2.11.09

Dos medallas en el Ranking Autonómico y tres quintos puestos

  • Víctor Manuel Pérez sub-campeón en - 60 Kg. (cadete)
  • Sonia Sieiro, bronce, cumplió pese a su catarro
La nueva modalidad de horario nos pareció interesante desde el principio. Eso de desarrollar la competición sin interrupción nos pareció una oportunidad de no perder todo el día y poder llegar a casa a una hora en que aún tuviéramos mucha tarde por delante. Luego, en la práctica, nos resultó cansado. Pero salimos del Pabellón Europa contentos y satisfechos.


Lo primero que tenemos que destacar es la actitud de los chicos, que estuvieron, en general, valientes y decididos. Luego, uno por uno, podemos añadir algunas cuestiones, pero, el planteamiento general fue bueno y el balance positivo. Nos volvimos con un sub-campeón, un bronce y tres quintos puestos.


Comenzó la jornada bien temprano, con las chicas en plan madrugón. De poco nos sirvió acudir con nuestras autorizaciones preparadas, ahora hay que entregar las oficiales y no otras cualesquiera... cosas de la tan manida Ley de Protección de Datos.

Cosas que nos gustaron mucho:


    • los ipones de Francis, Sonia, Adrián, Víctor Manuel e Itziar

    • haber tenido tantos participantes en este 'Ranking Autonómico' (doce cadetes y tres infantiles)

    • cómo remontó su primer encuentro de repesca Itziar (una colosa)

    • el ipón marcado en tres segundos por Sonia en la final de repesca (salió toda la rabia)

    • lo valiente que estuvo Carlos Mingorance en el primer encuentro que perdió (nunca se rindió)

    • cómo remontó Jader un encuentro a base de tesón y fe hasta llevarlo al desempate (técnica de oro)

    • el espíritu de equipo a la hora de prestarse yudoguis, cinturones y apoyo

    • que el juvenil Sergio Cortés acudiera a apoyar a sus compañeros

    • que los padres de los hermanos Sieiro nos entregaran un bulto olvidado por un profesor de yudo en la cafetería de en frente del Polideportivo (se lo levaremos a la Federación para que lo recoja)

    • haber podido saludar a los muchos amigos que tenemos en este mundillo; tuvimos ocasión, por ejemplo, de saludar a Ernesto Pérez y felicitarle por su reciente inclusión como vocal en la Junta Directiva de la Asociación Española de Deportistas Olímpicos

    • que hubiera seis tatamis y zona de calentamiento


Cosas que nos gustaron poco:


    • algunos alumnos llegan al polideportivo y no saludan a nadie, ni siquiera a su profesor. No saludan cuando llegan al pesaje a las personas que se ocupan de ese trámite. ¿Tanto cuesta dar los buenos días?

    • sigue siendo difícil aparcar en el entorno del Pabellón Europa y tenemos mala combinación para llegar en trasporte público (todo lo contrario que en el Pabellón Fernando Martín de Fuenlabrada)

    • lo larga que se hizo la jornada (pero seguimos pensando que este sistema de 'jornada continua' es mejor)

    • que Sonia perdiera su sudadera (con nuestro 'logo' bordado)

    • que dieran ipón en vez de uasari en el batacazo que propinó Adrián a su rival en la final de repesca y que luego acabase perdiendo (el colmo)

    • que Víctor Manuel llegara a la final haciendo el burro (sin trabajo de yudo) y encima se desfondara de la forma que lo hizo (después de haber decidido entrenar un día menos a la semana, durante este curso)

    • que Sonia perdiera la fe en pleno encuentro y no siguiera su recorrido técnico (está disculpada por el catarrazo que pasó los días previos al campeonato)

    • que no participasen algunos de nuestros cadetes o infantiles que no han arrancado el curso al ritmo de sus compañeros

Cosas que no nos han gustado (ni mucho ni poco... es decir, que nos han disgustado profundamente)


