26.2.20

Los kius o cinturones de colores


En Japón, de donde es originario nuestro querido yudo., el obi (cinturón) no es prenda íntima y por tanto no se lava con ello se va oscureciendo con el tiempo. Seguramente esta es la explicación de que primero llegue a ponerse parduzco y luego negro. Lo que está claro es que en Japón sólo existe el cinturón de color blanco, marrón y negro; también blanco y rojo y rojo.

Parece ser que el maestro Kawaishi, harto de la típica pregunta (maestro ¿cuándo paso de cinturón?) ideo los cinturones (kius) de color amarillo, naranja, verde y azul, por motivos obvios (para sus impacientes alumnos accidentales, sobre todo franceses)

Otro francés y al parecer alumno de Kawaishi, el maestro Roland Burger se trasladó a España a impartir clases de yudo. Importó los colores de cinturón y dio un paso más, sobre todo para sus alumnos infantiles. Introdujo los cinturones de medios colores (Blanco-amarillo, Amarillo-naranja, Naranja-verde, Verde-azul y Azul-marrón), también por motivos obvios.

Hubo un tiempo en que los profesores titulados por la Federación, según su grado profesional (Monitor, Entrenador regional y Entrenador nacional), podían dar vigor a esos cinturones con su firma en un documento correspondiente. El Entrenador nacional estaba legitimado para firmar hasta el marrón, mientras el monitor tenía restricciones (sólo hasta verde, en algún momento).

Un maestro de Alcalá de Henares, el maestro Sánchez Trillo ideó un documento que fue el germen de los carnés en que se pegaban (pegatina) los kius (y luego se firmaban) La federación vio ocasión de hacer negocio y estableció la fórmula por la que se vendían esas pegatinas de kius. Se cobraba un tanto al profesor y se dejaba a su consideración lo que el cobrase finalmente. Por ahí llegó que no hubiese muchas críticas al nuevo sistema, tan alejado del espíritu japonés; el colectivo de profesores también vio ocasión de negocio. A nadie le amarga un dulce.

Mucho más recientemente (hace un par de años aproximadamente) se dejó de fabricar el carné de kius o cinturones de color hasta marrón incluido. Pero el sistema se sustituyó por un vistoso sistema de tarjeta plastificadas (como las del banco), cada una del color del cinturón correspondiente. Y se siguieron cobrando (actualmente a 12 euros incluido el diploma correspondiente).

Los niños y alguno de sus padres y madres no daban la importancia debida al carné de grados y en alguno casos lo extraviaban. La Federación velaba en ciertas ocasiones (competiciones o diversas actividades) por que el interesado presentase dicho carné). Si le faltaba alguna pegatina al niño se ha llegado a cobrar, tras apercibir a su profesor, en plena instalación municipal las famosas pegatinas que le faltasen. Para evitar esta situación, algunos profesores acudían a la Federación a solucionar el problema antes que este apareciese. Hubo un tiempo, en estos casos, en que presentando los correspondientes diplomas, se anotaba (digitalizaba) en la ficha del interesado y se resolvía el problema. Paso un tiempo y se dejó de validar diplomas. Algún profesor (lo sé por experiencia) ha tenido el amargo cometido de explicárselo a la compungida madre que se vio obligada a abonar por segunda vez dichos kius, si no no podía participar en algunos eventos. Hoy dicho alumno no sigue practicando yudo.

Cuando se sacó el actual sistema de tarjetas (kius) no se dio por adquiridos los anteriores cinturones de colores pegados en el carné y anteriores a los colores que los interesados fuesen adquiriendo. A dichos deportistas se les conmina a presentar el carné con las pegatinas correspondientes. Todo ello sin haber informado a los verdaderos interesados (o sus progenitores, al ser menores de edad). O sea que ya no vale el que presentes, por ejemplo, la tarjeta de verde firmada por un profesor titulado si ese es tu grado; eres tú el que debe demostrar que también pasó por Blanco-amarillo, Amarillo, Amarillo-naranja, Naranja y Naranja-verde. Ya se sabe que hasta la categoría infantil hay que haber adquirido los medios cinturones y sólo a partir de la categoría cadete basta con tener la de los cinturones completos (Amarillo, Naranja, Verde, Azul y Marrón). Tampoco de esto se informa, que sepamos, a los interesados desde la Federación y se deja dicha tarea al buen criterio de cada profesor.

Pero de pasada hemos apuntado la clave. Lo hemos hecho cuando0 hemos dicho eso de que “cuando se sacó el actual sistema de tarjetas (kius) no se dio por adquiridos los anteriores cinturones de colores pegados en el carné y anteriores a los colores que los interesados fuesen adquiriendo”. La palabra adquirir es la clave.

