5.11.12

X Festival Aniversario W. Martín en EE.MM.

Han sido días de trasiego. La ilusión removió obstáculos allá donde aparecieron. Eso y la desbordante energía del equipo del que formo parte… y a mucha honra.

Proyección de video homenaje a los 10 años de EE.MM.

Hubo que trasladar colchonetas, pedir furgoneta, encargar videos, carteles, fotocopias… movilizar patrullas de ayudantes, reciclar medallas con su correspondiente inscripción, calcular tiempos, diseñar programas, activar medios de todo tipo. Parece que no, pero ahora que casi hemos acabado (queda la recogida de una buena tanda de colchonetas) nos damos cuenta de que sí se precisó de mucha implicación y de mucho esfuerzo. Pero no nos dimos cuenta gracias a la colaboración de todo aquel al que se le solicitaba. A veces ni eso. Muchos nos aportaron enormes toneladas de implicación sin siquiera pedirlo. Así somos los yudocas. Y, en esta ocasión, sí que hemos conseguido contagiar a muchos que no lo son y que actuaron, casi, casi, como si lo fueran. Nos han prestado proyectores, ordenadores, una pantalla, equipo de megafonía, música… Todo aquello con lo que hicimos de un humilde festival de celebración de diez años de singladura un verdadero acontecimiento deportivo-social en la localidad de Parla.

Daniel Serrano no quiso perderse el festival pese a estar escayolado

A pesar de las inclemencias meteorológicas y de ser Puente tuvimos una muy notable asistencia. Bien es cierto que lamentamos no contar con multitud de nuestros más participativos yudocas. Les echamos de menos. Pero no es menos cierto que no se puede estar en todas y que habrá más para seguir participando juntos en este tipo de actividades que tanto nos gustan a todos.

Jugando a la ola japonesa con Sonia y Dani Corroto

Tempranito en la mañana quedamos a tomar café en la localidad de Torrejón de Ardoz donde residen los profesores Cristina y Wladimiro con nuestros amigos del Club SILVER que no quisieron perderse nuestro acontecimiento. También ellos echaron una buena mano.

Los bandas verdes, el grupo más numeroso, lo pasaron en grande

De Torrejón nos desplazamos hasta Canillejas, antes de ir a Parla. Recogimos a nuestra compañera Sonia Sieiro que acudió al evento con su novio Adrián Martín, otro fenomenal yudoca que también echó una mano. A él debemos la mayor parte de las fotografías de este reportaje gráfico.

Adrián Martín, nuestro fotógrafo en un momento de descanso

Al llegar al Pabellón de la Cantueña ya teníamos una docena de colaboradores dispuestos a todo. En un pispás se colocaron las 80 colchonetas que conseguimos reunir. Veinte del club, 18 prestadas por la AMPA del CEIP Magerit y las restantes cedidas por la Concejalía de Deportes delAyuntamiento de Parla, que, todo hay que decirlo, se volcó en el evento. También la gente de la AMPA del Magerit. De hecho, tuvimos presencia de tres concejales del Consistorio, además de la del director de Educación, Jesús López. Los ediles presentes, además del de Deportes, Educación y Juventud, Gonazlo de la Puerta, fueron Mercedes González (Mayores) y Ángel Sánchez (Desarrollo del Empleo y Nuevas Tecnologías). Fue el concejal de Deportes el encargado de repartir algunos de los regalos y medallas que se entregaron en la mañana.
Autoridades locales con maestros y público al fondo

Antes de la recepción de niños nos afanamos todos en la preparación de la megafonía y de los dos proyectores con que finalmente contamos; uno cedido por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Parla y otro por nuestros amigos del Gimnasio Aylú de la Federación de Castilla La Mancha de yudo. De esa manera, se estuvo proyectando sobre la pared del fondo del pabellón, durante toda la sesión infantil imágenes de nuestro recorrido durante estos diez primeros años. Con el otro proyector, en la media hora de exhibiciones se pudo contemplar un video de acontecimientos especiales preparado por nuestra deportista y estudiante de imagen y sonido, Sonia Sieiro. En cuanto al equipo de sonido, todo fue de maravilla gracias a nuestro técnico y deportista David Monforte. Ambos fueron destacados a la hora de la entrega de recuerdos. Pero eso lo narramos un poco más adelante.

