FELICIDADES

Soberbia temporada

Nos han deslizado una sugerencia y, no sólo la atendemos, sino que lamentamos no haber caído en la cuenta nosotros mismos.

De vez en cuando, si estás dispuesto a llamar al pan, pan y al vino, vino, tienes que felicitar a mucha gente. En esas estamos y nos alegramos ya que ayer repartimos estopa.

El final de temporada ha tenido un colofón (o serie de ellos) de mucho fuste y consideración. Lamentamos (y van dos lamentos) no haber podido asistir a ninguna de las múltiples actividades que la Federación Madrileña ha organizado para cerrar este estupendo curso. Pero, también podemos decir orgullosos que, de alguna manera, hemos estado en alguna de estas manifestaciones.

No todos los días (o semanas, en este caso) se tiene oportunidad de asistir a clases magistrales de maestros de la talla de los que tenemos en Madrid. Se han sucedido cursillos de estupenda calidad y contenido. Algunos, por el estilo de los maestros ha desbordado previsiones de propios y extraños; ya nos lo imaginábamos. En uno de ellos, el del maestro Jiménez, se pronunciaron unas interesantes palabras que rescatamos aquí para reflexión de todos. Nuestro amigo Manuel agradeció al vicepresidente de la Madrileña y a su equipo, las gestiones llevadas a cabo para brindar a los yudocas de la familia madrileña la despedida multi-actividad de la que hablamos. Jiménez, que acaba de dejar boquiabiertos a más de uno con su trabajo en cuadrupedia (ne-uasa) se refirió a la oportunidad brindad a los yudocas en general y en diferentes ámbitos. Los maestros y profesores tuvieron oportunidad de ampliar su formación con las aportaciones de maestros del prestigio y talla de Young, Ruíz, …….., Moyano, Cepeda, Parra, Ortega, Jiménez, García… pero también los amantes de las katas tuvieron un cursillo maravilloso con un maestro japonés de prestigio internacional. Además, los deportistas de competición tuvieron una estupenda concentración, salpimentada con las aportaciones de los mencionados maestros. Para colmo se celebró el Congreso de Profesores y todo ello en el mismo ámbito territorial.

Una de las cuestiones que llama la atención y que queremos destacar es la de concentrar a nuestros prometedores deportistas de competición cuando declina la actividad en los clubes. En estos momentos, gimnasios y otras entidades funcionan a medio gas, cuando no se encuentran con el cierre echado. Esta política nos parece acertada y se nota que se empieza a respetar la labor del entrenador de club (que es, en definitiva, el que saca adelante a los deportistas que luego concentra la Federación). Esto no se debe olvidar y, de esta manera se dejará de levantar ampollas entre maestros y entrenadores cada vez que se cita a los deportistas de club en lugares y momentos que no son los entrenamientos de esos clubes.

En ese sentido, ya adelantamos a nuestros jóvenes deportistas que deben hacer un esfuerzo y volver en septiembre a las clases cuyos grupos se están, todavía, confeccionando con arreglo a la inscripción que haya (y que finaliza el 21 de agosto). Con ello, empezarán a coger la forma física y se verán mucho más cómodos para participar en una nueva concentración, de parecidas características a la de la semana pasada y que tendrá lugar del jueves 10 al domingo 13 de este mes de septiembre. Animaos y a ponerse en forma tras el descanso de agosto (que algunos empezaron en junio, vaguetes).

No nos queda más que desear a todos un reparador mes de agosto, pleno de fiesta, de paseos, de natación, de bicicleta, de lectura, de charlas con los seres queridos, de amor, de paz, de descanso y recreo, de holganza y también de actividades nuevas y al aire libre, de excursiones y de siestas al fresquito, de trasnochar y de levantarse tarde, de avance en las relaciones con propios y extraños, de acercamiento a seres similares y aún a los menos afines, de mucha calma y meditación, de prósperos pensamientos y prometedores proyectos… Coged fuerzas para septiembre y traednos vuestras renovadas energías para, juntos, potenciarlas y llevar con ellas a cabo proyectos comunes y alcanzar metas individuales, dentro del grupo.

Nos vemos en los tatamis, aunque sea dentro de un mes.