En primer lugar nuestra enhorabuena les llegó por estar todo el equipo completo y dispuesto a tomar parte en la prueba. Lo decimos muy en serio porque conocemos las dificultades de algunos de ellos para cumplir con su compromiso; alguno estuvo enfermo durante la semana y apenas se había recuperado en la mañana del sábado, otros movilizaron a su familia para poder desplazarse hasta el madrileño pabellón deportivo. La actitud de estos cinco muchachos y de sus familiares contrasta con la de otras personas en tiempo recientemente pasado cuando nos hemos visto con equipos mermados sin que apareciesen quienes se habían comprometido. Por ese motivo ya anunciamos que con chavales como estos, con la total implicación de sus padres, se puede ir al fin del mundo (y se va encantado).
En lo deportivo también tenemos felicitaciones y nada más que felicitaciones. Los cinco componentes de nuestro equipo hicieron lo se esperaba de ellos (y es que entrenan como hombrecitos). Todos salieron a llevar la iniciativa en sus encuentros, buscando aplicar las técnicas que se ensayan en las clases y sin dejar resquicio al desaliento. No tuvieron una sola queja, ni una sola duda de lo que había que intentar.
En nuestra liguilla nos medimos a dos equipazos con chavalines muy guerreros y experimentados. Hay que decir que nuestro equipo está compuesto por cuatro alevines de primer año y sólo José Alberto Santiago, nuestro ‘veterano’, ha nacido en 1999. Eso quiere decir que la próxima temporada contaremos con el mismo equipo alevín, prácticamente; y para entonces tendrán todos más experiencia. A estas edades se nota mucho si un yudoca se enfrenta a otro un año mayor.
Conseguimos ganar el primer encuentro en ajustadísimo resultado, para luego perder con el segundo equipo y no conseguir, por tanto, entrar en octavos de final. Pero nos lo pasamos de maravilla con los ipones de José Alberto Santiago (cuatro ipones en pie marcó), con el coraje de Javier Martínez, que pese a ser ligerísimo dio guerra a todos sus rivales, o con la fenomenal actitud de Marco Antonio (parecía luchar contra gigantes, siempre más altos que él), de Sergio Velarde (con actitud corajudo pese a llegar pálido de las fiebres que había soportado a lo largo de la semana) y de Javier Moreno (que también marcó sus dos ipones en pie y estuvo a punto de ganar su segundo encuentro).
Entrenamiento en Villaviciosa de Odón
Dio tiempo a coger los coches y acercarse, desde La Arganzuela a Villaviciosa de Odón a ver a otro fenomenal puñado de yudocas de nuestro club (WLAC-Yudo). En el nuevo Centro de Tecnificación Deportiva de la Federación Madrileña de Yudo se encontraban Marina Cabrero, Jaime Alamillo, Olga Correredera, Cristina Moreno, José Manuel Sieiro y Carlos Mingorance.
Nos alegró muchísimo ver en el amplísimo tatami de Villaviciosa a nuestras chicas Marina y Cristina a las que acompañaba Olga Corredera, una señorita con grandes condiciones, pero que no se prodiga mucho en este tipo de convocatorias. Por eso la felicitamos efusivamente y animamos a que insista en seguir participando en este tipo de actividades con sus compañeras. Junt a las tres yudocas acudió Jaime Alamillo completando nuestro cuarteto de infantiles que participaron en el entrenamiento. Además de ellos, estuvieron dos cadetes como José Manuel Sieiro y Carlos Mingorance que suelen asistir a este tipo de llamadas sin pestañear y, claro, son de los que más están progresando en este curso.
El ambiente en el Centro de Tecnificación Deportiva de la Federación Madrileña de Yudo era magnífico. Además de concentrase en la instalación varias actividades deportivas, sólo en el entrenamiento de infantiles y cadetes (que coincidió en tiempo y espacio con el de los Sub-20, Sub-23 y Senior) había más de cien deportistas de muy diferentes procedencias. Por eso se trata de una magnífica ocasión de contrastar lo que se va practicando en nuestro ámbito con yudocas de variada formación. Además, los chicos, con lo abiertos que son hoy día, es raro que no hagan nuevos amigos en cada una de estas salidas y, no o olvidemos, eso es objetivo principal en toda práctica deportiva.
Mención especial para las familias Mingorance y Moreno. Primero tuvieron a sus hijos (Javier y Marco Antonio) en el equipo 'alevín' en La Arganzuela y, casi al mismo tiempo, estaban los hermanos de éstos (Carlos y Cristina) en el entrenamiento de Villaviciosa de Odón. Fenomenal derroche de energía y actitud.
Otro entrenamiento la próxima semana
Ahora, con el fin de semana a punto de escaparse por la puerta del pasado, volveremos a mirar hacia delante para recordar que en el calendario se nos echa encima un entrenamiento de mangas verdes, rojas y amarillas. Se trata de una sesión lúdica preparada por al Federación Madrileña de Yudo en el mismo Centro de Tecnificación antes mentado para el próximo sábado día 27 de noviembre. Se ha dado en denominar a la cita como ‘promo-yudo’ y nuestro grupo comenzará a disfrutar del entrenamiento a las 13:00 horas, por lo que se debe acudir al menos quince minutos antes de dicha hora.
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