Ayelén hizo randori con su papá

En cuanto a la afluencia de niños, lo cierto es que esperábamos algunos más. Hay que recordar que estábamos en pleno sábado del Puente de Todos los Santos y que el día estaba muy lluvioso. En todo caso, pudimos atender mejor a los que se personaron y los monitores se volcaron en el correcto desarrollo del acontecimiento. Comenzamos todos con un saludo y un calentamiento colectivo trotando alrededor de la colchoneta. Dio tiempo a cantar todos juntos la canción de los yudocas de este mes. Acto seguido nos aplicamos en nuestra tabla de musculación de octubre adaptada según edades. Posteriormente, los niños fueron agrupados por edades y distribuidos en los cuatro tatamis (de 20 colchonetas cada uno) con los que contábamos. Los bandas naranjas, niños de 4 y 5 años estuvieron a las órdenes de Sonia en el primer turno. Los bandas verdes, los de 6 y 7 años de edad, estuvieron a cargo de Itziar Sánchez. En otro tatami, María Abial se hizo cargo de los bandas rojas; los de 8 y 9 años. Finalmente, Sergio Cortés, organizó a los bandas amarillas y azules, los de 10 a 13 años de edad.

El concejal de Deportes con algunos de los desacados

Eso en el primer turno, porque luego rotamos de manera que los cuatro monitores principales se encargaron de otro grupo y también los niños cambiaron de tatami para estar más cerca de las colchonetas. El motivo era que habíamos dejado un hueco para desarrollar el juego de Los Jamones y que, por fin, los padres pudieran presenciar este juego nuestro tan sencillo como apasionante.

Dani filma una final de Jamones

Los destacados fueron:

Bandas naranjas: Raúl Pérez y Aileen Corroto
Bandas verdes: Erik Erce y Edgar Calleja
Bandas rojas: Pau Inglés y Enrique Pedro Valderas
Bandas Amarillas: Marta Serrano y Enrique Tomás Rico
Bandas Azules: Javier Martínez y Sergio Velarde

Tomamos buena nota de los campeones y sub-campeones de cada grupo porque el edil de Deportes les repartió sus correspondientes premios a tanto esfuerzo.

Eliminatoria de Los Jamones

No fueron los únicos regalos que repartimos. Habíamos dejado otra sorpresa para la media hora de exhibiciones que separaba el turno de clases infantiles de los de entrenamientos de adultos. Disputamos las finales de ‘sanfinaldemes’ con los campeones de cada clase que se presentaron en el festival. De esta manera, Irene Nogales disputó la superfinal con Raúl Pérez en el reino de la manzana en suelo (sumo sin ponerse de pie). En bandas verdes disfrutamos de unas excitantes eliminatorias entre cuatro espléndidos yudocas. Otro tanto ocurrió con nuestros tres espléndidos bandas rojas finalistas. En cambio, se ausentó una de las finalistas banda amarilla por lo que Naira Pérez se proclamó campeona sin poder disputar su encuentro. Además, tuvimos las finales de bandas azules y de cadetes. La clasificación final de este mini-campeonato fue la siguiente:

1º Raúl Pérez (banda naranja)
2ª Irene Nogales (banda naranja)

1º José Luis Pérez (banda verde)
2º Edgar Calleja (banda verde)
3º Jesús de María (banda verde)
3º Aymán Emnakhfad (banda verde)

1º Aharón Santamaría (banda roja)
2º Javier Pérez (banda roja)
3º Álvaro Fernández (banda roja)

1ª Naira Pérez (banda amarilla)

1ª Ariadna Gamito (banda azul)
2º Sergio Velarde (banda azul)

1º Jaime Alamillo (cadete)
2ª Olga Corredera (cadete)

Los bandas rojas se emplearon a fondo

Al finalizar los encuentros del mini-campeonato se proyectó el video de recorrido por las escenas más simpáticas de nuestros diez años de singladura. Los niños se quedaron muy tranquilos viendo la proyección y desde la grada se aplaudió mucho por lo que no podemos dejar de felicitar a Sonia, una vez más.

David Monforte, 'Monfu', con Wladi

Acto seguido los profesores Rodolfo Cruz y Wladimiro Martín hicieron una exhibición que también mantuvo la atención de los más pequeños. Sin duda este medidor da buena idea de que no estuvo mal del todo lo que los maestros demostraron. Que no fue otra cosa más que ejemplos de proyecciones de yudo a cámara lenta y luego a velocidad normal.