    • que algunos de nuestros yudocas defiendan boca abajo (a eso le llamamos el ipón del miedica cuando lo hacen los niños). Ya hemos explicado mil veces que es una posición ultra-defensiva desde la que nada se saca y que debiera estar penada reglamentariamente

    • que uno de nuestros deportistas no se entere de que le están llamando desde la mesa que tiene al lado, para saltar al tatami a competir (hay que estar más pendientes de esas cuestiones y no 'empanarse' de esa manera tan profunda)

    • que algunos se marchasen sin despedirse del profesor (ya es por cuestión elemental de educación)

    • que a Itziar la mordieran cuando intentaba estrangular y que cuando mostró la marca de los dientes clavados en la mano la árbitro se limitara a decir 'lo siento' y acto seguido 'ayimé'.


Nuestras tres cadetes; tres jabatas


Lidia García (7ª)


Aún tiene que comprometerse un poco más con el yudo y emplear un mayor nivel de concentración y esfuerzo en las clases. Quedó demostrado que puede tener premio si se entrega más pues estuvo en la 'pomada' de las medallas y tuvo algunas oportunidades de haber dado la sorpresa. Le pudo la inexperiencia pero esperamos que coja moral tras el fenomenal campeonato que realizó y tener pronto una estupenda yudoca que empieza a vislumbrarse en ella. Repetimos; el primer paso es no llegar a los entrenamientos única y exclusivamente a charlar con su amiga Sonia.


Sonia Sieiro (3ª)


Tenemos que felicitar a Sonia, pero con condicionantes. Por un lado es espectacular su trayectoria; nunca falla. Nos temimos lo peor cuando se cogió el catarrazo que se cogió el miércoles. El jueves creíamos que no iba a poder acudir al campeonato. Ahí demostró su compromiso y su fortaleza. Pero también recordamos que faltó a un entrenamiento por 'agujetas' (algo impensable en una campeona) y que el arranque de curso no ha tenido la intensidad que debiera tener por parte de una yudoca que puede aspirar a TODO en esta temporada (poca implicación en algunas clases, poca intensidad en la ejecución de algunos movimientos en los entrenamientos -series físicas-, demasiadas charlas en pleno randori...)

Como suelo decir en estos casos, si no le entiendes a tu profesor verás como vienen una chavala de otro club y te lo explica mejor. Así suele ser en el mundo del yudo, que no deja de ser una escuela para la vida.


En lo que sí vamos a hacer hincapié es en o de contra-atacar echándose a la rival encima. Volvemos a un mal que creíamos erradicado. Habrá que volver a trabajar duro con el Charlie.


Itziar Sánchez (5ª)


Su actitud fue ejemplar. Tuvo fe ciega en sus posibilidades y rindió al ciento por cien. Necesita más yudo y le sobra coraje. Es hora de empezar a dosificar ese genio y saber canalizar la combatividad. Para ello es preciso mucho trabajo de uhikomi, definir el tokui-uasa y armarlo con movimientos complementarios en todas las direcciones.

En los momentos más determinantes quizás hubiera venido bien un poco más de fondo físico que habrá que seguir buscando en los entrenamientos de cada semana. Pero, claro, Itziar es de las que dicen que eso de entrenar en viernes... ni en sueños. Habrá que reflexionar sobre ello, que se puede sacar tiempo para todo lo que a uno le interesa, pero vuelve a ser, como el propio yudo, cuestión de equilibrio.


Nuestros tres infantiles: bien


No es un año para echar las campanas al vuelo con nuestros infantiles. Son pocos y muy jóvenes. Tanto Francis Hidalgo como Santiago Mingorance han nacido en 1997 y están en su primer año de la categoría. Por su parte, Miguel Serrano es de 1996 pero ha empezado el curso absolutamente descentrado.


Santiago Mingorance


Lo hizo bien, pero sin chispa. Tiene nivel y condiciones para más, pero él mismo nos reconoció que no goza de lo lindo, que digamos, en este tipo de encuentros. Eso marca mucho. No podemos decirle que le tiene que gustar este mundillo pero sí que le animamos a que encare estos compromisos con ánimos y fe, porque aportan mucho en cuanto a formación del carácter. Por otra parte, tomamos nota y respetamos la postura de Santiago, además de felicitarle. A pesar de que no lo encanten las competiciones acude a ellas sin pereza y mantiene un comportamiento ejemplar.


