Ariadna Gamito también subió al podio en el Autonómico alevín de yudo
Nuestros alevines apuntan maneras. Empieza a emerger una nueva generación de buenos yudocas en nuestro CDE WLAC-Yudo todos ellos formados en las Escuelas Municipales de Parla y que siguen en ellas. O habría que matizar… a pesar de formarse en las Escuelas Municipales de la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Parla.
Pero no es momento de quejas ni reclamaciones. Siempre hemos
demostrado hacer yudo (ceder para vencer) y no vamos ahora a aflojar ni un ápice.
Ahora es momento de sacar pecho y nosotros también somos humanos; sacamos
pecho.
Decidimos presentar a este exigente y maratoniano campeonato
autonómico para niños de entre 10 y 12 años a los yudocas que han nacido en
2000. Ya nos temíamos que se iba a tratar de un encuentro masificado y de larga
duración. No nos equivocamos y podía haber sido peor; faltaron muchos de los
inscritos.
Con esa disposición nos presentamos en “nuestra parcelita de
fin de semana”, el Pabellón de Yudo de Villaviciosa de Odón. Llegamos cuando ya
la competición había arrancado y tomamos el pulso a la situación. No habíamos
errado en nuestras previsiones; muchísimos niños, voluntarios al borde del
ataque de nervios, padres nerviosos… Y aprovechamos para mandar desde aquí una
calurosa felicitación a los voluntarios de la Federación Madrileña de Yudo por
su saber estar, su saber estar y su alta dosis de paciencia equiparable a protagonistas
bíblicos como el mismísimo Job. Por cierto, que nos llevamos la sorpresa de ver
a los hermanos Sieiro en plena actividad dentro de este grupo de voluntarios. Nos
hizo mucha ilusión.
El primero de nuestros deportistas en saltar al tatami fue
Javier Martínez, “Javierito”, que tuvo un estreno fantástico. Marcó ipón en
poco tiempo y cogió mucha confianza. Entre tanto estaban en el pesaje sus
compañeros Marco Antonio y Ariadna. Decimos en el pesaje y queremos decir en la
cola, luciendo sarumata *.
El segundo encuentro de Javierito fue muy emocionante y dispuso de muchas oportunidades pero acabó cediendo ante un experimentado rival; muy experimentado para estas edades. De tal manera que lo lógico era esperar que Javier entrase en repesca como así sucedió.
Sarumata: Calzoncillo (en japonés)
El segundo encuentro de Javierito fue muy emocionante y dispuso de muchas oportunidades pero acabó cediendo ante un experimentado rival; muy experimentado para estas edades. De tal manera que lo lógico era esperar que Javier entrase en repesca como así sucedió.
Poco después de Javier entraron en acción Ariadna y Marco
Antonio. Ambos tuvieron muy buen debú. Ari marcó ipón en seguida y Marco
Antonio un uasari que bien podría haberse cobrado por el árbitro como ipón. La
cosa es que Marco Antonio, pese a haber demostrado superioridad se descuidó un
poco y lo acabó pasando mal para superar su primer embate.
Al ratito acudían al Pabellón Sergio Velarde y Javier Moreno, “Javierón”. Les dejamos en el vestuario para solventar el trámite del
pesaje y seguimos echando una mano a sus compañeros. Hubo momentos en que la
casualidad quiso que no diéramos abasto. Así, sucedió que mientras veíamos a
Ariadna en un complicadísimo segundo encuentro que a la postre perdió en la técnica
de oro, Marco era sancionado con un jansoku-make. Al parecer Marco agarró el
pantalón del rival en un gesto inconsciente mientras se caía hacia delante. Como
él bien decía, nadie le ha enseñado a agarrar del pantalón pero tampoco habíamos
tenido ocasión de avisarle de que tal gesto supone la descalificación. En todo
caso, esa es una de las causas por las que nos parece positivo participar en
este tipo de encuentros tan exigentes; siempre es toda una experiencia y se
puede aprender mucho. A Marco no se le va a olvidar fácilmente ese gesto
prohibido en el reglamento.
