Cuando vemos escenas de violencia relacionadas con el deporte suele ser en las gradas, en la tribuna… Y casi siempre suele ser en algún partido de fútbol. Pero también sabemos que se suceden los episodios de agresividad y bronca en otros deportes. Son clásicas las escenas de ‘hockey sobre hielo’ en que los jugadores acaban a palos –y nunca mejor dicho- mientras los árbitros asisten impotentes a la refriega.
A nosotros, como deportistas, nunca nos ha hecho la menor gracia el tema. Ya hemos hablado muchas veces de lo mal que nos parece que a un jugador se le pueda abuchear por tener el pellejo más oscuro que los demás, que a un juez se le pueda insultar por ser el encargado de decidir la aplicación de un reglamento… También hemos denunciado, muy preocupados, algunos casos que, nos parecía, empezaban a acercarnos peligrosamente a otros deportes. Y avisábamos que no queríamos ser agoreros, pero que nos parecía que se estaba empezando a desfilar por un estrecho sendero del que es difícil retornar y cuyo fin no aguarda con nada bueno.
Pues bien, ya tenemos un caso sonado en el que se ha metido nuestro siempre respetuosos deporte. De momento el escándalo ha aparecido en el otro lado del charco; a más de mil kilómetros, como quien dice. Pero no por ello es bochornoso y muy preocupante. Se diputaba la final femenina de la categoría de hasta 52 kilogramos. Fue dura e igualada hasta el punto de tener que disputarse la prórroga a la ‘koka de oro’. En ese momento, el árbitro dominicano Juan Challas. Su pecado fue el de entender que la yudoca brasileña cometió un falso ataque y sancionarlo con ‘sido’ dando así la victoria a la cubana por ‘koka de oro’. Se ve en algunos vídeos que el ataque fue cuando menos patético. Humildemente en YUDIARIO entendemos que era sancionable. Otra cosa es que a nosotros no se nos ha convocado para arbitrar y sí al señor Challas. El caso es que el publicó arrojó vasos y botellas de agua, además de monedas y otros objetos, hacia la zona de competición en protesta por la decisión arbitral. Con la cubana Sheila Espinosa celebrando su triunfo y la brasileña Erika Miranda llorando desconsolada, en la grada se fueron calentando las cosas.
El ex boxeador cubano Teófilo Stevenson, tres veces campeón olímpico, y su compatriota, la ex jugadora de voleibol Regla Torres, que seguían los combates desde las tribunas, tuvieron un altercado con el ex yudoca brasileño Aurelio Miguel (Campeón Mundial), quien comentaba la jornada para un canal de televisión.
La pelea, según el diario LANCE, empezó cuando el presidente de la Federación del estado de Ceará de yudo, Eduardo Costa, tiró una bola de papel contra la delegación cubana cuando ésta abandonaba el tatami. Entre tanto su colega de la Federación del estado de Maranha, Francisco Neto, gritaba colérico a los antillanos. Entonces hubo agarrones, puñetazos, insultos, amenazas… La Guardia Nacional brasileña hubo de intervenir finalmente para separar a decenas de personas enzarzadas en una soberana refriega. Entre tanto, los árbitros abandonaban el pabellón entre abucheos; varias sillas de plástico quedaron destrozadas.
