14.9.09

Arrancamos el curso con cuatro medallas en Daimiel

Una campeona, un sub-campeón y dos terceros

Volvimos de Daimiel con la sonrisa cosida; con gesto de felicidad y muy satisfechos. También cansados, pero seguramente por múltiples motivos y no sólo por el esfuerzo de la propia competición deportiva. No se nos iba el gesto sonriente más que para bostezar de cuando en cuando.



Este año, repetimos participación en el Trofeo Juventud que organiza la Federación de Castilla La Mancha de Judo en colaboración con la junta de Comunidades. Para la ocasión nos desplazamos en tres coches. En uno viajaba la familia Rodrigo al pleno. En otro el padre de Víctor Manuel Pérez, llevaba a su hijo y a los compañeros Itziar Sánchez y Daniel Ruedas. En un tercero viajaban los profesores Wladimiro y Cristina junto a los hermanos Sieiro y a David Monforte.


Llegamos a la hora de la comida y nos sorprendieron con una estupenda paella. Tras la comida algunos –los menos- se fueron a las habitaciones a descansar un poc0o, mientras otros se daban un paseo. A las singularidades de la localidad manchega hay que sumar interesantes puntos cercanos. De este modo, los padres se fueron a conocer las Tablas de Daimiel, mientras os profesores se acercaron a Almagro y los muchachos aprovechaban para conocer Daimiel, con su famoso olivo centenario y sus iglesias y ermitas.


Tras la cena, todavía hubo ocasión de dar un paseo. Muchos se retiraron temprano a las habitaciones. Claro que no está reñido el recogerse en la habitación con el seguir en vela largas horas de la noche. Algunos confesaron haber dormido muy pocas horas pese a la importancia de la cita de la mañana del domingo. También hay que entender que la cita era para cadetes; muchachos de 14 y 15 años, muy cargados de energía y ganas de divertirse. Pese a todo, los trabajadores del centro felicitaron a los organizadores por el buen comportamiento del grupo.


Campeonato de gran nivel


Nos pareció que había menos participación que el año pasado en que también tomamos parte en este encuentro. Pero, lo cierto, es que se vio mucho yudo y encuentros de alto nivel. Los muchachos estuvieron generosos en su entrega y se va viendo evolucionar el yudo hacia actitudes más positivas que las vistas en otras ocasiones en que nos hemos visto obligados a ser mucho más críticos.


Dicho esto, tenemos que felicitar a todos nuestros yudocas. Todos fueron valientes y se aprestaron a dar lo mejor de sí mismos en categorías en que había rivales de mucha entidad y, en ocasiones, mucho más formados que ellos.


Especial mención merece Sonia Sieiro que, además de proclamarse campeona, brilló como una auténtica estrella. Ganó todos sus encuentros por ipón y rescató su movimiento de cadera por la izquierda cuando días antes confesaba sentir que se había olvidado un poco de él.

No todo son felicitaciones


Como dejaríamos de ser los que somos si no metiéramos alguna pulla… no todo van a ser felicitaciones. Tenemos que reprochar muy seriamente a nuestros cadetes por su falta de actitud a la hora de calentar, saliendo fríos y sin el tono o excitación que se requiere a la hora de comenzar un encuentro de yudo. Un día se van a hacer daño y entonces recordaran las miles de veces que se les ha indicado esta cuestión.


Tampoco es lógico que un yudoca se presente a un campeonato sin calzado apropiado y ande descalzo por el suelo de un pabellón, para después meter toda la suciedad de sus pies en el tatami. Esto es de guarros (no encontramos otra manera más gráfica de explicar lo que sentimos al ver a nuestros yudocas andando descalzos por el suelo antes de saltar al tapiz de competición).

También aprovechamos para recordar que el reglamento prohíbe el maquillaje. Se trata de una elemental cuestión de higiene de fácil comprensión para cualquier persona inteligente.


Finalmente, queremos recordar que nuestra escuela tiene suficientes señas de identidad como para ser algo singular. Por ese motivo hay que seguir defendiendo nuestra particular forma de hacer las cosas. Nos referimos a que uno de nuestros yudocas debe subir al podio con el yudogui y no con la ropa de calle. Si no hay podio se va, igualmente, vestido de yudoca a recoger la medalla. Sólo, en caso de que el profesor o responsable de la delegación dijera lo contrario, acudirían a la ceremonia de entrega de premios con el chándal del equipo.


Una campeona, un sub-campeón y dos terceros


Sonia Sieiro se proclamó campeona del torneo ganando a rivales de mucho nivel imponiendo su garra y trabajando con la combatividad que la caracteriza. E esta manera no dio opción a sus rivales y acabó marcando ipón en todos sus encuentros.


Víctor Manuel Pérez se proclamó sub-campeón en una categoría en la que tuvo que disputar menos encuentros que Sonia. Su mérito estriba en que él es cadete de primer año y en que también fue capaz de marcar un buen ipón en pie.


Itizar Sánchez y Adrián Rodrigo tuvieron algo de fortuna para lograr el tercer puesto. En sus categorías había menos rivales. Pero en ambos casos, también se trata de cadetes de primer año, por lo que esperamos que cojan mucha moral para próximos encuentros y para entrenar duro a lo largo de toda la temporada.


Una auténtica fiesta


La competición se desarrolló en un ambiente sano y sin más tensión que la propia de la sana competencia entre muchachos de similares características. De este modo, se puede decir que se vivió una gran fiesta del yudo. A ello hay que sumar que en Parla se viven días festivos con la celebración de las Fiestas Mayores de la localidad. Es decir, que la actuación de nuestros jóvenes yudocas parleños aún tiene más mérito. Algunos acudieron a la cita ya con falta de sueño. Y resulta que esto no ha hecho más que comenzar. Toda la semana se seguirá disfrutando en parla de la programación de actos festivos. Sólo queda recomendar un poco de moderación y, sobre todo, que seguimos entrenando el martes y el jueves. ¡Ay de quien falte por las fiestas!

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