Bronce en el concurso nacional de katas de yudo por equipos
Se nos ha ido el curso 2016 - 2017 en un suspiro. Por más
que haya sido una temporada plena de éxitos y eventos, seguimos sintiendo bajo
la piel, muy dentro, el paso del tiempo como algo flexible e inexorable. Con el
grupo humano que tenemos es fácil vivir plenamente cada segundo, cada instante,
pero, a pesar de todo -o precisamente por eso- sentimos que el tiempo se nos va
muy rápido. Es tal la sucesión de acontecimientos que casi no hay espacio (ni
tiempo) para saborear cada instante. Vivimos al día, pero precisamente por
ello, seguimos gozando de la humildad del que siempre está dispuesto a
aprender. No hay momento para la vanagloria; en seguida llega el siguiente reto…
y casi siempre más exigente que el anterior. Así vivimos los yudocas y así se
aprende a hacerlo en el doyo. No hay lugar para preguntas del tipo de ¿merece
la pena? ¿por qué lo hago? La respuesta suele estar en las mismas preguntas:
"lo hago porque merece la pena" y "merece la pena porque lo
hago".
En el último fin de semana del curso todavía tuvimos un
acontecimiento muy importante. Se celebró en Guadalajara la décima edición del Kataylú;
y no hemos faltado a ninguna. Esa es otra cualidad de nuestro particular
estilo. Cuando apostamos por algo lo hacemos con vocación de perdurar, quizás
por todo lo que hemos comentado en el párrafo anterior en cuanto a cómo
sentimos que pasa el tiempo. Pero es que además, a pesar de lo que nos rodea
hoy en día. seguimos teniendo otra singularidad: somos fieles. Ya entendemos
que hoy en día dicha cualidad pasa por estulticia frente a la infidelidad que
suele rodearnos. Estamos en la cultura de lo efímero. Pero nosotros somos así y
los "nuestros" también. Es cierto que hay renovación constante de elementos
no dispuestos a aguantar la presión de las convicciones, de los principios; si
no le gustan tengo otros como diría Groucho. Pero nosotros a lo nuestro… La
propia renovación nos da vigor y convicción. Hasta los globos aerostáticos han
de soltar lastre para volar más alto.
En lo que al compromiso del campeonato de katas de
Guadalajara, conocido como Kataylú tenemos que hacer un balance positivo. Hay
que recordar que este torneo de katas de yudo para deportistas desde los 4 años
hasta los 104 (no hay límites) adquirió rango de Copa de España hace ya cuatro
años. También recordaremos que desde el año pasado se celebra, tras el concurso
por parejas, un encuentro por equipos. Pues bien, pese a todas las dificultades
(del compromiso ya hablaremos en otra ocasión), logramos por segundo año
consecutivo presentar equipo, que lo hubo de hacer sin la pareja Sub-21 lo que
mermó radicalmente las posibilidades de triunfar de nuestro combinado. Con todo
y con ello, los nuestros se llevaron el bronce lo que es todo un éxito, sin
lugar a dudas.
Pero es que, además, hemos batido marca en cuanto a presentar
entre nuestras parejas al más joven de nuestros representantes en estos diez
años de Kataylú. Con sólo siete años, Daniel Cambón fue el uke de Izan Sánchez,
de ocho años recién cumplidos, y ambos desarrollaron muy buenas demostraciones.
Lo mismo que el resto del equipo con especial mención a las parejas formadas
por Rodolfo Cruz y Miguel Ángel Moreno (Máster mixto) y Paula García con
Brandon Pérez. Muy poco les faltó para subir al podio en el concurso de dúos.
En el caso de Paula y Brandon por medio punto se quedaron sin la plata y, de
nuevo, por medio punto se vieron sin el bronce. No obstante, el más joven de
todos nuestros participantes fue Javier Nogales que cumplió siete años en marzo
y que realizó, así mismo, una gran demostración con su compañero Roberto García;
de ocho años recién cumplidos.
