24.5.06
Celebramos nuestro Trofeo de San Isidro
El pasado día 15 de mayo se celebró en Madrid la festividad de San Isidro. Hace muchos años había un campeonato de yudo que se denominaba Trofeo San Isidro. Tenía mucho prestigio y era de carácter ‘open’ o abierto. Es decir, que podían participar los yudocas sin límite de peso. Siendo, quien esto suscribe, un chaval tuvo ocasión de acudir a algún que otro ‘San Isidro’. Aún recuerdo una final entre el legendario canario Santiago Ojeda (nuestro primer campeón de Europa) y el extraordinario José Luis de Frutos.
De Frutos estaba (y lo sigue estando) considerado uno de los grandes especialistas de yudo en suelo (ne-uasa). Pero José Luis debía pesar unos 75 kilogramos, mientras el canario superaba con creces los 100. Y para colmo, era un peso pesado de mucha movilidad. El caso es que de Frutos planteó un buen combate, pero hubo un momento en que acabó en el suelo en posición de desventaja. A esas alturas ya nos habíamos deleitado viendo a de Frutos salir de posiciones de desventaja, en el suelo, y acabar demostrando que era él quien tenía ventaja. En esta ocasión yo permanecí expectante viendo como Santiago Ojeda se aplicaba con toda su fuerza sobre una técnica de estrangulación al cuelo de de Frutos. No podía creer lo que estaba viendo. De Frutos no parecía poder hacer nada… Nada, más que resistir por encima de toda fuerza humana, por encima de toda lógica. Los segundos se hicieron interminables. De Frutos tenía la cara desencajada y los árbitros dejaban seguir. No como ahora que no dejan trabajar en suelo siendo el nuestro el único deporte en que se puede ver un trabajo similar. El caso es que, al final, el bueno de José Luis acabó rindiéndose tras aguantar de forma increíble. Era la primera vez que veía perder un combate a de Frutos. Claro que también era la primera vez que veía competir a Ojeda.
Con dicha impresión, al año siguiente, siendo todavía un mozo, mi maestro Rafael Ortega me dijo que había pensado en inscribirme para participar en el Trofeo San Isidro. Abrí unos ojos como platos y se adueñó de mí un estado de excitación importante: ¡yo en el San Isidro! No lo podía ni creer. Debía tener 16 años y se me concedía la gracia de medirme con los grandes, con los yudocas que eran, por entonces, mis ídolos.
En aquella ocasión y por abreviar se celebraba el San Isidro en el Palacio de deportes y en dos categorías: una hasta 75 kilogramos y otra de más. Yo participé en la de ligeros junto a varios compañeros del gimnasio (la mayoría también de mi edad). Presentamos el equipo más joven de todos y sólo Josele Campo (el gran Josele Campo) era un poco mayor (igual tenía 19 años. Claro que de Josele Campo (hoy fisioterapeuta del Estudiantes de baloncesto) hay que decir que fue el único yudoca español en conseguir ser Campeón de España senior con sólo 15 años de edad. El caso es que yo conseguí pasar a la ronda de finales que se disputaba por la tarde tras ganar dos o tres combates (supongo que tres). Y me esperaba en esas finales Eduardo Cruz, a la sazón el Campeón de España senior de menos de 65 kilogramos (más o menos lo que yo pesaba). Antes de alimentar ninguna expectativa diré que perdí contra Cruz. Pero también diré que sólo me ganó en los últimos segundos y por una ventaja mínima (koka). El caso es que nuestro joven equipo hizo un gran papel y en la suma de puntos de nuestras actuaciones individuales conseguimos el primer puesto. Mucho tuvo que ver que Josele ganó con brillantez el campeonato.
Y todo este preámbulo vale para decir que el San Isidro pasó a mejor vida cuando se transformó en el Trofeo Villa de Madrid. Al principio se intentó hacer de él un gran trofeo, pero, en la actualidad, ha pasado a ser un trofeo internacional (se suele invitar a los países vecinos de Portugal y Francia) para cadetes. De hecho, en la última edición, nuestra campeona de Madrid Yaiza Martín participó al ganarse dicho derecho por haber sido campeona del ‘ranking autonómico’.
Como el recuerdo del ‘San Isidro’ aún permanece en los viejos yudocas, se nos ocurrió celebrar nuestro particular Trofeo en el día del Santo Patrón madrileño, aprovechando que en Parla no es fiesta y que tuvimos nuestras clases normales. Sin avisar montamos nuestro San Isidro y hasta vinieron a participar algunos yudocas de otros clubes. Lo mismo en un par de años conseguimos implantar un nuevo san Isidro, sino tan importante como el que ya hubo, si que digno y que sirva para recordar aquel legendario trofeo madrileño.
En nuestro San Isidro hicimos dos categorías: La ‘open’ y la ‘mixta’ (señoritas con algunos pesos ligeros). La ‘open’ la ganó dominando con autoridad en todos sus combates, aunque con enconada resistencia de sus rivales, Pablo Martínez. El sub-campeón fue Carlos Grande que se enfrentó en dos ocasiones a Pablo dando bastante trabajo en la final a su compañero. Meritorios terceros puestos alcanzaron en esta categoría Manuel Cota y Sergio Martín.
En la categoría ‘mixta’ hubo muy buenos encuentros y yudo de calidad. Por ejemplo, en uno de los encuentros se enfrentaron la campeona de Madrid cadete, Yaiza Martín, y la sub-campeona de Madrid cadete, Lorena Blanco (del Club Deportivo Alterna). Ganó Lorena a Yaiza. Claro que Lorena es la sub-campeona del peso pesado con cerca de 10 kilogramos y Yaiza es la campeona de las más ligeras (hasta 44 kilogramos). Pero si queríamos hacer algo parecido a un ‘San Isidro’ tenia que ser así.
La campeona de la categoría mixta fue Lorena Blanco siendo sub-campeón Julio Matías, que lo hizo muy bien. Las terceras clasificadas fueron Magda Castellanos (del Club Deportivo Alterna) y Yaiza Martín.
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