Fue un fin de semana de yudo, de mucho yudo. En Madrid levantamos envidias (‘sanas’, vamos a poner) por la actividad que tenemos en torno al yudo. Hubo Liga, Concentración Urbana, exámenes de árbitros, entrenamiento con la Selección Nacional coreana…
Desde primera hora de la mañana se reunieron docenas de yudocas de corta edad en las instalaciones del Consejo Superior de Deportes. La flor y nata de nuestros infantiles y cadetes acudieron a una nueva concentración urbana. Allí estaba nuestra menudita Sonia Sieiro que va encantada a este tipo de citas que tantas veces hemos criticado (fíjate tú). Por eso, la actitud de señoritas como Sonia nos hace recapacitar. No nos importa… todo lo contrario. Eso de recapacitar es algo que hacemos muy a menudo; es una de las señas de identidad de nuestro grupo: somos o pretendemos ser reflexivos. Apostamos por el análisis como forma de progresión. Donde otros se atrincheran en ‘su’ opinión, en ‘su’ experiencia, en ‘su’ ego… nosotros apelamos a nuestra continua reflexión y capacidad de análisis. Nos mostramos permeables a todo tipo de opinión siempre y cuando se fundamente en la razón. No nos declaramos cartesianos a muerte (no renunciamos a ciertas dosis de intuición) pero no toleramos a los que intentan imponer ‘su’ razón por el simple hecho de emitirla o de gozar de cierta dosis de poder en un determinado momento. Precisamente es a esos a los que intentamos combatir con toda humildad, pero también con todas nuestras fuerzas. No nos gustan las imposiciones y los consejos sólo se los consentimos a los que hemos elevado a la categoría de ‘amigos’ o de maestros’ o de ambas cosas. Y en ambas categorías sólo tenemos una reducida nómina de personalidades, para nosotros muy importante. Pero, hemos de reconocer, que se trata de ‘un club bastante selecto’; no entra cualquiera. Claro que por la misma razón, es raro que nadie abandone ese ‘club’ tan nuestro.
Sobre las concentraciones urbanas digamos que, mientras un cadete como Raúl no quiere acudir a ellas bajo ningún concepto, otra infantil como Sonia está deseando hacerlo. Las veces que fue Raúl, como antes María Abial (sobre todo María Abial-que ya no practica yudo-) o Yaiza Martín, no lo pasó nada bien y mostró su pesar por tener que volver a una de estas concentraciones. En cambio, Sonia Sieiro está pendiente del calendario de concentraciones y pregunta la semana antes de cada cita si ha cambiado algo. Se interesa por saber si sigue pudiendo ir a estas concentraciones en las que se la ve trabajar con ganas y feliz. ¿Cuál es la diferencia entre Sonia Sieiro o Raúl Abial? Pues seguramente la fundamental es el deseo. El deseo de una de formar parte de ese grupo de infantiles que se reúne un fin de semana por mes en el CSD a hacer yudo y el deseo del otro de no formar parte de ese mismo grupo.
Una niña de 13 años, la más ligera de todo el grupo (trabaja siempre con niñas de muchos más kilogramos) y de las más jóvenes, no encuentra más que estímulos para acudir a esa concentración. Su mérito para acudir a estas reuniones es la de haber sido tercera del ‘ranking’ madrileño.
Un adolescente de 15 años, cinturón marrón con posibilidades de obtener pronto el Cinturón Negro y de los mayores del grupo, no encuentra más que inconvenientes para acudir a esta concentración. Su mérito para acudir a estas reuniones es la de haber sido tercero del ‘ranking’ madrileño.
Está claro que el motor principal de casi todo en esta vida es el deseo. (Hablamos del deseo propio, no del de los demás)
EL EQUIPO COREANO EN MADRID
El mismo sábado que fuimos a ver a nuestro equipo de Tercera División pasamos al pabellón de enfrente a ver cómo entrenaba la Selección de Corea. Al lado, en la sala de lucha, entrenaban los infantiles y cadetes de la concentración urbana. ¡Qué espectáculo! Lo mejor del yudo nacional, con lo mejor del yudo coreano… y con lo mejor del yudo madrileño de las categorías infantil y cadete. La verdad es que es una delicia ver las oportunidades que tienen en estos tiempos nuestros yudocas. ¿Cuántos yudocas de otras generaciones hubieran suspirado ante la simple posibilidad de que les trajeran a los coreanos a una instalación como la que hoy tenemos en el CSD? ¡Qué maravilla! Y qué poco lo aprovechan algunos.
Y MUCHO MÁS
En este pasado fin de semana también añadimos a la actividad la Liga de Tercera división. A continuación tienes crónica e imágenes.
Pero, además, aprovechamos para recordar que el próximo sábado día 24 se celebra en el Pabellón Jorge Garbajosa (Parque Corredor) el FESTIVAL YUDO de TORREJÓN de ARDOZ al que nos han invitado a participar. Recuerda que el horario es el siguiente:
10:00 horas. Yudocas de 11 años y más
11:00 horas. Yudocas de 8, 9 y 10 años
12:00 horas. Yudocas menores de 8 años (mangas verdes)
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