Hoy lunes día 19 de marzo, precisamente en el ‘Día del Padre’, ponemos unas líneas en este diario de los Yudocas y Deportistas de Acción Social, deseando una feliz jornada a todos los padres y a quienes ejerzan como tales; quienes, de algún modo, ostenten la paternidad de algo o de alguien en alguna parcela. Y son muchos. Por ejemplo, en este país se habla de los ‘padres de la Constitución’, de la actual, claro. Luego está el Santo Padre, el ‘Padre de Familia’, con versión televisiva de dibujos animados, y los padrazos… En el yudo también hay padres, máxime en una disciplina en la que la figura del maestro es primordial. También tenemos que recordar a Roland Burger que, con su ingenio, concibió algunas novedades pedagógicas de las que tiene la paternidad, como los medios cinturones y, dicen, que también los puntos de yudo; ya me informaré mejor por si no es así. De la escuela de la que venimos, tenemos, así mismo, alguna importante aportación al yudo como son las mangas de colores para diferenciar a los yudocas según su edad y poder aplicar el programa técnico con arreglo a la fase evolutiva en que se encuentra el niño yudoca. De este modo, a los menores de 6 años se les coloca una banda de color naranja en cada manga. A los niños de 6 y 7 años se les coloca la manga verde. Después, los de 8 y 9 años llevan las bandas rojas, los de 10 y 11 años las bandas amarillas y, finalmente, los chavales de 12 y 13 años llevan las azules. A partir de esa edad el programa técnico de un adolescente es el mismo del adulto y no lleva mangas; ya ha completado su desarrollo neurovegetativo (o eso dicen quienes saben del tema). De todo ello es padre Rafael Ortega que desarrolla el único método serio y didáctico para enseñar yudo que existe en este país (salvo que alguien me aclare que no es así). Es decir, que también Ortega es padre de un método de yudo que diferencia lo que es el deporte como actividad lúdica (yudo-recreativo) de lo que es el yudo de competición.
El empuje de Sonia
Todo este preámbulo nos sirve para volver a reflexionar sobre un tema que no por manido ha de ser revisado de nuevo. Es que, no en vano, está sin resolver. Se trata de la separación, clara y rotunda, de lo que es el yudo de competición y de lo que es el yudo ocio. Todavía, sigue siendo legión la masa de entrenadores que consideran a todo niño que pisa sus tatami (no les demos la importancia de ‘doyo’) un proyecto de competidor o ‘campeón’. De este modo, en cada actividad que organiza la Federación se acaba colando un espíritu competitivo insoportable, incluso en actividades concebidas como un encuentro social más que deportivo. En otras, en las que se supone que lo importante es participar, se ven continuas muestras de frustración, mala educación, presión hacia los árbitros, presión hacia los rivales, altanería, grosería… No quisiéramos ensombrecer este relato, porque, afortunadamente, estamos muy lejos de lo que ya es moneda de cambio en otros deportes. Pero también tenemos que reconocer que si no seguimos firmes en nuestras convicciones se nos va a colar muy pronto todo lo que vemos a diario en otras disciplinas.
Iponazo de Sonia
Este pasado fin de semana hemos tenido mucha actividad. Se ha impartido un curso gratuito de ‘kobudo’ en las instalaciones municipales de la Delegación de Deportes del Ayuntamiento de Parla. A las mismas horas, la Federación había montado unos entrenamientos que han pasado a definir como “básicos”, para niños y adolescentes, debidamente separados en grupos según las edades de los participantes. En ambas actividades hemos tenido participantes que disfrutan de este tipo de encuentros deportivos de marcado carácter social. Aplaudimos a quienes las organizan y nos ponemos incondicionalmente a su servicio. Sólo velaremos porque no se abra la rendija por la que se cuela la competitividad mal entendida de la que antes hemos hablado.
Tanto el curso de ‘kobudo’ -manejo de armas-, como los entrenamientos básicos de la Federación madrileña de Yudo se celebraron el pasado sábado día 17. Después, ayer domingo asistimos a la tercera jornada de la Liga femenina y vimos un poco de la jornada masculina de Primera división, en la que participan nuestros compañeros y amigos de Yudo R. Ortega. Van los cuartos y da gusto ver el ambiente que tienen y el espíritu relajado y deportivo con que afrontan sus encuentros; ¡todo un ejemplo! Y todo un contraste con las voces que le dio un entrenador a un árbitro por una cuestión nimia: parece ser que debía haberse cobrado un Yuso o, cuando menos una moka, a favor de uno de los contendientes y no se dio. Claro que con esa ventaja el contendiente del vocinglero profesor hubiera ganado y con ello, su equipo. Ignoramos qué clase de recompensa se llevarán este tipo de sujetos que tanto dicen hacer por el yudo y tan poco nos parece que aportan a nuestro deporte. Lo que sí tenemos claro es que gente que, en principio, debería ser la que más ejemplo diera, no duda en adquirir gestos muy barriobajeros para plantear sus quejas, las más de las veces absurdas y sólo movidas por el desmedido deseo de ganar (de anular al otro). Les da igual ser árbitros con cargos importantes en el arbitraje, que entrenadores de deportistas que representan nuestro deporte y nuestra región y diferentes ámbitos. Les da igual ponerse rojos de cólera, les da igual recurrir a la grosería y la irracionalidad del grito, de la bulla o del ruido. No les digas nada que todavía sacará una apología completísima de su actuación y de su comportamiento amparándose en las crueldades a que se ven sometidos continuamente. Ellos siempre tienen razón.
