Nuestros más jóvenes alumnos estudiaron yudo en la sala de profesores
En estos días en que casi todo el mundo se queja de algo, conviene recordar que también hay mucho que agradecer. En el Ayuntamiento de Parla, desde que la Delegación de Deportes decidió habilitar el antiguo edificio de la cafetería de la piscina de verano, para gimnasio de actividades tales como nuestro yudo o nuestro yu-yitsu, estamos de maravilla. Ahora, ha habido que mover algunas actividades para habilitar una de las salas y que sirva para acoger la futura escuela de boxeo que dirigirá todo un campeón mundial como Francisco Javier Castillejo. Al margen de la oportunidad en que se toma esta decisión y más allá de las molestias que haya originado las obras en dicha sala, nuestra escuela se siente muy firme. Lamentamos que a otros compañeros les hayan modificado sus horarios o les hayan trasladado a otros espacios. Pero aprovechamos para recordar desde aquí, que hemos doblado el número de nuestros alumnos desde el curso pasado hasta éste. También queremos recordar que siempre dijimos que nuestras nuevas instalaciones son lindas y estupendas para la práctica de nuestro deporte. Claro que hay cosas que se pueden mejorar y esperamos que con el tiempo se mejoren, pero trabajamos en unas instalaciones soberbias, con calefactor eficaz para el invierno y aire acondicionado para el verano. Tenemos una sala amplia, sin columnas, con un tatami suficiente y en una sala limpia, con muchísima luminosidad y ventilación. Nuestros alumnos gozan de todo ello y los profesores tenemos una sala contigua al tatami en la que podemos reunirnos, trabajar con un ordenador de última generación o guardar nuestras cosas.
Precisamente, el viernes pasado día 10 de este mes de febrero, hubo ocasión de dar una nueva utilidad a esta sala. Como a primera hora llegaron pocos de los alumnos menores de la actividad, para captar su motivación y salir un poco de la rutina de la actividad, se nos ocurrió dedicar unos minutos a visionar una presentación de diapositivas en el ordenador. Se trata de un trabajo que presentamos hace un par de años en nuestra fiesta de clausura y en el que se pretende mostrar los aspectos más estéticos del yudo y sus virtudes frente a otros deportes. La experiencia fue excelente. Los pocos minutos dedicados a ver este documental sirvieron para motivar a nuestros pequeños yudocas. Una vez pasaron a la sala, hicieron una clase maravillosa. En las imágenes les vemos concentrados frente a la pantalla del ordenador disfrutando de un día de clase muy especial. Para que luego digan que no tenemos multitud de posibilidades a nuestro alcance para educar a nuestros menores.
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