Miguel Serrano


Ya decimos que Miguel ha empezado el curso descentrado. Apareció sin disposición a participar en los primeros entrenamientos por 'dolores de crecimiento' y le tuvimos que obligar a ponerse el yudogui y a tomar parte en la clase. Luego, su actitud ha sido negativa con poca atención en las explicaciones y sin aparente voluntad por corregir los aspectos que se le señalan.


No podemos valorar su participación en el 'Ranking' porque no le vimos en el momento de saltar a la pista (nadie nos avisó). Pero, para colmo se marchó sin despedirse con lo que no tuvimos ocasión de ver con quién había perdido, ni de qué, ni cuáles eran sus sensaciones. Ya habrá ocasión de hablar con él en la clase del lunes


Francis Hidalgo (5º)


Tiene condiciones y sabe contra-atacar de manera explosiva. Eso le valió para sorprender a un par de rivales a los que venció por ipón. Pero, sólo en contadas ocasiones se decidió a atacar con su movimiento de cadera. Eso es lo que tenemos que trabajar si pereza. Cuando hacemos uchi-komi, debemos empezar a considerar que no se trata de una especie de ritual previo al randori, sino del momento de ir definiendo el contorno preciso del tokui-uasa, que en el caso de Francis aún está demasiado difuso.


Con todo, felicitamos a Francis por el nivel mostrado y le animamos a que piense en que con un pocmás de trabajo puede completar una magnífica temporada y empezar a preparar la siguiente. Siendo de los más jóvenes de la categoría ya ha estado en la 'pomada' de las medallas. Y eso con la temporada recién comenzada y sin haber entrenado demasiado. Hay que coger moral y dar una vuelta de tuerca en los entrenamientos que puede haber premio cuando llegue el momento de meterse en el Campeonato de Madrid.


Nuestros cadetes; de todo un poco


José Manuel Sieiro


En varias ocasiones le hemos felicitado por ser el yudoca de nuestra Asociación que más entrena. Además, suele emplearse bien en los entrenamientos aunque mantiene una conducta un tanto infantil que ya debe empezar a abandonar. Se vio claro, en ese sentido, que tiene que madurar, también, en la categoría en que ha empezado a participar. Se enfrenta a rivales mucho más maduros que él y tiene que luchar tremendamente incluso por el agarre. No tuvo opciones; le pasaron por encima. Pero es momento de tener paciencia y no desesperarse. No es tanta la distancia, aunque lo parezca. Además, la temporada no ha hecho más que empezar y queda mucha tela por cortar. Hay que mantener ese interés y tarde o temprano se recogerá el fruto.


Carlos Mingorance


Saltó al tatami con una fenomenal disposición, cosa que en la temporada pasada no siempre hacía. Se midió al Campeón de Madrid del año pasado; precisamente el muchacho que le ganó en la final y se vio claro que salió a por todas. Arriesgó, atacó, peleó, no se rindió nunca y tuvo sus opciones. Llegó a inmovilizar en un par de ocasiones a su rival pero no fijó los puntos de control en suelo. Es ahí donde vamos a insistir con Carlos porque vimos algunos fallos de fundamentos. Lo primero eso de defender boca abajo se tiene que acabar. Luego hay que saber hacer palanca con los brazos sobre hombros o nuca y sacar los propios cuando se quiere escapar de inmovilizaciones (no se puede dejando el hombro y sacando el resto del cuerpo; es imposible)


Víctor Irala


Sigue si dar una vuelta de tuerca y le hace falta ya, porque tiene condiciones, pero se queda corto frente a rivales más experimentados. Su papel en el 'Ranking' no fue malo, pero se nota que tiene que madurar su yudo. En pie hay que mejorar porque no aparece un movimiento definido (no tokui-uasa ni nada parecido) y ya debería empezar a vislumbrarse. Pero, claro, para ello, hay que poner más empeño en las clases, sobre todo en el momento de los uchi-komi. A partir de ahí podemos empezar a progresar.