Una vez concluida la participación de marco nos quedaba ver
a los más grandes de nuestros yudocas y esperar las repescas. Ari también
repescó y en su primer encuentro volvió a ser expeditiva. Marcó un ipón a las
primeras de cambio. Volvía a sonreír. Por su parte, Javierito hacía otro tanto
en la otra punta del Pabellón y casi al mismo tiempo. Poco después se estrenaba
Sergio Velarde y también conseguía en magnífico ipón en pie (él también
consiguió quedarse de pie, como un fenomenal yudoca).
Javierito acabó perdiendo su segundo encuentro de la repesca
en un enfrentamiento en el que dispuso de muchas ocasiones. Pero es aún muy
joven y jugó con mucha nobleza en una categoría en la que hay multitud de niños
que ya saben especular con el tanteo y… mucho más. Su participación fue
estupenda aunque ese 9º puesto supo a poco después de haber marcado dos espléndidos
ipones.
Muy poco después Javierón ganaba su primer encuentro por ipón
en suelo, solventando muchas dificultades que le estaba planteando su oponente.
Después, el pequeño de los hermanos Moreno volvía a ganar por ipón, en este
caso con un magnífico osotogari. Ya empieza a lanzar la pierna en este tipo de
técnicas, demostrando mucha disciplina y confianza en lo que le propone su profesor.
Volvíamos a la otra punta del Pabellón para ver a Ariadna en
su Final de Repesca ante una rival de parecida complexión a la suya; porque hay
que decir que Ari no era ni con mucho la más alta de su peso… todo lo contrario.
También en este caso salió a relucir la Ariadna más expeditiva y en apenas unos
segundos derribaba a su adversaria y conseguía aplicar un control (osae-uasa)
que le supo a bronce.
Sergio, no conseguía la misma alegría que su compañera Ari y
cayó en el segundo encuentro y no tuvo repesca. De manera que quedaba Javierón
en liza y el muchacho siguió tenaz en su camino hacia la Final. De hecho ganó
todos sus encuentros por ipón hasta que se plantó en el último encuentro, un
tanto cansado, y frente a otro rival que había hecho otro tanto.
A las primeras de cambio Javier Moreno fue sorprendido por
un rápido movimiento de su oponente y cayó al suelo. El árbitro estimó que era
guasari aunque, honestamente, nosotros apreciamos un ipón sin paliativos. En
todo caso, Javierón se levantó con ganas de enmendar su error y estuvo muy
activo, pero, quizás un tanto alocado. Acabó confundiendo sus ansias de
derribar a su adversario y se lo tiró encima cayendo dolorido y atenazado en una
inmovilización de la que no pudo zafarse.
Al final salimos muy contentos de este Autonómico de
Alevines, con un sub-campeón y una medalla de bronce. Pero, sobre todo, nos dio
gran felicidad comprobar que nuestro jovencitos yudocas siguen apostando por lo
que se les explica en clase. Alguno van entendiendo eso de combinar movimientos
(o-soto-gari con hiza-guruma, ipon-seoe-nague con co-uchi-barai, jarai-gosi con
osoto-gari, etc.) Otros van puliendo el que, de momento, parece ser su
tokui-uasa. Ariadna sigue buscando su tai-otosi más eficaz. Javier Moreno se va
atreviendo con o-soto-gari. Javier Martínez ya se decide con jaraigosi desde
agarre de kosi-guruma 2. Sergio Velarde aún busca decidirse entre tai-otosi y
jaraigosi. Marco Antonio pelea por su ipon-seoe-nague. Y los cinco lo hacen con
disciplina, recordando lo que les enseña su profesor en las clases de yudo e intentando aplicarse a ello por la
vía de la acción: atacando con iniciativa, siendo combativos y sin dar un paso
hacia atrás.
Por todo ello, tenemos que reconocer que salimos de
Villaviciosa con una gran satisfacción que combatía tenaz con otra sensación no
menos presente. Estábamos hambrientos. Porque hay que decir que nos retiramos
del Pabellón cerca de las cuatro de la tarde. Claro que en ocasiones como ésta,
uno se alimenta de la felicidad de sus alumnos. A eso y para concluir añadiría
las palabras de Benjamín Franklin, que me vienen a la memoria: “El que se alimenta de ilusiones puede morir
de hambre”.
NOS VEMOS EN LOS TATAMIS
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