Rodolfo aplica tomoe-nague a cámara lenta

Se dejó para el último momento de las exhibiciones la entrega de regalos especiales a los alumnos que siguen practicando yudo con el profesor Wladimiro y que lo hacen desde hace diez años. Los cuatro destacados fueron Sergio Cortés, Sonia Sieiro, David Monforte y José Manuel Sieiro. De ellos, los dos primeros son segundo dan y monitores. También David es cinturón negro 1º Dan, mientras que de José Manuel Sieiro decimos que pese a ser cinturón marrón, aún, es por lo menos sexto dan de este color.

Los hermanos Sieiro con Wladi

Antes de dar comienzo al entrenamiento de los adultos que ya se encontraban en el pabellón disfrutando de las exhibiciones los alumnos de la clase de adultos (la mayoría de ellos formados en las escuelas municipales de yudo) dieron una sorpresa a Wladimiro. Realmente fueron dos. En primer lugar, David Monforte se hizo con el micrófono para dedicar unas simpáticas palabras y hacer en nombre de todos un regalo al profesor. Poco después, cuando íbamos a saludar para despedir a los niños, Jesús Sánchez distribuyó hojas boca abajo para que, tras el saludo, cada pequeño yudoca levantase la que tenía delante y descubrir un simpático mensaje que decía: Gracias Wladi. Nos vemos en los tatamis. Fue muy divertido porque, al principio, algunos niños no acertaban a poner en pie su letra, pero finalmente se pudo leer el mensaje que también fue largamente aplaudido por todos los presentes.

Los niños muestran su mensaje al público y a su 'profe'

Eran las doce y aún daba tiempo a desarrollar un doble entrenamiento para adultos al que se permitió la entrada de algunos destacados infantiles y cadetes. El calentamiento lo dirigió el maestro Wladi. Después se formaron dos grupos: uno de yudo lúdico y otro de alto rendimiento. El primer bloque de ne-uasa de yudo recreativo lo dirigió el maestro Rodolfo Cruz y el de yudo de alto rendimiento el maestro Javier Mora. Al acabar el mismo se intercambiaron y el segundo bloque de nague-uasa de yudo recreativo lo dirigió el maestro Mora, mientras el maestro Cruz pasaba a ocuparse del yudo de alto rendimiento. Los estiramientos los dirigió Wladimiro Martín que animó a los presentes a completar la espléndida sesión con dos actividades complementarias más: la recogida del tatami y compartir comentarios con refresco en mano en el establecimiento de restauración más próximo.

Wladi entrega libro de regalo a Sergio Cortés por sus 10 años en las EE.MM.

Todavía traerán cola las colchonetas, que hemos estado meneando los últimos cuatro días de un lado para otro. Mañana lunes ya hemos quedado un grupito para transportar las del club hasta el CEIP José Hierro donde las tenemos prestadas a nuestras amigas Patricia Martín y Leticia Rodríguez del Club el Rincón del Jiu-Jitsu. Por cierto que ambas pasaron a saludarnos e interesarse por nuestro festival a última hora tras haber desarrollado ellas también un encuentro con sus alumnos.

Final de sumo en suelo

En definitiva, que como celebración fue excelente y dan ganas de seguir así no ya otros diez años más sino al menos 10 lustros. La implicación de todo el colectivo fue tremenda, desbordando todas las previsiones. Cuando comprobamos que haría falta un alargador aparecieron dos en apenas cinco minutos. Cuando creíamos que iríamos los justos para montar el tatami nos encontramos con algunos que apenas durmieron por echar un mano. Sólo para ponernos en marcha ya estábamos en el Pabellón: Sergio, Sonia y Adrián, Miguel Ángel, Anselmo, Jesús (con sus hijos María y Andrés), Paco con sus alumnos Laura y Rafa, Monfu, Itziar, Óscar, Raquel, Dani (y sus hijas Aileen y Ayelén). No quisiéramos dejar sin destacar a nadie que con los nervios del comienzo igual no notamos la presencia de los más callados o no recordamos ahora a los más serenos. Pero sí sentimos todavía la energía de un grupo humano en acción movido por el deseo y la amistad (los grandes motores de las grandes empresas de los grandes hombres… ¡y mujeres!).

