1.5.11

Campeonato de Madrid Sub-23

Sonia Sieiro pierde una gran ocasión

No salimos nada contentos del Cto. de Madrid Sub-23; menos mal que estábamos encantados tras haber salido del III Torneo de dúo-kata del Rincón del Jiu-jitsu. Sonia Sieiro no estuvo a la altura de las exigencias. Sergio Cortés no pudo inscribirse por haber caído enfermo y decidimos no presentar a David Monforte y Daniel Ruedas (por falta de entrenamiento y otras causas)

Salimos del Polideportivo los Rosales y nos fuimos a comer. El tiempo justo para coger energía y continuar la jornada. Habíamos dejado a nuestros yudocas tras tomar parte en el encuentro de dúo-kata y teníamos que acudir a nuestra cita con Sonia Sieiro que habría de tomar parte en el Cto. de Madrid Sub-23. Estando en Móstoles y a la que hora que era resultaba ridículo volver a casa.

Nos enderezamos antes de acudir al Centro de Tecnificación de Yudo de Villaviciosa por el viejo método de los dos cafés cargaditos.

Enseguida empezamos a saludar a compañeros y amigos. Sonia ya se había pesado y daba cuenta de un soberano bocadillo. Había acudido sin comer por temor a pasarse de peso (una muchacha que a principio de temporada insistía en querer participar en el peso de abajo).

Primer consejo: un buen deportista debe controlar lo que ingiere, cuánto ingiere, cómo ingiere y cuándo ingiere.

Un glotón es alguien que no controla lo que come. Nunca hubo grandes campeones que no demostrasen un gran control de todo cuánto afectase a sus carreras deportivas (y casi todo afecta).

No había mucho ambiente en el CTD de yudo de Villaviciosa. Más bien parecía un encuentro de rango menor a juzgar por la poca presencia de público en la grada. El día no era bueno y, además, estábamos en pleno puente.

Sonia se libra del primer encuentro por no comparecer su rival. Nos metemos de lleno en la competencia observando a su posible rival si logra superar su primer escollo. A las primeras de cambio Sonia se habrá de medir con una de las favoritas. Ya la conoce del ‘senior’ pues se midió a ella y tuvo poquísimas opciones en aquella ocasión.

Con la lección bien aprendida Sonia salió muy brava y mandando. En una acción de las miles de las que se dan en el borde se lleva un sido. Por ser suaves y pasar a otra cosa diremos que fue harto riguroso. Luego, Sonia se queda colgada en un intento de contra-ataque y su rival se revuelve para cobrar yuko. Por ser suaves y pasar a otra cosa diremos que fue harto riguroso. Poco después, se sigue viendo que Sonia tiene grandes opciones porque sigue consiguiendo imponer su agarre y acaba colocando su cadera y lanzando un buen uchi-mata. Su rival cae planchada sobre un costado y el juez más cercano marca yuko al momento. Pero esta vez el árbitro central considera que ya lleva demasiadas decisiones al borde del límite y decide no dar la ventaja. Así es como hay que jugar contra las favoritas también en este deporte.

Hasta el último momento Sonia competía por imponerse a una dura rival pese a que el tiempo se iba acabando y pese a que la ventaja daba opciones a su rival a buscar el suelo cada vez que nuestra yudoca conseguía atrapar su kumikata.

No obstante, el final del encuentro fue antes del tiempo pues Sonia se dejó coger en suelo como un conejo. Se notó su falta de preparación cuando no luchó por salir del tatami estando como estaba a apenas medio metro del borde del área de competición.

Segundo consejo: para poder sacar a relucir el coraje hay que tener un mínimo de preparación física; pero, incluso en los momentos de baja forma se puede recurrir al coraje (hay que recurrir al coraje).

Como estaba previsto, Sonia entró en repesca. Lo que no estaba previsto era que fuese tan rápidamente. Con ello, Sonia saltó al tatami atribulada y sin haberse recuperado del esfuerzo realizado; entre otras cosas porque estaba exhausta.

