31.5.14

WLAC Yudo llega a Canadá

Haciendo las américas...

Wladi, Miguel Ángel y Paco en el Congreso Mundial WKF


No todos los días se cruza el charco, que se suele decir. No todos los días se visita un país como Canadá y menos para participar en un gran evento como el Congreso mundial de una Federación internacional como la World Kobudo.

El equipo español al completo


El pasado jueves 15 de mayo, día de San Isidro, se daban cita en el Aeropuerto Adolfo Suárez de Barajas dos deportistas del club, el profesor Wladi Martín y el primer kyu Miguel Ángel Moreno, con el presidente de la Federación Española de Ju-Jitsu (FEJJTEM), Francisco Andrés Silvestre. Eran las tres y media de la madrugada.

Emotivo momento de entrega de placa FEJJTEM al presidente de W.K.F Hanshi John Therien


Allí coincidieron con otros dos deportistas españoles también de la FEJJTEM, como los tres anteriores, procedentes de Puertollano. Se trataba de Alejandro Tena y Martín Moreno, quienes a la postre darían una gran alegría al conseguir el bronce en el concurso de dúo kata.

Alex y Martín trajeron el bronce para España


El viaje fue, como puede comprenderse, largo y lleno de anécdotas. Se hubo de hacer escala en Frankfurt donde el grupo se reunió con el también español, Roberto de Juan, presidente de World Kobudo España, procedente de Barcelona.

Roberto, Wladi y Miguel Ángel


Desde allí, aún quedaba otro viaje, cruzando el charco, hasta Ottawa, donde surgió una simpática anécdota que protagonizó Miguel Ángel. Tras creer que había pasado el férreo control aduanero y por cosas de los idiomas, mientras esperábamos a dos de los integrantes de nuestra expedición, cuatro policías salieron del recinto de seguridad y volvieron a llevarse al sorprendido Miguel Ángel. Parece ser que le habían invitado a permanecer en una fila para ultimar alguna comprobación y nuestro deportista entendió que podía marcharse. Llegaron a explicarle que no le iban a llevar detenido pero que había cometido una grave irregularidad. Todo quedó aclarado poco después y pudimos marcharnos a la busca del maestro Norm Beauchamp que se había tomado la molestia de acudir al aeropuerto a recogernos para desplazarnos hasta el Hotel Hilton en que nos hospedaríamos y disfrutaríamos del Congreso. En el trayecto comprobamos que también en Canadá hay atascos.

Panorámica del Hilton Lac Leamy


Congreso Mundial de la World Kobudo Federation

El viernes día 16 fue el primer día de congreso, todavía con poca asistencia y ya había más de mil participantes. Durante cuatro horas, cerca de medio centenar de maestros internacionales fueron rotando por veinte tatamis diferentes. Imposible asistir a todo lo que se quería. Para colmo, Miguel Ángel, legaba tocado con una inoportuna rotura fibrilar producida horas antes de tomar el avión; todo un fastidio. Pese a todo, asistimos a clases de goshindo, de canryu, de aikido, de BJJ… Nos volvió a gustar mucho Alain Sailly al que ya teníamos el gusto de conocer. Nos encantó el maestro Sebastian Damhaut de Bégica. Por cierto, que a Miguel Ángel le cupo el gran honor de ser su uke en la primera clase a la que asistimos con él. Como estábamos tan enfrascados en las técnicas que nos explicaba olvidamos tomar alguna foto. De manera que cuando le pedimos que posaran para inmortalizar tal hecho, Sebastian decidió hacer sufrir un poco a su uke español. Ahí os dejamos la simpática imagen de recuerdo.

Miguel Ángel fue el uke del belga Sebastian Damhaut


Por la tarde fuimos invitados a una simpática “beer & pizza party”, aunque, todo hay que decirlo, con la tralla que llevábamos, alguno se quedó con hambre.

Hasta en los jardines del hotel se celebró alguna clase



El sábado 17 seguía el mismo ritmo de trabajo. Pero, además, pudimos asistir a los exámenes de pase de grado de la organización que nos parecieron interesantes por el clima de seriedad y la gran exigencia a que se somete a los candidatos.

Participantes eligiendo tatami y maestro


También tuvimos ocasión de presenciar una serie de entrenamientos con niños de la localidad para promocionar las artes marciales. Varios tatamis con diferentes tatamis se dedicaron a hacer disfrutar a los muchachos a los que se regalaba una camiseta y se permitía acceder con ropa deportiva. Hubo presencia de televisión y gran despliegue de medios lo que nos dio un poquito de envidia. El ambiente fenomenal.

Fenomenal ambiente


Por la tarde se realizó una gala de exhibiciones de todo tipo, alguna de ellas de muchísimo mérito y la mayoría muy vistosas. Tomamos nota de varias ideas para sucesivos compromisos.


