Hemos pasado una mañana estupenda dedicando casi cinco horas al yudo desde sesgos que quedan, muchísimas veces, sin explorar… y así nos va.
Sabemos que no tenemos grandes medios, que podemos parecer mediocres, que se nos puede considerar opacos… Sabemos que algunos nos juzgan con indulgencia, entre sonrisas, como el que lo hace con un loco o con un enajenado… Sabemos eso y algunas cosas más de la imagen que proyectamos. De momento nos la sigue trayendo al pairo por ser finos. Es tal la ilusión que tenemos que seguimos mirando para delante y no para los lados (mucho menos para atrás, como hacen otros, anclados en un pasado diferente al presente que viven). ¿Será por eso que en los campos de nuestro alrededor vemos aflorar envidias, reverdecer celos y crecer la planta de la tiña que tan amargos frutos da?
Hemos intentado, y lo hemos logrado, poner buena cara al mal tiempo. No está fácil la cosa. Hemos puesto en pie nuestro humildísimo pero al fin y a la postre primer Congreso (del latín congressus) y creemos que va a ser germen de algo grande; debéis decir que soy un soñador, pero no soy el único (-gracias Lennon-) .
I Congreso del CDE WLAC-Yudo
En el I Congreso WLAC hemos aprovechado para reciclar nuestros conocimientos en multitud de los ámbitos que debe conocer y explorar todo profesor de yudo que se precie (no hablamos de entrenadores, claro está). Máxime cuando somos depositarios del espíritu Geesink e intentamos seguir su metodología, a la que sólo unos pocos en toda la Península dedican atención. El propio holandés explicaba que un buen profesor de yudo debe saber un poco de todo (también de yudo). Y mira que el bueno de Antón se cruzó la geografía hispana de un lado a otro en varias ocasiones.
Como ya suponíamos, el tiempo se pasó volando y no pudimos siquiera hacer los descansos programados. También es verdad que nadie pidió un receso. Era tal la intensidad del ambiente y el nivel de implicación de todos que se nos hicieron cortas las charlas y ponencias ligadas unas tras otras como si todo fuera una sola cosa.
Comenzamos a la hora prevista y enseguida, tras la presentación, pasamos a las ponencias: “El legado Geesink” y “José Luis de Frutos. Su gran legado: enseñar a enseñar”. De esta manera los maestros Wladimiro Martín y Rodolfo Cruz tuvieron ocasión de compartir con alumnos y compañeros las ponencias que ya habían presentado en el Congreso de Profesores de la Federación Madrileña de Yudo. A continuación comenzamos la charla-coloquio sobre organización de clases en un modelo de colegio determinado. La profesora Cristina Carbonell nos habló de su experiencia en clases y grupos de masiva afluencia con alumnos de especial singularidad y de muy diversas edades. Los más jóvenes despertaron entonces todo su interés, como se pudo comprobar por la sucesión de interesantes incógnitas que plantearon. El coloquio fue enriquecedor donde los haya y se pudieron sacar muy buenas conclusiones.
Algunos aplican a sus educandos criterios que van más allá del siglo XVIII; medievales diríamos
A continuación y dado lo apretada que iba la agenda se resumió la siguiente ponencia sobre algunos aspectos de la Lengua, la Literatura y el lenguaje de los yudocas. Fue el momento de dar a conocer el método de transcripción Hepburn, que utiliza todo yudoca, aún los de medio pelo, y sin embargo nadie conoce realmente.
Al poco se saltó al taller sobre la educación de los niños a través del yudo. Dio tiempo a dar un rápido repaso a algunas de las grandes corrientes de la pedagogía y a las escuelas o tendencias más representativas en la materia. En la gran mayoría se habla de respeto al educando como una constante. Suele común desde Rousseau hasta las más modernas corrientes de la educación, pasando por Piaget, Montessori, la High Scope… hablar de respetar la individualidad y la naturaleza del educando. En nuestro mundillo hemos observado que en determinados casos y ámbitos éste debiera ser un aspecto a revisar. Algunos aplican a sus educandos criterios que van más allá del siglo XVIII; medievales diríamos.
Algo de pedagogía
Acto seguido recordamos tres leyes fundamentales de maduración o crecimiento neurovegetativo para extrapolar en consecuencia lo adecuado o inadecuado de enseñar algunas de las llaves de yudo más frecuentes a unas edades u otras. Con casos prácticos fuimos esbozando el momento idóneo para explicar los diferentes grupos de llaves según su grado de dificultad y el momento de maduración de nuestro alumnado al que nos dirigimos. Esto que parece tan lógico y sencillo no siempre se tiene en cuenta en demasiados lugares y ámbitos, quedando a la intuición, cuando no a la improvisación de quienes luego se hacen pasar por estupendos y modernos profesores. Como nosotros tenemos la suerte de conocerlo siempre hemos pensado que lo mejor es extenderlo, compartirlo, intentar propagarlo.
