CUADRO DE HONOR DE FEBRERO

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Otro mes que se nos va y parece que fue ayer cuando comenzamos este curso. Así es esta vida azarosa que con su vertiginoso ritmo nos deja poco espacio para la reflexión; poco tiempo. Pero nosotros tenemos este lugar para recrearnos en lo que vamos consiguiendo, en lo que van consiguiendo los que practican con nosotros esta forma de vida que llamamos el “camino de lo fluido o de lo incruento”. Más o menos esa podría ser una buena traducción para yu-do, las dos palabras japonesas que, unidas, tienen un sentido muy importante. Sobre todo, tienen mucho sentido para los que andan en esa busca de obrar sin violencia, aprovechando las fuerzas que se nos enfrentan en nuestro propio provecho, dejándolas pasare a nuestro lado; sin enfrentarnos. También yu-yitsu es el conjunto de técnicas que enseñan a no enfrentar fuerza contra fuerza, sino a utilizar la fuerza en nuestro propio provecho o, al menos, saber vencer sin resistirse a ella. La diferencia está en el “do” esa palabra tan importante que indica que se hace una especie de fe de vida o compromiso de seguir un camino en la vida. Si va detrás de “yu”, ya se sabe que lo que se busca en esta vida es caminar por el lado de lo incruento, de lo flexible o fluido, adaptándose para vencer. Algunos creen que se trata de falta de personalidad. No recuerdan que el agua, máximo exponente de lo fluido, adopta cualquier forma y, sin embargo no pierde su personalidad ni su poder. Es un elemento capaz de acabar con otro de tanto poder como el fuego. También puede reducir a la roca a simple arena de playa a base de paciencia y trabajo continuo.

El caso es que ya hemos dejado nuestra pequeña reflexión a costa del mes de enero que se nos va y ahora toca hablar de lo que sucede al acabar cada mes en nuestras clases. Ya es toda una tradición eso de recoger los puntos de los muchachos al comenzar la última clase de cada mes. Por eso, tenemos que insistir en que los padres deben colaborar para que nuestro sistema de estimulo a la participación en las clases sea efectivo. ES NECESARIO QUE LOS NIÑOS ENTREGUEN SUS PUNTOS AL COMENZAR LA ÚLTIMA CLASE DE CADA MES.

Una vez recogidos estos puntos ya podemos adjudicar los cinturones negros honoríficos. El alumno que porta este distintivo es el secretario del profesor durante un mes. Saluda en lugar de honor y ayuda en todas las demostraciones, además de tener algunas responsabilidades en la marcha de la clase (ayuda en el reparto de puntos, acercar la lista al profesor y sentarse a su lado cuando la pasa, etc.)

Además de los cinturones negros honoríficos, en las clases de los niños también se adjudican los cinturones rojos honoríficos. Son los que indican cuál fue el alumno más efectivo en el Campeonato de Fin de Mes. El que lo porta (también durante un mes) tiene competencias similares a los cinturones negros honoríficos.

Y si algún alumno consigue los dos cinturones, también lo tenemos previsto para que no se vea obligado llevar tanto cinturón atado. Tenemos el cinturón negro y rojo que es todo un honor conseguir.

Los niños que obtienen el cinturón negro o el rojo son recompensados, además, con dos asistencias. Con ello, al final del curso pueden obtener más ‘danes’, lo que les facilitará superar la prueba de pase de grado o cinturón que se hace en los meses de mayo (en los colegios) o de junio (en las escuelas municipales).

En las cases de adultos (a partir de los 14 años) no hay cinturón negro honorífico ni tampoco cinturón rojo. Pero sí se realiza la competición de fin de mes, que siempre es todo un honor ganar.

Dicho todo esto, incluimos a continuación el cuadro de honor de este mes de febrero.