El maestro Georges Serei a sus 93 años todo un ejemplo




El domingo 18, con las fuerzas ya limitadas por el esfuerzo asistimos a la última sesión de trabajo, cada vez con más presencia de participantes de muchas procedencias. Destacaba el numeroso grupo de Noruegos deslazados hasta Canadá, coincidiendo con franceses, austríacos, belgas, mejicanos, estadounidenses…

Wladi practica con Miguel Ángel


Por la tarde presenciamos una interesante velada de Kick Boxing; de todo se aprende. Y sin solución de continuidad, nada más finalizar, el maestro Jacques Beaudry, nos recogió en su coche para desplazarnos hasta su club, el St. Jean de Bosco de Hull, cruzando el río Ottawa, en la zona francófona, concretamente en Gatineau.

Los tres madrileños en el doyo quebequés


Lunes 19. Se puede decir que fue nuestro primer día de descanso que aprovechamos para hacer algo de turismo. Y era, para más señas el Día de la Fiesta Nacional… qué casualidad.

Multitudinaria clase de yoga al aire libre
Wladi en la clase de yoga al aire libre


Ya conocíamos la zona del “market” donde alguna noche nos habíamos escapado a tomar algún refresco para paliar nuestras fatigas. Pero, aún no conocíamos nada como quine dice. De manera que, entre eso y que no encontrábamos taxi en la zona residencial en que nos encontrábamos, nos machacamos a pata los cinco o seis kilómetros hasta el “down town”. En ese momento descubrimos literalmente la maravillosa ciudad que se abría ante nosotros. Impresionante el simple hecho de cruzar andando el puente Alexandra.

Vista de Ottawa desde el puente Alexandra
Alexandra bridge

Tanto nos gustó la experiencia que a partir de ese día, todos los demás, hasta nuestro retorno, hicimos el mismo paseo. Luego a la vuelta, tomar un taxi nos dio la oportunidad de charlar con gentes del lugar. La mayoría de los taxistas eran inmigrantes de muy diversas procedencias. Charlamos con un serbio, un marroquí, un nigeriano, un libanés… hasta con un canadiense de pura cepa que se autoproclamaba un “pájaro raro”. Nos dieron una visión muy alejada de lo convencional de ese gran país que es Canadá, en el que también existe mucho clasismo, por decirlo finamente. Nos impresionó la anécdota del taxista que se quejó a una pareja de policías. Dos jovencitas acababan de estacionar su impresionante Porsche dando un golpe a otro taxi y dejándolo en zona prohibida. El pobre, lejos de encontrar que se recriminara a las guapas jóvenes consiguió ser “emplumado” él mismo. A las chicas, nadie las dirigió siquiera la palabra y eso que estaban presenciando todo en una terraza próximo. Otro taxista que había presenciado todo, nos explicó que en Canadá un emigrante siempre es un emigrante y si tiene un problema con un canadiense de piel clara y ojos azules, aunque tenga razón la pierde. Para que luego digan de España.





Martes 20. Este día fue todo un hito pues a los maestros Wladi y Paco se les ofreció impartir una clase en el club de yudo en que se les dio hospedaje. Al principio el ambiente, como puede suponerse, era frío. Pero, con su habitual talento, ambos se hicieron con el grupo y acabó gustando lo que mostraron. Tanto fue así que el jueves siguiente asistieron muchos más yudocas.

Aspecto del Saint Jean Bosco club

A parte del compromiso y dado que se pasaban muchas horas en un doyo, los tres españoles, Miguel Ángel, Paco y Wladi aprovecharon para entrenar un poco y dar repaso a algunas katas.


Miércoles 21. Como volvíamos a tener un día libre repetimos nuestro paseo hasta el centro de la ciudad y aprovechamos para hacer algunas compras. Empezábamos a conocer los sitios más interesantes en que aprovisionarnos de recuerdos para muchos de nuestros amigos españoles. Tan emocionados estábamos que ese día volvimos también a pata con lo que anduvimos cerca de 12 o 13 Km.



Creo recordar que fue ese día en el que coincidimos, a la puerta de la National Gallery con una menuda mujer colombiana de origen de unos 66 años de edad. Al descubrir que hablábamos en español se dirigió a nosotros y charlamos más de media hora. Ana, que así se llamaba no relató su azarosa vida –una vida de película- y nos dio otra versión, muy pegada a la realidad, de Canadá. Nos quedó claro que es tierra de oportunidades si se llega joven, cualificado, sabiendo inglés y… sin novia.



Jueves 22. Como queda dicho, teníamos una nueva oportunidad de lucirnos en el Club de judo Saint-Jean Bosco de Hull. No defraudamos porque pusimos toda la carne en el asador. Esta vez, tras unas breves palabras de introducción en inglés y francés, por parte de Wladi, comenzó Paco con sus explicaciones. Para finalizar fue el profesor Wladimiro el que enseñó algunas cosillas de encadenamiento pie-suelo y algunas técnicas, que gustaron mucho, en suelo.