En el ejemplo que hemos puesto, el del cinturón que sólo lleva la tarjeta de verde y no demuestra haber adquirido los anteriores (cinco en total), dejaría de ingresar, nada menos, que 60 euros, a precios actuales, en la Federación (con la de sueldos y gastos que tiene).

Hace poco una serie de profesores hemos manifestado, unos más airados y otros menos, nuestro malestar por el hecho de que en los próximos campeonatos zonales (de las categorías infantil y cadete) se exija el cinturón verde mínimo en categoría infantil y el azul en la categoría cadete, para participar. Esta norma es nueva (de este año). En mi caso yo pensaba que la fase zonal la costeaba la Comunidad de Madrid y parece ser que ya no es así. Que la Federación haga lo que crea conveniente. Acataremos la nueva norma. De hecho el año pasado, una niña de nuestro club (que dicho sea de paso, este año ha decidido no ir) se clasificó en el Zonal y no tenía el correspondiente kiu para participar en el Autonómico (Fase Sector del Campeonato de España). Su padre aflojó la cartera hasta ponerse al día para que la niña siguiese adelante. Lo que en un campeonato valía no valía para el siguiente en el que su error fue clasificarse. Con la nueva norma eso queda evitado. Gracias.

Yo me pregunto de dónde ha salido esa nueva norma. No lo sé. ¿Había otras alternativas? ¿Se ha consultado con el equipo de profesores? ¿Responde a motivos deportivos, de selección,burocráticos o mercantilistas? Puede ser sólo por seguridad de estos chicos que entrenan con cinturones superiores. La seguridad es un buen principio, a alguien habrán consultado, pero yo no tengo información alguna.

Una de las acepciones de “Federación” en el diccionario de la RAE dice: “Unión estable… en la que la relación entre los miembros se ordena bajo los principios de unidad, autonomía, jerarquía y participación”, se refiere a federación de estados, pero me quedo con los principios que cita.

En los tiempos que corren me gustaría que mencionase el de transparencia. Que una Federación (mi Federación) tuviera por costumbre el de informar de las cosas importantes que afectan a aquellos de quienes reciben parte de su peculio. Me gustaría tener más sensación de que se respeta al colectivo de profesores en cuestiones importantes que afectan a sus pupilos.

Que nadie se me ofenda. Estoy ejerciendo mi derecho a expresarme y no quiero hacer daño a nadie. Este escrito sólo persigue informar de puntos que igual nadie ha aclarado, desde puestos más cualificados. Lamentaría haber incurrido en alguna falsedad, son los medios que tengo; yo no estoy a sueldo de ninguna Federación.

NOS VEMOS EN LOS TATAMIS

23.2.20

Lucas Paredes séptimo en la Super Copa de España de Montijo.

Tuvimos dos representantes en el Campeonato de España junior. Naira Pérez y Aharón Santamaría


Hemos tenido un intenso fin de semana concentrado en la jornada del sábado. De un lado teníamos un representante en toda una Super Copa de España como la de la Villa de Montijo y de otro lado teníamos nada menos que dos representantes en todo un Campeonato de España junior. Hablamos, por un lado, del infantil Lucas Paredes, que participó “solito” en tierras extremeñas e hizo un meritorio séptimo puesto, y de Naira Pérez y Aharón Santamaría que acudieron a Alcalá clasificados para todo un torneo nacional. Todos estuvieron a gran altura aunque creemos que pueden dar mucho más de sí mismos con un poco más de fe en sus posibilidades.



Para empezar, en el Polideportivo Ángel Rodríguez “El Chanvi” de Montijo (Badajoz), Lucas Paredes ganaba el primer encuentro, al gallego Ares, pero no el segundo con un gran rival (el riojano Tecedor) que le envió a la repesca. En ella, pudo ganar también el siguiente al madrileño Ortíz pero no al portugués Esperanca para entrar en las medallas. Todo un éxito, pese a todo.



Mientras tanto, en el moderno pabellón de Los Espartales de Alcalá de Henares, nuestros dos representantes se enfrentaban a un complicado sorteo. Ambos disputaban uno de los pocos encuentros previos de cada categoría, eso sí, lo hicieron con mucha solvencia. La normativa, cosa inusual, dictaminaba que había que ganar varios combates antes de repescarse. Así, Aharón se las vio, en el segundo encuentro, con el extremeño Daniel Nieto, quien se acabó coronando campeón de España. Perdió con él, pero se daba la paradoja de que nuestro cadete (el próximo año será oficialmente junior) no se pudo repescar por la novedosa norma.

Otro tanto podemos decir de Naira que primero ganó a la gallega Rojas y luego se las vio con la durísima represente vasca Barandarián con la que perdió sin poderse repescar. 

Otra damnificada por la novedosa normativa. Pero hay que entender que esto es muy largo y siempre hay que aprender.



NOS VENOS EN LOS TATAMIS