Wladi aplica seoe-nague sobre Rodolfo a velocidad normal

Otro detalle que no se nos pude escapar fue la tarta que nos acercaron los hermanos Serrano Sebastián que ellos mismos, con su mamá Laura, habían cocinado para fecha tan especial. Estaba riquísima, por cierto. (Ver imagen al final de esta crónica)

Además, estuvo genial el simpático tarjetón en el que muchos de los promotores del regalo al profesor y de la sorpresa de los carteles que levantaron los niños dejaron sus mensajes para inmortalizar tan emotivo y divertido evento.

Aplaudiendo el mensaje de los carteles levantados por los niños

Fue un gran día de yudo en el que muchos de los adultos disfrutaron más que los niños monitorizando e  involucrándose en sus juegos. Se trataba principalmente de eso, de mostrar cómo se pueden desarrollar sesiones de entrenamientos acordes a los yudocas de la edad a la que se destinan montadas, principalmente, sobre la base de juegos… ¿Qué otra cosa se podría hacer a estas alturas del curso con niños de entre 4 y 13 años de edad que apenas han asistido a seis o siete clases de yudo?

Nos vemos en los tatamis

También reseñar que en el festival participaron algunos niños invitados de otros clubes, que acudieron al evento con sus padres, también participantes. De esa manera destacamos a los hijos de Ana y Francisco Javier Alamillo y a la sobrina, Matilda, del maestro Vicente Medina que también acudió con su hijo. El mérito de Matilda fue que era su primera sesión de yudo y se lo pasó genial gracias a la improvisada monitora en que se constituyó una niña de su edad, nuestra fenomenal yudoca, banda amarilla, Lucía Cuesta.

El maestro Rodolfo practicando 'barai' (en realidad fregando, más que barriendo)

En cuanto al entrenamiento de adultos tenemos que resaltar la presencia de grandes yudocas de varios clubes amigos, además de la de los maestros citados. No queremos dejar de mencionar a nuestro amigo Francisco Andrés Silvestre (5º dan de yudo y 6º de yu-yitsu) que siempre apoya nuestras actividades y que se desplazó desde Torrejón de Ardoz a primera hora de la mañana con Laura Marsella y Rafa Salgado (dos cinturones negros de postín; la primera de las jóvenes promesas y el segundo de las viejas glorias del yudo torrejonero). Mención también merece el esfuerzo de nuestros amigos del Gimnasio Fraimor que desplazaron varios niños y muchos jóvenes de varias edades para el entrenamiento de adultos. El propio Francisco Javier Alamillo tomó parte en la sesión de yudo recreativo, junto a varios compañeros más de su club, acompañados por los maestros (go-dan, nada menos) Vicente Medina y Ramón Peña. Junto a ellos también hubo algún otro padre yudoca con hijo yudoca participante. Este fue el caso, antes señalado de Daniel Corroto y de sus hijas Aileen y Ayelén, pero también de Christian Taconet (2º Dan). Lo curioso es que tanto el hijo de Christian, como las hijas de Dani y todavía otro niño más –el hijo de Víctor Barrero- han venido a coincidir todos juntos en las clases de yudo del CEIP Ciudad deGuadalajara que imparte Cristina Carbonell. Ese es otro motivo de orgullo. Tres cinturones negros de yudo formados en las clases de Wladimiro llevan a sus hijos a aprender yudo con Cristina. ¡Cómo pasa el tiempo! Pronto nos vemos con los nietos… si el tiempo lo permite y nos alcanzan las fuerzas.

Maestros antes del entrenamiento de adultos

De momento, hablamos de estos diez primeros años en Parla y estamos acostumbrados a número mayores. Allá van algunos ejemplos. En el colegio Ciudad de Guadalajara Wladimiro empezó a impartir clases en 1977. Las clases de yudo de dicho centro se las pasó Manolo Ortega, profesor de Rafael Ortega maestro de Wladimiro Martín. Cristina ya lleva un lustro en dicho colegio. Wladimiro lleva 38 años impartiendo clases de yudo desde que en 1974 empezó a formarse como monitor ayudante del maestro Ortega en el colegio Claret.


