El esfuerzo de nuestros muchachos en las últimas semanas ha fructificado ayer sábado. Todo nuestro equipo rindió a un altísimo nivel y todos estuvieron a una gran altura. No hay que olvidar que somos yudocas y participábamos en un torneo de yu-yitsu. Pero todo tiene su explicación; nuestro yudo es yudo-total y también con os niños dedicamos un trabajo al yudo para la calle (a la defensa personal). Ésta y no otra es la razón de que podamos competir en ámbitos aparentemente alejados al nuestro. Y no muchos otros clubes de yudo pueden decir lo mismo, como tampoco muchos otros clubes de yudo pueden presumir de tener nutrida representación tanto en el ámbito del shia o competición, como en el de katas.
A veces conviene dar estas aclaraciones para que los propios reconozcan la calidad de lo que tienen en su propia casa, ya que no va a venir nadie de fuera a reconocerlo. Estamos orgullosos de lo que hacemos, nos gusta lo que hacemos y lo vamos a seguir haciendo. Lo seguiremos haciendo mientras nos aguanten las fuerzas, sorteando obstáculos, lidiando con la mezquindad colindante, con los avatares e imprevistos y hasta con el desánimo e incomprensión aunque nos pille dentro de nuestra propia nave. No importa que cada cual piense en lo propio sin ver más allá de la nariz (propia), seguiremos mirando por el colectivo. No importa que nuestro ejemplo no llegue a todos (son muchos los que los siguen y esos son los que nos alimentan para continuar). Procuraremos intentar seguir dando ejemplo.
Estupenda organización
Nos dimos cita temprano en el Polideportivo Los Rosales de Móstoles donde nuestras compañeras Patricia Martín y Leticia Rodríguez tenían todo a punto.
Se hubo, no obstante, de hacer numerosas rectificaciones de última hora pues fueron muchos los muchachos ausentes. En nuestras filas sufrimos también alguna baja de última hora, sin aviso alguno. Pese a todo, pudimos recomponer las parejas y dar ánimos a los chicos para que lo hicieran todo lo mejor que pudieran. La tarea no era sencilla pues el nivel fue altísimo.
Hubo una pequeña sorpresa cuando los niños y asistentes vieron que los encargados del calentamiento colectivo eran los profesores Cristina y Wladimiro que improvisaron algunos juegos tan vistosos como divertidos. En todo caso fue un calentamiento muy original.
Con el cuerpo preparado para requerir lo que hiciera falta fueron comenzando a desarrollar sus ejercicios los primeros concursantes. Enseguida salieron a pista algunos de nuestros representantes más pequeños. La presión ambiental subía y a más de uno se le acabaron saltando las lágrimas. Nada grave; todos acabaron sus ejercicios con buena nota. Y ya decimos que ni Edgar Calleja ni Brandon Pérez pudieron concursar con el compañero con el que habían venido ensayando sus movimientos. Tuvieron que improvisar juntos su actuación.
Tampoco lo hicieron Naira Pérez y Noemi Gallego, que no habían podido coincidir en sesión alguna y que a la postre fueron las campeonas de la categoría de benjamines. Nos alegramos muchísimo por ambas pues estaban muy ilusionadas e hicieron grandes sacrificios por participar en este torneo. Hay que recordar que a Naira se le impidió el acceso a un centro público donde se desarrollaba una actividad municipal en un gesto de intolerancia tan grave como cruel. Naira acudía a la clase de yudo por indicación de su profesor, precisamente para practicar con su compañera Noemí, haciendo un importante esfuerzo al dejar de lado otras actividades con las que estaba comprometida.
Pero no fueron las únicas. Sergio Velarde renunció a actuar con su compañero Javier Martínez con el que lo hacía de fábula para que no se quedar fuera algún otro compañero. No se quejó lo más mínimo, demostrando ser un gran yudo y eso pese a que el nuevo compañero que le adjudicamos era mucho más voluminoso que él.
Resultados y otra sorpresa
Mientras en un tatami concursaban los minibenjamines, en el otro lo hacían los benjamines y alevines. Insistimos en que todos nuestros yudocas estuvieron a gran altura, sin desentonar lo más mínimo frente a rivales de gran calidad e imponente preparación.
Todos los niños tenían que hacer su ejercicio tanto de tori como de uke (atacando y defendiendo) y, además, en dos rondas diferentes. Así, al acabar la primera ronda, algunos de nuestros muchachos estaban ya entre los favoritos. Naira y Noemi, por ejemplo, empezaron desde el principio encabezando su clasificación. También estaban entre los mejores nuestros mini-benjamines Aharón Santamaría y Álvaro Fernández, pero se desinflaron un poquitín en la segunda vuelta.
