Hemos acabado el Puente de la Constitución de la mejor manera posible: con celebración por todo lo alto. No era para menos. Hemos tenido, en la mañana del martes día 8 de diciembre, exámenes de pase de grado de yudo y hemos hecho pleno. En nuestro club tenemos tres nuevos cinturones negros primer Dan -Javier Martínez, Marco Antonio Mingorance y Miguel Ángel Moreno- un nuevo segundo Dan -Marina Cabrero- y todo un sexto Dan -Rodolfo Cruz-. Estamos de enhorabuena y muy orgullosos.
Después de muchas horas de trabajo y esfuerzo llegó el
momento de corroborar los progresos. Tras soltar los nervios, los nuestros
estuvieron a gran altura; las pruebas fueron de mucha calidad.
Acudimos temprano al Polideportivo de Villaviciosa de Odón
donde la Federación Madrileña de Yudo tenía organizadas las pruebas de pase de
grado. Algunos de nuestros deportistas fueron los primeros en llegar y se
pusieron, en seguida, a calentar y a repasar.
Tras el saludo protocolario, se anunció que el primer examen
sería el de nuestro compañero Rodolfo Cruz. Su prueba para sexto Dan de yudo
fue excelente, con su uke, nuestro amigo, Ramón de la Peña, que estuvo también
magnífico.
Muy poco después pasaba a examinarse, en el mismo tatami y
con el mismo tribunal, Marina Cabrero, que optaba al segundo dan. Lo hacía
justo dos años después de haber conseguido el cinturón negro en el mismo lugar.
Su examen también fue muy bueno, con Sergio Cortés de uke a gran altura. Los
examinadores eran los maestros Macario García (8º Dan), Manuel Jiménez (8º Dan)
y Javier Mora (7º Dan).
Hubo que esperar un poco más hasta que llamaron, a la vez, a
los dos más jóvenes de nuestra representación: Francisco Javier Martínez y
Marco Antonio Mingorance, ambos optando al cinturón negro 1º Dan. Los dos
superaron su evidente estado de excitación y realizaron un buen examen.
Sólo quedaba Miguel Ángel Moreno, que también era un manojo
de nervios. Además, fue conminado a actuar en el tatami del tribunal que había
examinado a Rodolfo Cruz, en lugar de hacerlo en el que se habían examinado sus
compañeros Javier y Marco Antonio. No fue inconveniente alguno para que Miguel
Ángel realizara un gran ejercicio.
Así que sólo quedaba esperar a los resultados con las
mejores sensaciones de que iba a ser un gran día. De tal manera que nos
reunimos unos instantes en la grada
todos los acompañantes, que no eran pocos. Así que aprovechamos para agradecer
a todos los que se acercaron a presenciar las pruebas por su apoyo. Nos
sentimos un gran equipo, todos juntos dando ánimos a los nuestros. Javier
Martínez había acudido con sus padres y unos tíos; también estaban los padres
de Marco Antonio y pronto llegó el padre de Miguel Ángel Moreno. Además, fue
muy de agradecer la presencia de la familia de Naira y Brandon al completo, de
Jesús Sánchez, de Carlos Grande, de Javier Gil y hasta del cadete Álvaro
García. Fue un gran momento cuando nos retratamos todos juntos esperando que
salieran del vestuario los más rezagados.
Vamos acabando nuestra crónica felicitando a todos,
especialmente a nuestros nuevos cinturones negros que ya saben aquello de que
"ahora es cuando empezarán a aprender yudo". También queremos hacer
algunas reflexiones por si a alguno les aporta algo.
En el caso de Marco Antonio Mingorance queremos dejar
constancia de que con su consecución del cinturón negro se cierra toda una
saga. Hace ya muchos años que llegaron sus hermanos a nuestras clases y tras
algún tiempo, el primero en obtener su cinturón negro fue su hermano mayor
Carlos. Luego le llegó el turno a Santiago y ahora lo consigue marco Antonio
dejando claro que los Mingorance pueden con todo; gran familia.
Ahora que cerramos una nueva etapa queremos anunciar que vamos
a cambiar la forma de afrontar futuros exámenes. Ésta ha sido la última
generación de deportistas que "preparamos" para examen. A partir de
ahora, consideramos que cada cual debe de prepararse a sí mismo y eso es un
continuo que se produce en cada entrenamiento, en cada clase o sesión de yudo;
con esfuerzo, con entrega, con asiduidad en los entrenamientos y con humildad. Lo
que sí haremos será realizar alguna prueba para comprobar si el aspirante está
"preparado" y acto seguido recomendarle si ir a examen o a los
cursillos que la Federación tiene para pasar de grado y que son estupendos,
especialmente para jovencitos. Se da la circunstancia de que en nuestra opinión
-y es una opinión- algunos muchachos llegan demasiado sobreprotegidos por su
entorno familiar, cuando lo que se mide de alguna manera en una prueba para
cinturón negro es la madurez del aspirante, además de sus conocimientos. Se
suele insistir mucho en ello, en cursos de reciclaje de profesores de yudo y en
los de actualización de tribunales de grado. No es muy lógico, en mi opinión -y
sigue siendo una opinión-, que se pretenda que un niño obtenga el cinturón
negro cuando a ese mismo niño se le lleva en coche para evitarle que cubra una
distancia de poco más de un kilómetro -si llega-, por evitar que ande por ahí a
esas horas cuando ya es de noche. Y sabido es que ahora anochece a eso de las
seis de la tarde.
Hace muchos años, la Federación lanzó el lema: Déjenos a su hijo y le devolveremos un
hombre. Ahora quizá habría que añadir: "...y
colaboren un poco, por favor".
NOS VEMOS EN LOS
TATAMIS
NOTA: Muy pronto los vídeos con todos los exámenes de nuestros deportistas en nuestro canal de vídeo. Tenéis los enlaces en este mismo YUDIARIO (a la izquierda)
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