Paco en acción con Miguel Ángel de uke
Wladi explicó algunas técnicas de encadenamiento pie-suelo


NOS HAN PROMETIDO ENVIAR VIDEO QUE TOMARON EN NUESTRAS CLASES. TAN PRONTO LO TENGAMOS LO PUBLICAREMOS EN ESTE YUDIARIO

Al finalizar, los lazos de amistad se estrecharon y podemos decir que uno de los fines primordiales del deporte –que a veces se olvida- se cumplió: hacer amigos a lo largo y ancho del mundo. Tal fue la receptividad que no descartamos tener visita de este magnífico grupo de yudocas en un futuro en nuestra propia ciudad. Se da la circunstancia de que vienen haciendo un largo viaje cada año en sus más de 50 años de historia. Vimos fotos de sus visitas a Paris y también a Japón; y se desplazan con niños y adultos.




Viernes 23. Volvimos a tener día libre y aprovechamos para variar nuestra ruta en busca de acceder al Lago Leamy que habíamos visto desde el Hilton, pero que nos habíamos quedado con ganas de visitar. Sólo llegamos hasta las inmediaciones dado que el camino peatonal estaba anegado de aguas. Hay que precisar que la ciudad de Ottawa tiene carriles bici que también se usan para practicar futin, pero realmente todo el mundo coge el coche –y menudos coches- para desplazarse de un lado a otro. Así es que volvimos a lo que ya conocíamos.




Sábado 24. Fue otro día grandioso y nos llevamos una magnífica sorpresa. Elm presidente de World Kobudo Federation, el maestro John Therien acudió en persona a recogernos al club San Juan Bosco y nos dio un paseo turístico por lugares que no habíamos visto aún de la ciudad de Ottawa y de la colindante de Gatineau. Después, ya reunidos de nuevo con Roberto de Juan y con el maestro Norm Beauchamp nos invitó a visitar su magnífico club (uno de ellos) donde aún nos aguardaba otra sorpresa. A Paco y a Wladi les hizo entrega de placa de agradecimiento por su colaboración en el recién celebrado Congreso Mundial.


Wladi y Paco con sus placas junto a hanshi John Therien


Después de tan emotivo momento, Hanshi John Therien nos invitó a comer en un estupendo restaurante japonés. Fue un magnífico colofón a un viaje en el que hubo intensas emociones, mucha experiencia positiva y nuevas e interesantes amistades.




Domingo 25. Por la mañana tuvimos tiempo de acudir a desayunar al Café Cognac de Gatineau en la Rue Montcalm donde ya teníamos algo de amistad con los camareros, que curiosamente nos soltaban las cuatro palabras en español que sabían. Después, esperamos a uno de nuestros amigos Jean Jacques, que se había ofrecido a llevarnos hasta el aeropuerto. Mientras llegaba aún pudimos presenciar un entrenamiento de los yudocas locales que afinaban su puesta a punto con visitas a inminentes pases de grado. Hasta tuvimos el honor de que nos consultaran algunas cuestiones técnicas que atendimos encantados.




Cuando llegó nuestro amigo le advertimos de que nos habían avisado de que se estaba desarrollando la maratón de la ciudad. No pareció arredrarse. Pero pronto descubrimos que había calculado mal. Se topó con controles policiales impidiendo el paso hasta en siete ocasiones. Acabamos de ver algunos rincones desconocidos de las ciudades colindantes y dimos más vueltas que un trompo. Por fin, parecía haber encontrado la autopista directa al aeropuerto, pero se equivocó y la cogió en sentido contrario. Ya andábamos todos un poco nerviosos, pero no dejábamos de gastar bromas. Menos mal que habíamos calculado salir con mucha antelación. Ya en el aeropuerto volvimos a coincidir con Roberto y comenzamos a prepararnos para el largo peregrinaje por los aeropuertos. Primero teníamos que acudir a Montreal para tomar un avión hasta Frankfurt y desde allí hasta Madrid.




Lunes 26. Por todo lo dicho, unido a la diferencia de seis horas, se entenderá que la noche del domingo y el propio lunes lo pasamos entre aviones y aeropuertos. Menos mal que no tuvimos demasiados problemas de puntualidad, muy al contrario que a la ida.

La llegada a Barajas fue bastante puntual, pero desplazarse hasta donde entregaban las maletas facturadas, que llegaran las mismas y volver a encontrar la salida fue todo un poema. Afortunadamente, nos esperaban familiares que nos desplazaron a nuestras casas. A Miguel Ángel le llevó su padre a Parla y a los profesores paco y Wladi les llevó la profesora Cristina a Torrejón de Ardoz.

Como anécdota final, decir que el profesor Wladi llegó a su casa, deshizo la maleta, se ducho, enganchó su mochila de faena y se montó en la moto para desplazarse a Parla a impartir cuatro clases seguidas de yudo. Ni jet lag ni nada de nada. Poca cosa para un yudoca que se precie de tal.


SEE YOU ON THE TATAMI!!!



REPORTAJE FOTOGRÁFICO

UN PASEO VISUAL


No hay comentarios:

Publicar un comentario