7.2.11

Fenomenal actuación de nuestros cadetes e infantiles en el Internacional de la Comunidad de Madrid


Esplendido ipón de un portugués (cinturón azul) a un francés (cinturón negro)

  • Cristina Moreno 7ª
  • José Manuel Sieiro 9º, Víctor Manuel Pérez 9º, y David Rubio 9º


Nos hemos cargado otro fin de semana como el que se toma un café con leche en la barra de un bar; casi sin enterarnos. El sábado, el entrenador de nuestro Club Deportivo Elemental WLAC-Yudo se metió entre pecho y espalda una jornada… de nueve horas. Íbamos a decir laboral, pero nadie que va a trabajar tiene que poner dinero de su bolsillo. Luego vino el domingo con los infantiles y la cosa fue más liviana; sólo siete horas (también por el ala ¡Claro!)

Dicho esto hay que aclarar que los niños se lo merecen todo. Se merecen un entrenador al pie del cañón velando por si no han llevado el yudogui de su talla, por si han olvidado un impreso de Autorización. Se merecen un profesor que les corrija y explique. Se merecen un psicólogo que les suba la estima cuando no han vencido o que les baje los humos cuando ganan, un sacerdote que les expíe sus pecadillos, un fotógrafo que inmortalice sus momentos de gloria, un periodista que de curso a las imágenes del fotógrafo, un preparador físico que corrija fallos de la planificación, un líder que les mantenga en grupo (la unión hace la fuerza). Se merecen eso y mucho más; se lo merecen todo. Lo malo es cuando las funciones de ese equipo de meritorios lo encarna un solo hombre-orquesta. Puede acabar hasta los trombones.

Tomamos prestada esta imagen de arajudo

Ya decíamos que nuestros muchachos son dignos de todo apoyo y en esta ocasión volvieron a estar a gran altura en un envite de los de poner los pelos de punta. El nivel de los participantes era altísimo y el desarrollo del evento invitaba a desfallecer a cada poco: gritos, sofocos, cambios, imprecisiones, falta de información, carreras… Es lo que hay y todos jugaron con las mismas reglas.

Desde que iniciamos nuestro programa de acceso a campeonatos por puntos se nota que los chicos que acuden a un evento de esta categoría saben a lo que van. Se sienten satisfechos por haber logrado algo importante y dan valor a su esfuerzo. Automáticamente comprenden que han ganado algo y que se les da una oportunidad. De esta manera, tenemos que decir que todos nuestros yudocas aprovecharon esa oportunidad. Todos (salvo Marina Cabrero) ganaron al menos un encuentro y nada menos que por ipón. Todos saltaron al tatami a disputar, a buscar opciones… Unos tuvieron mejor fortuna en el sorteo y otros peor, pero a ninguno le afectó eso, ni mucho menos a su actitud y a su compromiso. Es una de las primeras ocasiones en que nos vamos contentos con todos los chicos y nos sentimos plenamente orgullosos. Luego ya hablaremos de multitud de cosillas y detalles, en nuestras clases. Pero lo gordo, empieza a estar resuelto. A una competición se va a competir (qué menos).

Víctor espera atento

Nuestros cadetes estuvieron estupendos en dos categorías de peso muy abultadas por el número de participantes y con chicos muy eficaces y con gran preparación. No se arrugó ninguno. Tanto Carlos Mingorance y José Manuel Sieiro, en menos de 55 Kg., como Víctor Manuel Pérez, en menos de 66 Kg., estuvieron espléndidos. Todos ganaron varios encuentros y todos marcaron algún ipón. José Manuel marcó uno en pie de muy bella factura y otro con un espléndido Tate-sio-gatame. Carlos también cobró un soberbio ipón en suelo aplicando un fulminante kata-ja-yime. Sólo los mejores fueron capaces de doblegar a los nuestros que consiguieron entrar en repesca y todavía ganar algún que otro encuentro en ella. Así, al final, Víctor y José Manuel consiguieron un meritorio noveno puesto en categorías en las que concursaban más de ochenta yudocas; no está nada mal.

Domingo soleado; infantiles luminosos

La jornada matinal del domingo comenzó un poco más tarde de lo previsto. Un cambio de última hora del que nos informó el propio David Rubio nos permití descansar un poco más. En lugar de tener su pesaje a las ocho de la mañana nuestro ligero tenía tal trámite a las once. Luego vendrían las chicas.

David estuvo espectacular pese a se debutante en la categoría y en estos ‘fregaos’. Recién conquistado su cinturón verde (imprescindible para acudir al campeonato) lo estrenó por todo lo alto. Llegó a marcar un fenomenal ipón de seoe-nague ante un complicadísimo rival. Acabó entrando en repesca y perdiendo por los pelos ante un complicadísimo portugués, a todas luces más experto que él. Pero la experiencia se coge… “con el tiempo” y de eso tiene mucho por delante David. Lo importante es que nos ha demostrado que tiene temperamento y cualidades para este reservado espacio de la competición deportiva del yudo. Le auguramos un espléndido futuro si sigue así. Su noveno puesto supo a gloria.

Pancartas apoyando a David

En cuanto a nuestras chicas, decir que se esperaba un poco más de ellas sería injusto, porque lo hicieron muy bien. La verdad es que no contaron con sorteos nada favorables. El caso de Marina es bien ilustrativo. En el primer encuentro se las vio con la campeona y gran favorita; la portuguesa Fonseca. Al menos se vio repescada. Luego en su encuentro de repesca debió dar algo más de si Marina, pero, sinceramente, creemos que le vendrá bien lo ocurrido en esta ocasión.

Finalmente, nos queda otra debutante, que también consiguió el cinturón verde hace escasas semanas y su clasificación para participar en este encuentro internacional. Cristina Moreno pagó su falta de experiencia, pero también estuvo lista para ganar a una de sus rivales con un espléndido movimiento de cadera que empieza a aflorar en su repertorio técnico. Fue en la repesca en la que entró tras haberse enfrentado en su debú con una de las favoritas. También le auguramos un estupendo futuro si sigue por el camino de la tenacidad y la aplicación; y aprovechamos para darle la enhorabuena por ese espléndido séptimo puesto.

Espléndido ambiente y apoyo en la grada



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