Todo esto nos ha animado mucho de cara al próximo curso y
ante la creciente desidia de muchos de nuestros juveniles y cadetes. Incluso
estamos pensando en introducir el estudio de katas de yudo algo más de tiempo
en el último trimestre de curso (como hacemos todos los años) o bien
anticipando el momento de comenzar su práctica en el curso. Como ahora llega el
tiempo de programación de la próxima temporada lo vamos a tener en cuenta.
Todos con medalla
La organización del Kataylú, desde sus inicios, premia a
todos los participantes y eso que se ha venido a desarrollar a través de la
profunda crisis que este país ha atravesado y aún hoy est´`a atravesando. De
esta manera, aunque ahora ya hay un podio, todos los nuestros se llevaron
medalla que viene a premiar los esfuerzos realizados en las últimas semanas. Pero
no era eso lo más importante, sino haber hecho de nuevo equipo, grupo, piña…
muchos niños superando obstáculos de todo tipo (enfermedades, otros compromisos…)
y disfrutando juntos sobre el tatami de tan singular evento en el que pueden
formar equipo un niño de siete años (Javier Nogales o Daniel Cambón) con todo
un veterano de 56 como el maestro Rodolfo Cruz. No en muchos otros deportes
pasa algo parecido ¿no?
Como anécdota citaremos que durante la primera parte del
concurso, el termómetro que había en el interior del pabellón llego a marcar
los 35 grados. Luego, estaba previsto iniciar, por la tarde, el campeonato por
equipos. Pero la organización propuso seguir hasta finalizar, aunque se hiciera
un poco tarde. Fue todo un acierto, pero antes de finalizar pudimos ver ese
mismo termómetro marcando los 39 grados. Y no hubo ni desmayos, ni quejas, ni
nadie que se quitase el yudogui.
Pocos días después, en el Pabellón Castillejo de Parla se
celebraban festivales de despedida del curso en varias modalidades deportivas.
Pudimos asistir por casualidad a la airada queja de varios padres que se
presentaron en la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Parla. La verdad
es que la queja podía estar tan fundamentada como subida de todo. Pidieron
aparatos de aire acondicionado como sabían se habían puesto en anterior visita
de político ilustre, sin reparar en que fueron costeados por quienes traían a
susodicho personaje de un partido político. A dichos padres tampoco les
hubieran prohibido hacer lo mismo. Amenazaron con presentar denuncia -no
sabemos si a la Agencia Estatal de Meteorología o al mismísimo Pedro Botero- y
se les olvidó que el evento era voluntario, como nuestro kataylú, en el que no
hubo la más mínima queja. Claro que lo nuestro se llama yudo y tiene entre sus
principios fundamentales el de ceder para vencer. De lo de quejarse por todo, y
sin fundamento, también tenemos noticias en nuestro propio seno, que de todo
hay en la viña del Señor (y perdón por la paráfrasis, si a alguien le ha
parecido inoportuna, que andamos cada vez más susceptibles en esta España que
algunos creíamos laica).
Nuestras más efusivas felicitaciones a nuestros yudocas
participantes en esta IV Copa de España "X Kataylú", así como a los
que formaron, a continuación, parte de nuestro combinado que se colgó el bronce
en el torneo por equipos:
Sub-9. Roberto García y Javier Nogales; Izan Sánchez y
Daniel Cambón.
Sub-11. Iker Onwuamaeze y Daniel Villa; Asier Villa y Ana
Parajuá; Ainhoa Fernández e Irene Nogales
Sub-13. Paula García y Brandon Pérez; Daniel Serrano y Lucas
Paredes; Paula García y Brandon Pérez
Sub-15. Carlos Bermejo y Álvaro Fernández
Sub-18. Naira Pérez y Álvaro García; Aharón Santamaría y
Marta Serrano
MÁSTER MIXTO. Rodolfo Cruz y Miguel Ángel Moreno
EQUIPO: SUB-9. Izan Sánchez - Daniel Cambón; SUB-11. Ainhoa
Fernández - Irene Nogales; SUB-13. Daniel Serrano - Brandon Pérez. SUB-15.
Aharón Santamaría - Álvaro Fernández; SUB-18. Naira Pérez - Álvaro García; MÁSTER
MIXTO. Rodolfo Cruz - Miguel Ángel Moreno
NOS VEMOS EN LOS TATAMIS
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