Con una improvisada fiesta despedimos el año en el colegio Ramón Carande. Al llegar los “pequeñines” realizamos una serie de juegos con ellos, a los que invitamos a participar a sus compañeros mayores. El momento más divertido llegó cuando les dijimos a los pequeños que tenían que hacer randori en pie con sus mayores. Todo estaba preparado para que, a cada entrada de los chiquitines” los mayores salieran disparados por los aires, como si les hubieran tirado con mucha maestría y fuerza. Había que ver la cara de felicidad de los niños. Para acabar se cantaron villancicos y se repartieron muchas golosinas.
Tirón de orejas a los del Ciudad de Guadalajara
Tenemos que pedir a los padres de nuestros yudocas del Colegio Ciudad de Guadalajara que expliquen a sus hijos que se deben portar mejor. El profesor Carlos tuvo que parar una improvisada exhibición con la que cerraban el año en este colegio por el mal comportamiento de algunos de los yudocas. Carlos sintió mucha vergüenza de tener que reprender a estos yudocas delante de sus padres, pero es que estaban dispuestos a arruinar la tarde a todos. Ya sabemos que hoy día el respeto y la educación cotizan a la baja en nuestra sociedad, pero también tenemos muy claro que es tarea de todos el educar a nuestros yudocas. Los profesores necesitamos mucha colaboración y ofrecemos toda la nuestra en esta tarea.
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