Cuando les iba a llegar el turno a los alevines hubo una nueva sorpresa. Un compañero del club organizador estaba sin pareja. La cosa estaba difícil para que el muchacho no tuviera que marcharse sin participar. Se le ofreció a nuestra yudoca Ariadna Gamito hacer su ejercicio con este compañero, sin tener que renunciar a su participación con Javier Martínez. La niña no lo dudó un instante y se fue a un rincón a ensayar un poco, al menos, los ejercicios de su nuevo compañero. El gesto de nuestra yudoca tuvo premio porque Ariadna acabó recogiendo dos trofeos; uno ganado con cada uno de sus compañeros.
Cuando la competición estaba ya muy avanzada y para dar descanso a jueces y deportistas se hizo un receso que se aprovechó para poner en pista una exhibición muy original. Los profesores Cristina y Wladimiro volvieron al tatami para atender a la invitación de la organización de demostrar la yu-no-kata o forma de la flexibilidad. Con ello, se dio muestra de uno de los estudios clásicos japoneses más desconocidos, precisamente con el que la pareja de profesores concursó recientemente en el Campeonato de Madrid de Katas ocupando el sexto puesto.
Apoteosis final
Tras la exhibición y el concurso de los últimos deportistas se procedió a hacer entrega de multitud de premios, trofeos y regalos. En eso volvieron a estar a una grandísima altura nuestras amigas del Rincón del Jiu-Jitsu y todo su fenomenal equipo. Hubo premios, recuerdos y medallas para todos los concursantes. También diversas distinciones para los clubes participantes.
Todo participante se fue con medalla y refresco como mínimo, gracias al esfuerzo y tesón de las organizadoras. Los destacados se llevaron además una copa reflejando el lugar final que ocuparon al subir al podio.
Nos sorprendió tanto como agradó el comprobar que, finalmente, Noemi y Naira subían a lo más alto del podio. También nos gustó mucho que Javier y Ariadna ocuparan el segundo peldaño del podio y que Ariadna volviera al tercer peldaño con su improvisado compañero, llevándose al final dos copas (una de segunda y otra de tercera clasificada).
La organización decidió subir al podio a cinco concursantes de entre los más pequeños para premiar su espíritu de superación y, en ese momento, se recompensó a nuestros alumnos Edgar Calleja y Brandon Pérez.
Nosotros, por nuestra parte felicitamos a todos los que han secundado esta nueva propuesta de la que salimos tan satisfechos como cansados. Pero no por ello nos fuimos a descansar. Ni siquiera nos pudimos marchar a casa. Teníamos el tiempo justo para comer y acudir al Pabellón de Yudo de Villaviciosa de Odón a ver a Sonia Sieiro en el Sub-23
Pero antes de finalizar nos gustaría hacer mención especial a quienes desinteresadamente se acercaron al Pabellón Los Rosales a echar una mano a nuestras amigas Leticia y Patricia. A parte de su fabuloso equipo de colaboradores (sólo tienen lo que se merecen; lo mejor para las mejores) estuvieron presentes algunos amigos y compañeros que queremos destacar en este YUDIARIO. Nuestro Club Deportivo Elemental Areté (de yu-yitsu dirigido por Alberto Álvarez) estuvo presente en el evento echando una mano en lo que se pudo. El propio Alberto acudió a respaldar la iniciativa que cada año crece en calidad y en cantidad de participantes. También algunos alumnos de Alberto estuvieron al pie del cañón toda la mañana y se mostraron especialmente eficaces a la hora de recoger el tatami, cuando la torreta de colchonetas superaba el metro ochenta de altura (para algo eran los más altos).
Volvimos a encontrarnos con viejos compañeros y amigos entre los que se encontraba un rejuvenecido José Luis de Antonio al que nos agradó mucho volver a saludar. José Luis ofició de juez árbitro como muchos otros compañeros con los que no hemos labrado tanta amistad como con el maestro del Kensington School.
Hemos dejado para el final a nuestra cinturón negro Itziar Sánchez. Queremos volver a felicitar (una vez más) a esta joven yudoca, que pasó toda la mañana junto a los niños ayudando a mantenerles controlados y a que no se distrajeran cuando les llegaba el momento de concursar.
Sólo nos queda agradecer a los padres y familiares de nuestros alumnos su cariño, apoyo y ánimo constante, así como su respaldo cálido y eficaz. Unos sacrificaron compromisos familiares, otros cambiaron planes por dar prioridad a los nuestros y algunos se trasladaron hasta Móstoles en transporte público desde Parla (por no tener otro medio a su alcance). Pero todos, todos, nos dieron una nueva muestra de cariño y respeto que sabemos valorar porque nos ayudan a seguir nuestro camino. Gracias de todo corazón.
FELICIDADES a TODOS NUESTROS YUDOCAS PARTICIPANTES:
Calleja, Edgar
Erce, Erik
Fernández, Álvaro
Gallego, Noemi
Gamito, Ariadna
González, Jaime
Martínez, Javier
Moreno, Javier
Pérez, Brandon
Pérez, Naira
del Pino, Manuel
Santamaría, Aharón
Serrano, Daniel
Velarde, Sergio
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