Tercer consejo. Un muchacho de 15 años que principalmente sólo se dedica a estudiar y practicar yudo para ser un campeón debe atender a sus tiempos de descanso.

El ciclo de comer, entrenar y descansar es tan sencillo de cumplir como necesario de observar. El descanso debe de formar esencial del proyecto del deportista y sólo se sacrifica por metas superiores entre las que nos sonrojaría incluir el chatear, el alternar con los amigos, el tomar copitas, el hablar por teléfono…

Sonia se midió a una rival de inferior nivel técnico del suyo, pero tardó poco en desesperarse. Quiso marcar ipón rápidamente, pero para eso hay que tener las herramientas engrasadas. Las herramientas de Sonia son jidari uchi-mata y migui seoe-nague. Lo sabe ella y lo saben sus rivales. Cuando está fresca y entrenada, además, hace un couchi magnífico en combinación con el seoe-nague, un kosotogake interesante encadenando con el uchi-mata y hasta un sumigaesi muy bonito a la salida de uchi-mata si mantiene el agarre alto.

Para tener engrasadas las herramientas un yudoca tiene que hacer uchi-komi y Sonia lleva meses sin hacer uchi-komi de manera organizada, metódica y concienzuda.

Lo que pasó es que la rival de Sonia no se descompuso y Sonia, en cambio se desesperanzó. Así es que en un lance absurdo del encuentro se quedó boca abajo, defendiendo sin más resistencia que esa (mantenerse boca abajo). Estamos hasta los cascarones (por no decir huevos enteros) de decir que no se defiende boca abajo. La rival de Sonia le hizo ‘el compás’ que ella aprendió a hacer cuando era cinturón amarillo. Acabó cogida en inmovilización y abandonó. La proeza se remató saliendo del tatami entre lágrimas y lamentos. Al parecer a Sonia le había entrado un fuerte ahogo que le produjo angustia y ganas de vomitar (ese bocadillo ingerido sólo unos minutos antes…)

Como conclusión nos quedamos con que Sonia sigue teniendo un magnífico yudo que lleva meses sin crecer como si tuviera ya edad para tener clausurado todo su armazón técnico (cosa absolutamente falsa). Su estado físico es peor que hace un mes y el de hace un mes es peor que el del curso pasado. Y el tiempo pasa…

Cuarto y último consejo: Si uno quiere ser un campeón debe comportarse como un campeón.

Lo decía Anton Geesink: “If you want to be a Champion just look like a champion”.

Como colofón diremos que un deportista con grandes condiciones debería tomar la responsabilidad de desarrollar esas condiciones hasta donde las circunstancias se lo permitan. Si por el camino uno debe optar por ponerse a trabajar, mala suerte. Si por el camino uno tiene que hincarle el diente a sus estudios para prepara su futuro, mala suerte. Pero, si por el contrario no tiene grandes dificultades para entrenar y no lo hace no es mala suerte.

Si un buen deportista se duerme cuando tiene que ir a un entrenamiento es, probablemente, porque está cansado. Lo que hay que analizar es por qué está cansado (igual tiene la costumbre de acostarse tarde sin necesidad alguna y luego anda todo el día con sueño).

Si a uno le falta el aire en una competición debe cuidar sus entrenamientos y algo más: igual tiene que pensar que el tabaco y el alcohol no son ingredientes ricos para su dieta.

Si en plena competición regurgitas la comida es que no sabes comer; esto es: no sabes elegir los alimentos o no sabes elegir el momento de ingerirlos o ambas cosas a la vez).

Estos y otros consejos que aquí hemos dado no es la primera vez que se los damos a nuestros pupilos. Los seguiremos dando a pesar de que hay veces que se desanima uno viendo el poco efecto que tienen. Pero queremos por último añadir que algunos jóvenes, por la rebeldía propia de la juventud (de la de nuestros tiempos y de la de todos los tiempos) acaban dañándose a ellos mismos. Unos se hacen daño y otros dilapidan su manantial de virtudes. Es una pena y también (créanme) una falta de respeto al resto del equipo que siempre hemos querido formar (compañeros, profesores, familiares…)




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