¡Esto es lo que hay! Nos quedamos sin argumentos. Nos quedamos con la garganta oprimida de rabia y vergüenza. ¡Qué bochorno! Y todo esto con el Campeonato del Mundo a la vuelta de la esquina. Del 13 al 16 de septiembre se disputa el mundial de yudo en Río de Janeiro. Para colmo, Brasil aspira a organizar los Juegos Olímpicos de 2016 (suponemos que se empezarán a ir despidiendo después de esto y de más incidentes en los propios Juegos Panamericanos. Los brasileños volvieron a montar una tremenda trifulca, en esta ocasión con motivo de un partido de balonmano que enfrentaba a su selección nacional con al de Argentina. Todo eso podría beneficiar indirectamente a la candidatura de Madrid 2016 en cuyo equipo ya sabéis que anda metido nuestro amigo Ernesto Pérez Lobo. En fin…
A nosotros, como deportistas, nunca nos ha hecho la menor gracia el tema. Ya hemos hablado muchas veces de lo mal que nos parece que a un jugador se le pueda abuchear por tener el pellejo más oscuro que los demás, que a un juez se le pueda insultar por ser el encargado de decidir la aplicación de un reglamento… También hemos denunciado, muy preocupados, algunos casos que, nos parecía, empezaban a acercarnos peligrosamente a otros deportes. Y avisábamos que no queríamos ser agoreros, pero que nos parecía que se estaba empezando a desfilar por un estrecho sendero del que es difícil retornar y cuyo fin no aguarda con nada bueno.
Pues bien, ya tenemos un caso sonado en el que se ha metido nuestro siempre respetuosos deporte. De momento el escándalo ha aparecido en el otro lado del charco; a más de mil kilómetros, como quien dice. Pero no por ello es bochornoso y muy preocupante. Se diputaba la final femenina de la categoría de hasta 52 kilogramos. Fue dura e igualada hasta el punto de tener que disputarse la prórroga a la ‘koka de oro’. En ese momento, el árbitro dominicano Juan Challas. Su pecado fue el de entender que la yudoca brasileña cometió un falso ataque y sancionarlo con ‘sido’ dando así la victoria a la cubana por ‘koka de oro’. Se ve en algunos vídeos que el ataque fue cuando menos patético. Humildemente en YUDIARIO entendemos que era sancionable. Otra cosa es que a nosotros no se nos ha convocado para arbitrar y sí al señor Challas. El caso es que el publicó arrojó vasos y botellas de agua, además de monedas y otros objetos, hacia la zona de competición en protesta por la decisión arbitral. Con la cubana Sheila Espinosa celebrando su triunfo y la brasileña Erika Miranda llorando desconsolada, en la grada se fueron calentando las cosas.
El ex boxeador cubano Teófilo Stevenson, tres veces campeón olímpico, y su compatriota, la ex jugadora de voleibol Regla Torres, que seguían los combates desde las tribunas, tuvieron un altercado con el ex yudoca brasileño Aurelio Miguel (Campeón Mundial), quien comentaba la jornada para un canal de televisión.
La pelea, según el diario LANCE, empezó cuando el presidente de la Federación del estado de Ceará de yudo, Eduardo Costa, tiró una bola de papel contra la delegación cubana cuando ésta abandonaba el tatami. Entre tanto su colega de la Federación del estado de Maranha, Francisco Neto, gritaba colérico a los antillanos. Entonces hubo agarrones, puñetazos, insultos, amenazas… La Guardia Nacional brasileña hubo de intervenir finalmente para separar a decenas de personas enzarzadas en una soberana refriega. Entre tanto, los árbitros abandonaban el pabellón entre abucheos; varias sillas de plástico quedaron destrozadas.
¡Esto es lo que hay! Nos quedamos sin argumentos. Nos quedamos con la garganta oprimida de rabia y vergüenza. ¡Qué bochorno! Y todo esto con el Campeonato del Mundo a la vuelta de la esquina. Del 13 al 16 de septiembre se disputa el mundial de yudo en Río de Janeiro. Para colmo, Brasil aspira a organizar los Juegos Olímpicos de 2016 (suponemos que se empezarán a ir despidiendo después de esto y de más incidentes en los propios Juegos Panamericanos. Los brasileños volvieron a montar una tremenda trifulca, en esta ocasión con motivo de un partido de balonmano que enfrentaba a su selección nacional con al de Argentina. Todo eso podría beneficiar indirectamente a la candidatura de Madrid 2016 en cuyo equipo ya sabéis que anda metido nuestro amigo Ernesto Pérez Lobo. En fin…
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