30.6.06

Examenes de Fin de Curso

Todos los que se presentaron a los examenes de pase de cinturón aprobaron

La última semana de clases de yudo sirvieron para realizar las pruebas correspondientes al pase de grado de los alumnos menores de 13 años que hubieran llegado a ese momento del curso con, al menos, tres danes. En este curso, además, pusimos algunas condiciones especiales como el no faltar a un tercio de las clases del último mes, o no haber faltado a un tercio de las clases a lo largo de todo el curso (aunque se hubieran alcanzado los tres danes imprescindibles). Tenemos que decir que, en general, nuestros yudocas más jóvenes, demostraron un gran interés, realizando ejercicios de mucho mérito con lo que todos los que se presentaron superaron las pruebas correspondientes, en una primera convocatoria o en las posteriores de repesca. Pero, eso no quiere decir que este año hayan pasado de cinturón todos nuestros alumnos. Tenemos que lamentar que algunos dejaron de asistir a nuestras clases en el mes de junio y, por ello, no pudimos examinar sus conocimientos y progresos. Tenemos un dicho, medio en broma, medio en serio: “no vamos a casa de nadie a examinarlo” (tampoco a llevar nuestras circulares informativas). De este modo, muy a nuestro pesar, tenemos que reconocer que algunos alumnos no han pasado de cinturón y deberán esperar a las repescas del mes de diciembre (si es que siguen con nosotros, tras haber demostrado tanta falta de disciplina). Quizás sea el momento de reflexionar por la actitud de aquellos padres que permiten a sus hijos faltar un día a la semana para que éstos vayan a darse un chapuzón en la piscina, a tocar la guitarra o para que se queden en casa jugando a la “play”. También es generalizado el faltar con cierta frecuencia para asistir a cumpleaños de amigos (que antes se celebraban en fin de semana para no alterar la rutina de cada cual).

Se da la paradoja de que algunos padres piden cambiar horarios y abusan de la buena fe del profesor y de su flexibilidad solicitando que sus hijos puedan quedarse a dos clases para que así se compense su falta de disciplina y de respeto a la actividad. Nunca se ha puesto obstáculo alguno a los niños de buen comportamiento que quieren entrenar más, pero hay casos y casos. No es lo mismo entrenar tres horas a la semana en días alternos que una hora el lunes y dos el viernes. Algunos padres recurren a unas extrañas matemáticas que no funcionan en deporte. Este curso hemos impartido 101 clases de una hora. El que haya aprovechado todas y cada una de las clases ha realizado un soberbio trabajo de desarrollo psicomotriz, de ejercicio muscular compensado y de acondicionamiento físico, en general. Pero quien crea que entrenando 4 horas diarias durante 25 días seguidos hubiera realizado el mismo trabajo, recurre a unas matemáticas que no funcionan en deporte; no se trata de eso.

Luego, todavía hay padres que se extrañan cuando el niño en cuestión empieza a “aburrirse” y piden ayuda al propio profesor al que, de alguna manera, han dejado sin autoridad, preparándose un “yudo a la carta”. “Últimamente me cuesta mucho que venga y no voy a traerlo obligado”. Nos quedamos pasmados con eso de la ‘obligación’, con esos planteamientos de no desairar al niño que “ya no quiere”, que “ya no le gusta”. Cuidadito con forzar a una criatura a hacer una actividad que es buena para su desarrollo; una actividad que eligió él y que es divertida donde las haya. Cuidadito con “obligar” a un niño a hacerse cargo de su propio deseo, a ser consecuente con su propia decisión. Lo mismo nos sale un niño responsable y a ver qué hacemos entonces.