Por no seguir por ese camino, que ya tomará buena nota el que pueda hacer algo en su contra, digamos que las chicas de R. Ortega estuvieron, como casi siempre, geniales. Han logrado formar un grupito majísimo de chavalillas jóvenes de mucha casta y yudo de quilates. Se miden con desparpajo a veteranas de mucha experiencia, a campeonas de fuste y a jóvenes yudocas, como ellas, de muchas horas de entrenamientos. Casi siempre salen airosas en la aplicación de sus principios: combatividad ilimitada, ilusión y fe en las propias posibilidades, fe ciega en la forma de hacer yudo que les enseña Rafael Ortega (un ‘padre’ para ellas), tesón del que no conoce sus límites y una irrenunciable creencia de que se acaba ganando con la nobleza que aplican y sin recurrir a marrullerías, estrategias de tres al cuarto, ni subterfugios ‘pseudos-técnicos’. De este modo, las jóvenes yudocas Yaiza (de 16 años), Sonia (de 14), Katia (de 16), Luisa (de 15) y María (de 18), se enfrentan a quien se les ponga por delante. Y dan alegrías como las que dio Sonia marcando varios apones de su poderoso movimiento de cadera o ‘asediando’ a rivales, en principio superiores que acaban ‘consumidas’ ante el empuje de su yudo de ataque. O como el del buen trabajo de María en el encadenamiento pie-suelo, cobrando opón de estrangulación ante rivales que se defienden boca-abajo como movimiento especial de defensa en suelo.
Yaiza saluda; sólo participó en un encuentro dado que no tuvo rivales de su peso
Arriba y abajo dos imágenes de Sonia que estuvo espléndida
A estas muchachas les queda una jornada; la del domingo 3 de junio. En estos momentos se encuentran clasificadas en la sexta posición y parece difícil que puedan entrar en las cuatro posiciones que dan derecho a disputar la jornada ‘final’ del 10 de junio en que se determinará el equipo campeón de Liga Femenina y todas esas cosas. No es ni era su objetivo y casi resultaría mejor que todavía no se metieran en tales lides, que ya llegarán. De momento, seguiremos disfrutando con el coraje con que plantean sus encuentros. Enhorabuena.
Ya que hemos hablado también de la Liga de Primera División masculina, digamos que lo pasamos en grande viendo a los chicos de Yudo R. Ortega. Ángel Oteo volvió a reglarnos la sencillez de sus contundentes movimientos de hombro con los que rara vez no marca ‘ipón’ o ‘uasari’. Esperemos que entrene para la próxima jornada el doble de lo que ha entrenado para ésta. Desde la última jornada que había disputado antes de la del domingo pasado, sólo había pasado una vez por el gimnasio. A ver si ahora consigue echar un par de sesiones y habrá entrenado el doble… ¡puede llegar terriblemente preparado!
CURSO DE YUDO GRATUITO
El próximo sábado día 24, a partir de las 10:00 horas vamos a impartir un curso de yudo para propios y extraños. Los maestros del curso serán dos sextos danes, habituales en el doyo municipal de Parla (el mismo en que se celebra la actividad): Rafael Rojo y Wladimiro Martín. Puede acudir todo el que lo desee; no se necesita saber yudo y se puede acudir con chándal si no se consigue un kimono; ya buscaremos alguna chaqueta de algún yudogui. Tampoco es preciso estar en forma y sólo se pone como condición tener 14 años cumplidos. Además se recomienda tener la licencia de la Federación Madrileña de Yudo en regla. En caso contrario habrá de garantizarse a la organización que se dispone de seguro médico adecuado. No obstante, también tenemos que recordar que se trata de un curso de promoción y no se hará un entrenamiento exigente ni se estudiarán técnicas peligrosas o complicadas. Se trata de difundir nuestro deporte que, en contra de lo que pueda parecer, sigue siendo un gran desconocido para la comunidad deportiva.
Para llegar al doyo de Parla no tenéis más que coger la carretera de Toledo y tomar la salida ‘Sur’ a la altura del Km. 24. Al entrar a la población por la avenida que nos hace circular en dirección contraria a la que traíamos por la de Toledo, tenemos que llegar a la rotonda en que hay una fuente con el bonito lema: ‘la paz no tiene camino, el camino es la paz’. Entonces se gira a la derecha por el Hotel NH. No hay más que seguir ese paseo con chalés a mano izquierda, rebasando el Eroski hasta que se ve la tapia del polideportivo y la ‘burbuja’ blanca del techo de la piscina cubierta. Se deja a mano izquierda la piscina y se llaga a un semáforo. Se tuerce por el semáforo a la izquierda y… ¡ya está! A unos 10 metros, frete a los juzgados tenéis la entrada al Pabellón Castillejo. Entrad por la izquierda y, enseguida legaréis a un edificio con puertas de cristalera. Ahí tenéis todo a mano. Preguntad por los vestuarios y, luego, subid al doyo: estáis en vuestra casa.
MES DEL AMIGO
También con el ánimo de promocionar nuestras clases de yudo y de yu-yitsu estamos llevando a cabo una promoción que conocemos como el ‘mes del amigo’. Cada uno de nuestros alumnos dispone de carnés que les proporciona el profesor, en los que los padres de los menores autorizan a sus hijos a participar en nuestras clases. De este modo, ya son muchos los yudocas que han traído amigos a sus clases a jugar con ellos. En las imágenes vemos a Ruth la amiga de Paula Szymkowicz y a David, el primito de Itziar, compartiendo buenos y deportivos momentos con nuestros muchachos de la clase de yudo infantil de los martes y jueves.
Paula con su amiga Ruth
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