraje pensaba que éramos nosotros los que habíamos perdido el encuentro y reclamábamos por ver si había oportunidad de reanudarlo y buscar un resultado más favorable.


Algunos aún no saben que no acudimos a este tipo de encuentros a ‘ganar’ sino a seguir formando a nuestros yudocas. Algunos no saben que para nosotros es más importante mantener una conducta acorde a nuestros principios que conseguir un resultado, siempre efímero, sea cual sea. Algunos deberían empezar a conocernos como Yudocas (con mayúscula, por favor) y no como competidores o cosas raras que se llaman entre sí los que no son capaces de reflexionar de vez en cuando.


Nos mostró mucha gratitud el entrenador del equipo rival, que acabó ganando al nuestro y subiendo al podio. Les felicitamos y nos alegramos, tanto de su triunfo como de la gratitud en reconocimiento de nuestro gesto. Declaramos, desde aquí, que siempre defendemos a nuestros yudocas, pero que una cosa es defender y otra educar. Nunca vamos a tomar ventaja de un error, ni de un descuido, ni mucho menos de algo que nos parezca injusto. Que no cuenten con nosotros para enseñar pillerías a niños de 9 años, ni para erigirnos en modelos de dudosa conducta para nuestros jóvenes.


Lo importante en este relato era no dañar a una niña, que podía salir muy frustrada de un torneo de yudo (tan frío y exigente, las más de las veces) fuera del club que fuera (aunque no fuera del nuestro).


Lo importante en este relato es que si pedimos a nuestros yudocas que observen el principio del Sita Kyoei, tenemos que dar ejemplo sus mayores para que vean lo poco que cuesta y lo efectivo que es eso del ‘mutuo beneficio’.

En definitiva, ahora que un Premio Nobel es capaz de subir a recoger su prestigioso galardón haciendo apología del belicismo, sin siquiera ruborizarse, conviene que siga habiendo pequeños gestos para que nuestros niños, jóvenes y adolescentes tengan confianza en su porvenir. Hay que empezar a darse cuenta de la responsabilidad que cada cual tiene y de la importancia de nuestro comportamiento; el de todos. Si los políticos han caído en el descrédito generalizado, si los maestros empiezan a sentirse burócratas del dictado y de la escritura sobre la pizarra, si hasta duda de la imparcialidad de los jueces, de la honestidad los que organizan nuestra vida social, alguien tiene que guardar cordura. Ese alguien somos nosotros, los que hacemos sociedad, los que seguimos apretando las mandíbulas para salir adelante sea cual sea el escudo del partido político que forma Gobierno. Tenemos que ser las gentes sencillas las que actuemos como corresponde a un pueblo sabio y de la Historia del nuestro. No hablamos de paparruchas contaminadas por los medios de comunicación, que en definitiva mandan dos o tres grandes grupos de mensajes (los de los dos o tres grandes grupos empresarios que los sustentan). No hablamos de patriotismo ni de nacionalismo, sino de cordura. No hablamos de derechas ni de izquierdas; tampoco de centro ni de arriba ni de abajo. Hablamos de coherencia.

Por centrarnos en lo importante (es ironía) diremos algo más sobre nuestra participación en la Fase Final del Peralta. Pero lo vamos a hacer, como en otras ocasiones, de manera esquemática, resaltando lo que más nos gustó y lo que nos gustó poco o nada.


NOS GUSTÓ MUCHO, MUCHO, MUCHO

  • La magnífica actitud de nuestras pequeñas yudocas

  • El consejo del maestro Rafael Ortega que acudió a saludarnos: tenéis que divertiros mucho cuando llegue vuestro turno

  • El espíritu de solidaridad entre las niñas. Arancha abrazó a Ariadna cuando supo que gracias a ella habría un nuevo encuentro y ella (que aún no había podido concursar por falta de rival) tendría oportunidad de hacerlo

  • Lo bien que se lo pasaron nuestras yudocas; pintando en la pizarra, calentando con sus juegos en el tatami y, también, a la hora de concursar frente a los demás equipos a los que nos enfrentamos

  • Que los niños –todos- salieron cargados de regalos (medalla, calendario de yudo, bolsa de golosinas y hasta copa para el club)

NOS GUSTÓ BASTANTE


  • Que se va aplicando mejor el reglamento

  • Que los profesores van enseñando yudo de levantar y tirar a mangas rojas y amarillas y no yudo de arrastre (tan peligroso y contrario al espíritu del propio yudo)

  • Que el ambiente es relajado, pese a los continuos intentos de ‘los de siempre’ de orillar la normativa de estar en silencio y sin dirigir a los niños durante su actuación

NOS GUSTÓ POCO

  • Que se alargó mucho la ceremonia de entrega de trofeos y muchos éramos los que teníamos que volver por la tarde, sin apenas tiempo ni para comer

  • Que tuvieron muchos minutos a las niñas en pie esperando a que acabara la final de alevines, cuando podían haber ido entregando premios a las benjamines

  • Que no se penalice al niño que defiende boca abajo. Nosotros a eso lo llamamos el ‘ipón del miedica’ y tuvimos que explicar que en ese Trofeo no se regañaba a los que defendían tirados en el suelo boca abajo para dar oportunidad a los demás a practicar las formas de volcar. Sigue siendo chocante que en un deporte de lucha un contendiente defienda en tan absurda posición desde la que es imposible defenderse más que de manera pasiva; es una posición vulnerable que atenta contra todo intento de calificar el yudo como especialidad de defensa personal.

El equipo cadete masculino quedó 5º

También nuestros bravos cadetes estuvieron a gran altura. Consiguieron un honroso quinto puesto que supo a poco, pero que viene a premiar a estos muchachos. Hay que señalar, además, que tanto Víctor Manuel como Dany acudieron por la mañana al entrenamiento federativo sin dudarlo ni un momento. Luego, estuvieron con sus compañeros de equipo como si tal cosa. El sobre-esfuerzo hay que entenderlo como un deseo enorme de aprender y progresar que tiene estos dos yudocas. Por eso no hemos querido dejar pasar la ocasión para felicitarles y animarles a que sigan con esa actitud tan positiva. Además, les aconsejamos que intenten trasladarla a otras facetas de su vida en la que, al parecer, andan un poco más descuidados.

Nuestra felicitación la hacemos extensiva a todos los componentes del equipo(Carlos Mingorance, Daniel Ruedas, Víctor Manuel Pérez, Paco Hidalgo y Óscar Manchado), así como a Santiago Mingorance, que una vez más acudió a ver a su hermano y mantuvo en todo momento su disposición a echar una mano.



Sergio Cortés apunta maneras en el 'Senior'


El juvenil de primer año, Sergio Cortés, nos hizo pasar un fenomenal rato en su primera participación en u campeonato de máximo rango. Perdió su primer encuentro por un descuido, cuando empezaba a manejar la situación y amenazaba con imponerse a su rival, mucho mas experimentado y de más edad que él.


Su trayectoria es estupenda y debe coger moral tras su buen papel para futuras actuaciones en Sub-20, categoría en la que también debutará muy pronto. De momento ya ha dejado su impronta en la Liga Juvenil en la que ha marcado dos soberbios ipones.


Peralta y Senior

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