Estimados socios, amigos, seguidores, simpatizantes y
lectores en general:
Es para mí un honor y motivo de alegría que quiero compartir
el que se haya aceptado la candidatura de nuestro (vuestro) club WLAC-Yudo para
las elecciones de la Federación Madrileña de Yudo.
Cada ciclo olímpico se convocan elecciones en todas las
federaciones deportivas. Al ser éste año de Juegos así sucede en la de yudo
también y, en nuestro caso en la madrileña.
Llevo practicando yudo 43 años de los cuales 41 ha sido con
licencia federativa. He tenido reconocidas asociaciones, clubes y entidades en
la Federación Madrileña de Yudo unos treinta años. Soy cinturón negro desde
1978. En todo ese tiempo, jamás –y digo jamás- he tenido la oportunidad de
emitir mi voto en unas elecciones como las que están próximas a celebrarse.
Siendo como soy un firme convencido de que la democracia es
el menos imperfecto de los sistemas que regulan la vida social y política de
las personas me siento muy satisfecho de emitir este comunicado. Y animo a
todos los defensores de la democracia -que los hay y son legión- a ejercer su
derecho a votar en libertad y sin coacciones, porque con ello refuerzan el
valor de los principios democráticos.
Los deportistas suelen estar muy ajenos a cuestiones de política
deportiva y hacen bien. No obstante las decisiones de los dirigentes político-deportivos
les afectan. Algo de esto deben saber los SUB-23 por ejemplo. Por ello, se me
ocurre animar a los más jóvenes deportistas a que reflexionen sobre un derecho
que costó muchísimo volver a traer a este país, tras la larga dictadura que soportó,
como es el de expresar mediante el voto a quién se entrega la confianza para
representar los intereses colectivos durante un determinado tiempo. Los
deportistas mayores de 16 años con licencia de la Federación Madrileña de Judo
y DA tiene derecho a votar. Anímense a informarse en estos días y tómense la
molestia de ejercer su derecho. Sólo eso daría un aire nuevo a nuestro
estamento y fortalecería la legitimidad de quienes acaben siendo elegidos. También
dotaría de confianza y autoridad (autoritas, en el sentido romano de la palabra)
a los elegidos para dedicarse a la loable labor de ponerse al servicio de los
demás en pro de un objetivo común: conseguir lo mejor para el yudo madrileño.
Un cordial saludo.
Fdo.: Wladimiro Martín
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