Ayer lo habíamos avisado... ¡hoy damos caña! Lo sentimos, pero tocaba. En cambio, mañana (o pasado mañana) vamos a ser muy constructivos; hay motivos. Así es que, el que siga, que se atienda a las consecuencias.
Acaba de comenzar el mes de agosto y ya se nota que se ha marchado 'la tropa'... No suenan las bocinas en mi calle, los autobuses apenas hacen ruido. También es verdad que es sábado, pero se oyen los pajarillos más que otros días. Siempre oigo pájaros en mi cabeza (cosas de soñadores).
Precisamente de ensoñaciones hablaba, pues vine del último entrenamiento flotando; como en una nube. Es la enésima despedida del año y ha sido estupenda. Sin estridencias, sin convites, sin más que un aplauso al acabar la clase. Por cierto, ¿tanto cuesta aplaudir al acabar una clase? Últimamente, es el profe el que arranca los aplausos y empieza a mosquearse. Cosas de viejos.
Los mosqueos son otro tipo de ensoñaciones o así me lo parece. (Sueños, sueños). Hemos asistido a alguno que otro a lo largo del presente curso. También a bajadas de estima, agobios, decepciones... No todo han sido alegrías, aunque las ha habido y muchas (más que nunca se podría decir).
El profe -…viejo profe- ha ejercido de psicólogo en más de una ocasión. Es cosa de profesores de yudo. Con nuestra filosofía parda hacemos lo que podemos (pero más baratito que cuando te tumbas en el diván de un argentino, por ejemplo). Ha habido que levantar ánimos de jóvenes que deberían ser los que animasen a los profesores, precisamente con eso: con su juventud.
Pero, si la juventud es una enfermedad tiene en sí misma la cura… sólo hay que dejar pasar el tiempo. (Claro que así curan también los médicos de la SS: 'déjelo reposar'). Lo malo es que, dejando pasar el tiempo, llega la otra enfermedad, la mala, de verdad: la de la vejez. Esa, si dejas pasar el tiempo, también se acaba; vaya que si se acaba. ¡Vaya panorama!
(COMO LA COSA SE PONE DURA, PASAMOS AL WLADIARIO -donde caben mejor este tipo de opiniones-)
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