Se nos han pasado volando estos diez primeros años y eso que en los últimos nos han venido a tocar los colchones (o las colchonetas por así decir) a base de bien. Como no es momento de agriar tan excelente evento sólo dedicaremos unas breves palabras a quien las quiera leer. Hace un par de años a los monitores de Deportes del Ayuntamiento de Parla se los llevaron a Educación (con toda educación, por cierto). Como consecuencia las escuelas municipales de yudo se mutilaron dedicándose sólo a niños de entre 4 y 12 años de edad niños en edad escolar atendidos en programas extraescolares y no toda la población atendida desde Deportes que a punto estuvo de extinguirse). A los mayores de doce años se les invitó a largarse a la pura calle; y eso hicieron. Nos acogieron los amigos de la Asociación de Vecinos de La Laguna en un cuchitril de apenas 28 metros cuadrados en los que tuvimos que poner hasta las colchonetas (además de enormes dosis de optimismo para que no se nos cayesen los sombrajos). Allí entrenaron todo un año personas formadas a lo largo de más de un lustro en las escuelas municipales de Parla, que siguieron representando a la localidad en campeonatos autonómicos, nacionales y hasta internacionales (además con bastante éxito, dicho sea de paso).

Entrega de libro a concejal de Deportes D. Gonzalo de la Puerta

Dicho esto sí que queremos agradecer la total implicación de la Concejalía de Deportes que se ha volcado con el evento cosa que nos ha congratulado tanto como sorprendido. Y ojalá que la cosa siga así porque tenemos muchísimos proyectos en mente que no saldrán adelante con nuestros propios y humildes recursos. En especial nuestros compañeros Alberto Álvarez y José Juan Carro estuvieron muy generosos y solícitos. Desde Deportes consiguieron que nos prestaron la pantalla y un proyector, el equipo de megafonía y música. Nos facilitaron el traslado de las colchonetas de la sala del Castillejos. A por las del Magerit tuvimos que ir nosotros para no disturbar el normal desarrollo de las actividades escolares del centro; así como a por las del club (las nuestras). Nos ayudaran a su devolución y correspondiente montaje en la sala del Castillejos. Nos echaron una mano con la cartelería. Hasta cuando surgió un imponderable, el compañero José Juan Carro se tomó la molestia de personarse en el Pabellón para comprobar que todo el equipo de audio funcionara.

Wladi recibe regalo de sus alumnos-amigos

Eso sí, las medallas las reciclamos nosotros como en otras ocasiones y con letreritos confeccionados en ordenador dieron el pego. También la gasolina para los sucesivos traslados de colchonetas que nos vimos obligados a hacer –y aún mañana habrá que realizar- corrieron a cargo de nuestro propio bolsillo. Lo mismo que los 150 calendarios de sobremesa que se repartieron entre todos los asistentes, incluidos conserjes y personal de protección civil. Así mismo, se entregaron cinco libros de regalo ‘Del judo al yudo’ escrito por Wladimiro Martín y ya se pueden imaginar de qué bolsillo salió. Uno se le entregó al concejal D. Gonzalo de la Puerta. Los otros cuatro, uno a cada uno de los alumnos que han acompañado en estos diez años al profesor Wladi: Sergio, Sonia, David y José Manuel. En total y para ir acabando, el presupuesto de este festival apenas ha alcanzado a los 100 euros, gracias a los sucesivos préstamos recibidos y a la generosa y desinteresada participación del Ayuntamiento de Parla y de los amigos (alumnos y familiares) y compañeros. También Espiralia (la empresa de nuestro amigo Ángel Luis Ruiz) nos cedió furgoneta para traslado de colchonetas (desde el colegio Magerit hasta La Cantueña).


Hasta el gabinete de prensa municipal, para el que hemos sido poco menos que invisibles en otras ocasiones, mostró verdadero interés en nuestro evento anunciándolo en su Agenda y siguiendo el acontecimiento en vivo y en directo. Les estamos especialmente agradecidos sabiendo el mucho bien que nos hace su apoyo y su promoción.

Jugando a Respiración de atleta

Lo dicho, que fue una maravilla comprobar que todo el que se aproximaba era para sumar y no para restar. Hasta una ex-alumna como Lidia García que hoy día no practica yudo, se acercó a sumarse a nuestro festival. Un detallazo. Nos hemos visto desbordados de generosidad y gratitud y no podemos más que agradecer a nuestra vez tanta implicación. Nos alimenta esta sensación al menos para otros diez años más… “hasta el infinito y mucho más allá”, que decían en la película esa de niños.

Sergio mostró sus habilidades atravesando el tatami de este modo

Si este no ha sido el día más feliz de nuestra singladura en estos diez primeros años en las escuelas municipales de yudo se le parece tanto que no nos vamos a poner a tratar de recordar otro similar (y los ha habido maravillosos).
NOS VEMOS EN LOS TATAMIS
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