Pasamos un fin de semana muy especial. El sábado llevamos a tres de nuestras yudocas a la concentración de medallistas (Sonia, Cris y Michelle) y tuvimos ocasión de charlar con amigos yudocas de las cosas que nos gustan a los yudocas; de yudo.
Eso fue el sábado porque el domingo volvimos a Parla a por un puñado de buenos yudocas y, con ellos, nos dimos traslado, de nuevo, a las instalaciones del CSD. Queríamos ver el Campeonato de España de Katas y ver a muchos de nuestros amigos que lo hicieron de fábula. Por ahí andaban
El caso es que lo pasamos en grande contemplando la marcha de la competición y saludando a muchos amigos. Fue un placer coincidir con nuestros amigos la japonesa Ninfa y con su marido francés Arnauld. Estaban de nuevo de visita por nuestro país con sus cuestiones comerciales. También coincidimos con el maestro Rodolfo Cruz y su familia y pasamos un rato bien agradable.
Pero habíamos quedado esa mañana para algo más. Al acabar el campeonato salimos de las instalaciones y nos dirigimos hacia Torrejón de Ardoz. Teníamos comida en casa de los ‘profes’ Wladi y Cristina. Lo pasamos en grande viendo fotos y videos antiguos, recordando anécdotas y gastándonos bromas unos a otros. Nadie se quedó a salvo.
Por la tarde, había que dar un paseo y hacer algo de ejercicio aunque fuera muy moderado. Se nos ocurrió acercarnos a la bolera del parque Corredor y allí acabamos de rematar una fenomenal jornada en la que Sonia volvió a demostrar que lo suyo es ser una campeona. Hasta a los bolos nos ganó a todos. Y eso que el ‘profe’ opuso dura resistencia, lo mismo que Itziar que hizo un pleno sin dejar de hablar por teléfono con su novio. También fueron de menos a más Cristi y Lidia. Sus últimas tiradas fueron memorables. Cristi cerró su serie con dos ‘strikes’ seguidos y Lidia tiró más bolos en sus últimos lanzamientos que en todo el resto de la partida. Y todo eso mientras hacíamos fotos, hablábamos por teléfono y hasta algunos se tiraban por los suelos.
Antes de que se hiciera más tarde volvimos a Parla y acabamos con alguna que otra anécdota. Dejamos primero a Itziar y a Sergio. Itziar se llevó las llaves de Sonia y nos llamó para decirlo. Pero además, nos pidió que recogiéramos un cedé y sus gafas de sol que se había dejado en el coche. También se había llevado las llaves de Sergio. Llamamos a Sergio para informarle de ello y no nos fue posible. Así es que llamamos a su amigo David al que acabábamos de dejar en su casa. David se puso en contacto con Sergio y luego volvió a llamarnos. Sergio no necesitaba sus llaves, ya estaba en casa, pero se había dejado su teléfono móvil en el coche. “Imposible”, le acabábamos de llamar y no se había escuchado anda. Es que lo tenía en silencio. Sergio nos acabó llamando desde otro móvil. No le hacía falta el teléfono. Así es que acabamos dejando a Lidia en su casa y a Sonia en el lugar en que se había dado cita con una amiga. Nos despedimos hasta vernos de nuevo ‘en los tatamis’ Itziar sin sus gafas, Sonia sin sus llaves, Sergio sin su móvil y el profe con el encargo de llevar gafas, llaves, teléfono y cedé en la próxima clase de yudo; va a parecer el de SEUR.
Nos vemos en los tatamis (más nos vale… que fuera de ellos perdemos mucho)
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| Comida en casa de los 'profes' |
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