En segundo lugar, como a Víctor le gusta tanto el suelo le traiciona su deseo imperante de llegar a él cuanto antes mejor. De ese modo, hizo contraataques muy malos en los que se echaba al adversario literalmente encima. Algo parecido a lo que le pasó a Sonia. Habrá que volver a trabajar con el Charlie.


Jader dos Santos


No le vimos el primer encuentro pero reconoció que perdió con un rival muy bueno. Tenía razón porque repescó. En su primer encuentro de repesca, pese a tener menos experiencia que la mayoría de adversarios y compañeros (Jader todavía era cinturón Naranja) realizó un formidable encuentro. Le tocó un aguerrido buscador de suelos y cayó en su 'trampa' por inexperiencia. Pero se vino arriba y estuvo a punto de sacar del combate, por tesón, a su adversario. Forzó el desempate y cayó de nuevo en la trampa del 'estrella rodillas al suelo y arrastro a lo bruto'. Se vio claro que se dejó rodar por estar ya sin fuerzas. Y es ahora cuando recordamos que al principio de temporada felicitamos a Jader por lo bien que había entrenado un lunes´y le animamos a que siguiera así, entrenando más y mejor. El muchacho asintió y volvió al día siguiente; nos alegró mucho. Pensábamos que había decidido acudir también a las clases de martes y jueves. Le felicitamos de nuevo y nos sacó de nuestro entusiasmo. Lo que había decidido era pasarse a las clases de martes y jueves y renunciar a las de lunes, miércoles y viernes; es decir que su forma de 'entrenar más' era renunciar a un entrenamiento a la semana. Luego nos falta fondo físico.


Daniel Ruedas


Demasiado despistado. Daniel aún debe experimentar más para no acudir tan aturdido a este tipo de competiciones. Su físico es más propio de un jugador de baloncesto y hasta para el deporte de la canasta sería recomendable que creciera más a lo ancho. Con esos mimbres y fiándose exclusivamente a contra-atacar lo que le echen encima hay poco que hacer. Hay que decidirse a lanzar esas piernas largas en busca de jarai-gosi, osoto-gari, hiza-guruma...


No obstante, no es hora de lamentos sino de felicitar a Daniel que acudió presto a la cita, saltó con valentía al tatami y se enfrentó a dos de los medallistas de la competición. Con un sorteo así es difícil destacar.


Víctor Manuel Pérez (2º)


Sus dos primeros encuentros fueron desastrosos. Soltaba agarres, de repente se agarraba al contrario como un mono sin saber para qué lado tirar o empujar o mover. En suelo, todavía peor. Ya no es sólo la continua obsesión por tirarse en plancha boca abajo, incluso en situaciones de ventaja, sino que hasta se dejaba coger inmovilización para tratar, luego de escaparse haciendo el puente. Es decir, que Víctor lo fiaba todo a su fuerza. Empezó perdiendo todos sus encuentros. En el primero marcó ipón de una especie de yoko-guruma. Su cara al levantarse lo decía todo. No sabía siquiera si había ganado él o su adversario. En su segundo encuentro... más de lo mismo. Ni un ataque de algo parecido a una llave de yudo, una especie de iponseoe-nague que más parecía un repentino interés en arrancar el brazo del rival y llevárselo a casa... También acabó con un ipón encontrado más por la diosa Fortuna que por algo de lo que sugirió Yigoro Kano (san Yigoro Kano si llegar a ver todo eso)