Aún recuerdan aquella clase en que estuvieron toda la hora entera repasando el saludo
También en este taller disfrutamos muchísimo y volvimos a comprobar el gran interés de nuestros muchachos, algunos de los cuales se acaban de titular en sus correspondientes cursillos formativos de la Federación. Ellos mejor que nadie pudieron contrastar. Algunos aún recuerdan aquella clase en que estuvieron toda la hora entera repasando el saludo. En ocasiones así me acuerdo del gran Geesink y lo que nos decía sobre este tipo de cuestiones (‘místicas’ las llamaba) de nuestro deporte. También recuerdo lo mucho que aplaudieron aquellas vanguardistas opiniones algunos de los que hoy se postran irreconocibles defensores de la pompa, la ceremonia, la prosopopeya y otras manifestaciones atávicas. Huele a ese incienso que ponen tanto en Santiago de Compostela como en los templos sintoístas o budistas de la India.
Se abre la nueva vía: ‘Enseñar a enseñar’
Para finalizar, tras la ronda de conclusiones explicamos que este I Congreso, en realidad no ha acabado pues habrá de tener una segunda parte con talleres prácticos. Queremos dar oportunidad, a los que lo deseen, a preparar sus intervenciones sobre el tatami. Con ello tendrán oportunidad de comprobar si han aprendido algo y pueden utilizar de manera práctica toda la información recibida. Por otra parte, esta primera experiencia piloto debe de ser el germen del que surgirán diversos frutos dentro de la nueva propuesta de nuestro grupo que hemos dado en llamar ‘Enseñar a enseñar’. Es decir, que desde este momento, queremos dirigir nuestros esfuerzos, fuera del ámbito de nuestras clases, a programar actividades dentro de tres grandes cauces: ‘Enseñar a enseñar’, ‘Seiki-yuku’ y ‘Mañanas del YU’. Seguiremos apostando por los entrenamientos deportivos para quienes busquen superar límites y encontrar su máximo rendimiento (en la competición normalmente). Esa sería la idea de quienes acudan a nuestro ‘Seiki-yuku’. También vamos a continuar con nuestro programa de promoción de nuestro deporte y especialidades afines, que ya se conoce en toda la Zona Sur de Madrid: ‘Las Mañanas del YU’. Ahora la tercera pata de banqueta sería esta serie de sesiones que hemos dado por inauguradas con nuestro I Congreso dentro del proyecto de ‘Enseñar a enseñar’.
En este nuevo proyecto que ya nos hemos permitido iniciar por nuestra cuenta contamos con mucha gente interesada en colaborar. Iremos, poco a poco ordenando objetivos y equipos de trabajo, porque jamás pensamos en que esto que nosotros trabajamos nos sirviera para alejarnos de los demás, sino, muy al contrario, para acercarnos a todo aquel que ame el yudo y desee compartir con nosotros esta pasión. No hemos intentado lanzar algo sectario, pero bien cierto es que hemos estrenado, en paralelo a toda esta nueva actividad, la idea del CRISOL. Claro que de eso no puedo hablar en este ámbito tan público porque nos hemos comprometido, no a mantenerlo en secreto, sino a comunicarlo única y exclusivamente al que se acerque a preguntar y entendamos que es una persona preparada para aprehenderlo y compartirlo. De verdad que lo lamentamos (con lo que nos gusta escribir en este YUDIARIO las nimiedades en que empleamos nuestro tiempo con los mediocres –como nosotros- que nos rodean).
Epílogo
Por la tarde, tras un pequeño y bien merecido descanso se produjo la reunión de maestros para analizar resultados y extraer conclusiones. Se produjo en un grato ambiente con asistencia de seis maestros de dilatada experiencia y algunos destacados deportistas que expusieron inquietudes, deseos y proyectos. El leitmotiv fue, como siempre en esta serie de reuniones, el desarrollo del yudo, el crecimiento de nuestros grupos y el dilatar nuestros horizontes a fuerza de practicar los principios de mutuo beneficio y de máxima eficacia. Todos salimos satisfechos del comienzo de esta nueva etapa. Acabamos la reunión a la seis de la mañana… ¡como para no acabar satisfechos!
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