Mañana hay exámenes de pase de grado en Ajalvir

Mañana será el gran día. Venimos preparándonos desde hace semanas de manera intensiva. Nuestras sesiones de mañana y tarde están dando resultados y creemos que hemos progresado muchísimo y que afrontaremos el compromiso de este domingo día 18 con garantías de éxito.

Recordamos que mañana domingo se celebran en Ajalvir exámenes de pase de grado; es decir de cinturón negro hasta cuarto dan. Y ahí tenemos haciendo un verdadero sacrificio a nuestras fenomenales yudocas Cristina Carbonell, María Abial. Sonia Sieiro e Itziar Sánchez. Las cuatro están haciendo un trabajo formidable y se han sobrepuesto a complicados achaques y molestias por lesiones diversas. El curso ha sido muy largo y el yudo es un deporte duro. Cristina es todo un ejemplo, esforzándose muchísimo y sin pestañear cuando sufre sus dolores de espalda producidos por su espina semi-bífida. Esperamos que su lesión le respete y permita dar de sí todo lo que tiene para conseguir un nuevo éxito en su carrera.

También María anda con un ligamento en muy mal estado y su rodilla acaba, todas las tardes, hinchada y dolorida.

Por su parte, Itziar aún no consigue estirar del todo su codo dañado en el Campeonato Internacional cadete de Totana. Sus molestias vienen, sobre todo, al caer. Estamos diseñando todo tipo de posibilidades de manera que no tenga que hacer de uke.

También es el codo el que ha empezado a dar guerra a Sonia que lleva una intensísima temporada. Apenas hace unos días llegó de Andorra donde acudió a una concentración cadete. La próxima semana participará en otra concentración cadete y, la siguiente, en la concentración Sub-20, Sub-23 y senior. Vamos a ver si acabamos la temporada con el premio del cinturón negro, porque también se está resintiendo de una lesión en el codo, producida en la concentración internacional de Fuengirola.

No me gustaría acabar esta crónica sin reseñar la importancia del esfuerzo que está realizando José Manuel Sieiro. Pese a su edad y a que no se examinará de pase de grado (precisamente por la edad), se ha implicado en el proyecto en cuerpo y alma. Es pieza clave y, ante tanta compañera lesionada, no duda en prestar sus servicios de uke en todo momento. Su sacrificio y esfuerzo se verá compensado a medio plazo pues estos intensos cursillos de ocho horas diarias también le están valiendo a él para preparar su examen de cinturón negro, auque tenga que esperar aún muchos meses. Pero el tiempo pasa rápido y lo que se aprende en profundidad no se olvida.

Muchos ánimos a todos que mañana tendremos motivos de celebración si todo sale de manera normal. Ahora, de momento, nos quedan otras ocho horas por delante, para acabar de fijar detalles y ganar confianza. No habremos de conformarnos con tener el nivel suficiente para aprobar. En Ajalvir el nivel de los alumnos suele ser tan alto que se debe aspirar a hacerlo muy requetebién para no correr el riesgo de quedar muy por debajo de los demás y parecer, con ello, estar por debajo del nivel preciso para aprobar.

Suerte chicas.