24.7.10

Sonia acaba 36ª de Europa

La regla de las 'cuatro emes' y la 'Fórmula del Éxito'

Sonia Sieiro ha acabado esta larga e intensa temporada en la trigésimo sexta posición de la tabla europea de cadetes. En lo que conocemos como ‘Ranking’ de la EJU (European Judo Union) Sonia ha acabado 16 puestos por debajo de cómo acabase la temporada pasada pese a ser la primera en que militaba en cadetes. Ello, sin duda se ha debido al patinazo en Fuengirola, donde no pudo concursar por no haber dado el peso. Pese a todo, la clasificación de Sonia ha sido meritoria, precisamente por esa lucha que ha tenido con la báscula y que parece increíble después de que aconsejamos a nuestra yudoca, al principio de temporada, pasar de 48 Kg. (donde estaba) a 52 Kg. sin pensárselo. A estas edades, los muchachos están en pleno desarrollo y son cosas que pasan.

Ahora que Sonia se encuentra convaleciente de una inoportuna lesión es momento de enviar una reflexión a nuestros jóvenes yudocas. Insistimos mucho en nuestra regla de las cuatro ‘emes’: “Entrenar mucho, comer, mucho, dormir mucho y… estudiar mucho”. La naturaleza es sabia si se la deja actuar y nos pone donde más nos conviene; pero hay que ayudarla un poco.

Entrenar mucho. No es estar todo el día sobre el tatami tocándose los ‘santos lugares’, eso es hacer el vago muchas horas. Siempre hemos defendido la calidad antes que la cantidad. Tampoco apoyamos las concentraciones intensas seguidas de largos períodos de inactividad.

Si entrenas mucho luego tienes que…

Comer mucho. No es ingerir guarrerías (ojo a lo que ahora se conocen como ‘chuches’ y, también a todo lo que va encerrado en un llamativo envoltorio –bollos, patatitas y sucedáneos, chocolatinas, etc.-). Eso es guarrear y engañar al sano metabolismo con el que nacemos. Tampoco nos referimos con ‘comer mucho’ a atracarse después de haber bajado peso para una competición; ese es el mejor camino para desquiciar el metabolismo.

Comer mucho garantiza poder entrenar mucho.

Si entrenas mucho y comes mucho, también tienes que…

Dormir mucho. No es trasnochar y luego levantarse a las tres de la tarde; eso es darse a la molicie y desorganizarse como no puede permitirse el lujo de hacer un deportista que se precie en serlo. Dormir mucho es descansar para poder seguir el círculo aquí propuesto. El sueño proporciona el descanso, que es el tiempo en que el músculo asimila el entrenamiento y queda apto para continuar con el esfuerzo.

Si entrenas mucho, comes mucho y duermes mucho, también tienes que…

Estudiar mucho. No es sacar buenas notas o aprobar (o decir que sólo me han quedado dos pero las voy a recuperar). El estudio es la acción humana de seguir creciendo intelectualmente. Es el deber de los estudiantes embarcados en su Educación Secundaria OBLIGATORIA. Es un auténtico privilegio el poder estudiar y tener, de ese modo, la posibilidad de conseguir escalar altas cimas sociales y aspirar a la libertad (que siempre empieza por la libertad intelectual). El que pudiendo hacerlo no estudia es un traidor a la sociedad humana; se vuelve marginal y voluntariamente decide embrutecerse en mayor o menor medida. No tiene mucho hueco en el yudo un bruto: recuerda que yudo es el camino de la flexibilidad (no el de la fuerza bruta). El yudo, como todos los deportes en mayor o menor medida, requiere del uso de la inteligencia. Cuanto más eduques tu mente, cuanto más estudies, tanto más arriba puedes llegar, también en tu carrera como yudoca.

Para colmo, el yudo no es un deporte profesional. Más te vale preparar tu futuro por la vía del estudio y la formación intelectual. Si alguien te aconseja lo contrario sospecha de él; seguramente quiere utilizar tu juventud y tus esfuerzos en su propio provecho.

LAS VACACIONES TAMBIÉN SON PARA DESCANSAR (de lo rutinario y habitual)

Después de esta perorata, tampoco queremos dejar el poso de haber sentado cátedra y pasarnos con nuestra deontología parda. Las vacaciones también están para reponer fuerzas (el que las haya gastado) y para desconectar (de lo habitual -que es estar conectado a Internet-). Durante las vacaciones de verano tenemos ocasión de hacer cosas que no siempre hacemos. Es un momento magnífico para practicar deportes al aire libre, caminar en contacto con la naturaleza, leer cosas que no se pueden leer durante el resto del año, charlar con amigos y familiares a los que no se tiene ocasión de escuchar habitualmente…

A ver si volvemos todos, además de morenos, cargados de energía. Nos va a hacer falta para acometer una nueva temporada que se nos empieza a vislumbrar en el horizonte cargada de retos, de oportunidades, de novedades y, seguro, también de éxitos si seguimos con nuestra fórmula (pura alquimia) de Trabajo por Humildad (menos Distracciones) más Diversión y Honestidad; partido por dos (tú y los demás -sin los que no puedes jamás contar-).


E (de éxito) es igual a:

[(T x H) – D] + (d + h)

2

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