Sólo en el tercer encuentro definió, nada más comenzar, un magnífico ura-nague le brindó el premio (a sus bríos de potro desbocado) en forma de pase a la final. Cuando saltó al tatami aun estaba pálido de desfallecimiento. Apenas pudo saludar cuando su rival lanzó un fuerte ataque. Víctor cayó con gran violencia sobre las costillas (yuko) y puso mala cara. Perdió unos instantes en quejarse y, para colmo, se giró permitiendo a su rival que le cogiera inmovilización. Todo un despropósito, porque pocos segundos después ya saltaba, de nuevo, como un toro bravo en un rodeo, pero firmemente atrapado en inmovilización. La exhibición de inmadurez sólo es comparable a la falta de actitud de Víctor en sus entrenamientos; otro de os que ha decidido pasar a las clases de martes y jueves, entrenando un día menos a la semana. La explicación: “así tengo más tiempo para salir con mis amigos”. ¿A ver qué hacemos con este fenómeno? Para colmo, de estudios fatal... ¡y le tenemos clasificado para el 'Ranking Nacional'! Dicen por ahí que Dios da pan a quien no tiene dientes


David Monforte


Ya le hemos explicado varias veces a David que nuestra principal aliada va a ser la paciencia. A pesar de sus 15 años, la naturaleza no quiere que David pegue el definitivo estiró biológico que ya han dado muchos de sus compañeros. Eso limita a la hora de medirse a rivales muy duros en un peso, como el suyo, siempre concurrido y competido. A pesar de todo, David sigue saliendo con buena actitud y excelente mentalidad. Aparenta no desesperarse, pero sabemos que la procesión va por dentro. Paciencia.


Por otra parte, vamos a empezar a trabajar desde el seoenague que parece empieza a emerger y a armar un yudo rocoso con el que empiece a sentirse más seguro David. Con eso y un poco más de armazón en los recursos de ne-uasa vamos a empezar a funcionar muy bien. Seguro.


Óscar Manchado

Está entrenando bien Óscar en sus clases aunque, luego, se vende caro a la hora de participar en actividades extra. Sí que vino a un entrenamiento federativo y parece que empieza a carburar. Pero, en el 'Ranking' con tanto 'mogollón' (perdón por la expresión) no le vimos salir al tatami. Nadie nos avisó tampoco. Para colmo, fue de los que se despidió en plan soviético; no nos dimos cuenta. Óscar se marchó sin despedirse del profesor pese a que éste le había dicho que no se marchara sin que se le entregara el yudogui que había encargado. En el maletero del coche del profesor sigue.


No podemos valorar la actuación de Óscar en este encuentro, pero, desde luego nos llena de estupor que un alumno se marche de la instalación sin despedirse siquiera. El profesor estuvo en el Pabellón Europa desde las 9 de la mañana hasta pasadas las 5 de la tarde. No entendemos cómo pueden desaparecer con tanta urgencia algunos yudocas sin siquiera despedirse. En fin, esperamos que no vuelva a suceder.


Adrián Rodrigo (5º)


Tenemos que felicitar a Adrián Rodrigo al que escamotearon una medalla por una falta de valoración clamorosa. Son cosas que pasan y aceptamos con toda deportividad.


Fue de menos a más que se suele decir. Se hizo un lío con sus agarres a lo oso y ataques sin equilibrio (suyo) y desequilibrio (del rival). Tampoco era capaz de contra-atacar aunque se agarraba a su rival como el que se agarra a un subsidio para llegar a final de mes. Pero entró en repesca y fue mejorando. En la final de repesca, por fin se atrevió a lanzar un fulminante jarai-gosi espectacular. Era ipón a todas luces, pero se debió apagar la de los árbitros que inventaron algún inconveniente y se pusieron rácanos. Con el uasari en la mochila fue cuando falló Adrián que dejó crecer a su rival y acabó sin poder frenarle, muy fatigado y sin recursos. Ero le felicitamos porque tiene madera y sigue progresando. Además, ni tuvo el mejor de los sorteos ni era el más pesado de los pesados (todo lo contrario). Tan cerca está del peso de abajo que le animamos a seguir con las tres emes: comer mucho entrenar mucho y dormir mucho. Con el matiz de que lo de comer mucho sea además, de lo más adecuado. O mismo, de aquí a final de temporada tenemos a todo un temible '90 kilos'. Si en este 'Ranking' hubiera dado el peso, como se planteó en principio, sí que hubiera sido medalla de bronce: sólo se inscribieron tres deportistas en este peso.


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