Hemos redactado muchas veces esta misiva hasta darle la forma que ahora tiene. Es que no queremos cargar contra nadie; no queremos ser duros; no queremos herir susceptibilidades. Pero nos vemos en la obligación de seguir propagando las normas de nuestra especialidad y los principios de nuestra disciplina. En estos días en que medio país se acaba de llevar el berrinche de cada cuatro años con el deporte nacional, nuestras reflexiones quizás sean más actuales que nunca. No sólo se trata sólo de ser un magnífico deportista. No nos vamos a sumar a los millones de análisis ya realizados en cada esquina del país. Simplemente nos permitimos utilizar este ejemplo tan reciente para recordar que en nuestro deporte sí que sigue siendo de vital importancia tener una serie de principios que hoy día, ni siquiera reputados deportistas parecen tener. Cuando nosotros hablamos de RESPONSABILIDAD, DISCIPLINA, RESPETO, SUPERACIÓN, ESFUERZO, CORAJE… Sabemos de lo que hablamos ¿nos entienden? Son valores sagrados que no se adquieren por arte de magia a los veinte años (o a cualquier otra edad). Se trata de educar al individuo desde bien jovencito. Pero ¡ojo! No vamos nunca a renunciar a presumir con orgullo de nuestros alumnos, de los que siguen con nosotros, de los que hacen grande nuestro pensamiento; incluso de los más jóvenes. Hablamos de otros que se quedan por el camino, por falta de un entorno adecuado. Los que se nos van, año tras año, lo suelen hacer tras demostrar una falta total de disciplina, de responsabilidad, de capacidad de superación. ¡Qué lastima! Dejan de tomar la mejor medicina que tienen a su alcance para acabar con sus limitaciones. Claro que, a lo mejor, se trata de eso, de que no quieren acabar con sus limitaciones; se encuentran cómodos con ellas. Siempre ha sido muy útil al género humano tener algo o alguien a quien echar las culpas de nuestros fracasos. Sólo los valientes se enfrentan a sus limitaciones con el coraje de superarlas. Muchos de nuestros yudocas lo intentan a diario. No es un camino fácil, pero es el camino. Recuerden que DO (esa palabra que junto con yu denomina nuestro deporte) quiere decir camino. Y ese Do se entiende como el camino que cada cual escoge en esta vida para sentirse útil y para estar en armonía (equilibrio) con su entorno: con la naturaleza y con los demás.

Gracias a los que año tras año siguen depositando en nosotros su confianza para que les ayudemos a educar a sus hijos. Esperamos no defraudarles nunca.

Alumnos que pasan de cinturón:
En la clase de yu-yitsu de adultos, pasaron a Cinturón Verde (san-kyu) Marco Castellanos, Nuria Felipe y Rubén Pinto.

En las clases de yudo y yu-yitsu infantil pasaron cinturón Blanco Amarillo: Adrián calleja, Álvaro Forcén, Luis Hidalgo, Raúl López, Christian Pérez, Javier Pinilla, David Rubio, MiguelSerrano, Jonathan Sáncehz-Crespo, Celia García, Laura García, María Gil, Jesús Lázaro y Omar Sánchez.

Pasaron a Cinturón Amarillo: Daniel Pacheco, Itziar Sánchez y Lidia García

Pasaron a cinturón Naranja: Marina Cabrero, Oscar Machado y Víctor Irala.

Pasaron a Cinturón Naranja Verde: Francisco Hidalgo, José Manuel Sieiro y Sonia Sieiro.

Pasó a cinturón Verde Azul: Sergio Cortés

Pasó a cinturón Azul Marrón: David Monforte

Pasaron a Cinturón Marrón (sho-kyu): Francis Pérez y Sergio María


¡ENHORABUENA A TODOS!
CAMPEONES DE PUNTOS
Por otra parte, los alumnos más destacados a lo largo de todo el curso, al ser los más puntos entregaron, fueron:


Super-Campeón: SERGIO CORTÉS TAMAYO con 6.080 puntos

Super- Sub Campeona: LIDIA GARCÍA DELGADO 5.060 “


Super Tercera: LAURA GARCÍA DELGADO 4.470 “

1º Clase de M y J: Erick Bolaños Cuascota 4.430 “
2ª Clase de M y J: Celia García Delgado 4.360 "
3ª Clase de M y J: María Gil Cañamero 3.580 "

1ª Clase Yudo
1º Oscar Manchado Rubio 3.780 puntos
2º Luis Hidalgo Bravo 3.700 "
3º Francisco Hidalgo Bravo 3.530 "
2ª Clase Yudo
1º David Monforte Donaire 4.330 puntos
2º José Manuel Sieiro Díaz 3.920 "
3ª Sonia Sieiro Díaz 3.650 "

En cuanto a nuestra Liga de Primavera, hay que felicitar a los siguientes equipos:

DRAGONES BLANCOS (David Rubio, Marina Cabrero y Javier Flores) por ser los campeones en la clase de mangas verdes y rojas

LOS LEGENDARIOS TIGRES BLANCOS (José Manuel Sieiro, Sergio Cortés y Sergio María) por ser los campeones de la clase de mangas amarillas y azules

THE KINGS ( Adrián Carnicero, Eduardo Pérez, Itziar Sánchez y Omar Sánchez) por ser los campeones de la clase de yudo y yu-yitsu infantil

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