19.12.10

Fabuloso YUDOLANDIA

  • Record de participantes de nuestro gran grupo WLAC-Yudo + AYUDAS

Ha sido un día maravilloso, pleno de emociones y de alta gratificación. Ha sido una de esas jornadas en que se siente uno satisfecho, útil a la sociedad, beneficiado por el privilegio de contar con la posibilidad de tener algo que ofrecer a los demás. Al salir del Centro de Tecnificación de Yudo de Villaviciosa de Odón, los profesores sabíamos que al mes siguiente íbamos a cobrar lo mismo, pero nos sentíamos ricos. Vamos a hablarles ahora de nuestro inmenso tesoro.

En este primer curso de singladura del Club Deportivo Elemental WLAC-yudo era importante tener una ocasión para presentarse en público por todo lo alto. No podíamos dejar escapar la que nos brindaba la Federación Madrileña de Yudo que nos cedió sus magníficas instalaciones este pasado sábado día 18 de diciembre.

A partir de ahora esta fecha pasa a ser un hito en el recorrer de nuestro WLAC-Yudo, en nuestra historia. Por eso nos sentimos tan orgullosos de quienes vinieron y tan agradecidos a todos los que componen nuestro colectivo.

Entre los condimentos que hacen de este festival algo que difícilmente olvidaremos está que conseguimos reunir a casi el 75 por ciento de nuestros socios. Sobre el tatami del CT Villaviciosa tuvimos a 118 yudocas de muy diferentes edades y procedencias (Parla, Pinto, Illescas, Alameda de Osuna, Torrejón de Ardoz…) todos organizados bajo una misma forma de entender el yudo (nuestro yudo: el de la ‘eye’ con la ‘u’).

Para empezar, el grueso de la expedición se dio traslado en autocar costeado (para compungimiento de escépticos y envidiosos) por la AA.VV. La Laguna y el propio CDE WLAC-Yudo. De esta manera, la fiesta empezó a las 9:30 horas de la mañana en que teníamos establecida la cita en la Alameda de Osuna. De allí salimos, según lo previsto a las 9:40 con veinte ocupantes en el autocar.

Cuando llegamos a la calle Lago de Covadonga, donde se encuentra la AA.VV. la laguna, ya teníamos reunido al resto del grupo que viajaría en el autocar; otros 38 yudocas.

La llegada a las instalaciones de Villaviciosa de Odón se produjo sin incidentes. Allí esperaban la gran mayoría de quienes habían optado por viajar en coche particular. Enseguida seguimos las indicaciones del cuerpo de voluntariado de la federación madrileña de Yudo a quienes queremos felicitar desde aquí por su exquisito trato y su paciencia. Estuvieron a gran altura.

Los padres se dispusieron a ocupar las gradas mientras nuestros auxiliares atendían a los niños con los mil problemas que suelen acuciar en esos momentos de nervios (puedo llevar la botellita de agua, qué hago con los calcetines, dónde está mi mamá, tengo pis, he devuelto, me duele la tripita…) La labor de nuestro equipo de colaboradores fue tan discreta como titánica. No se pueden ni hacer una idea los padres de nuestros alumnos. Para cada padre, su hijo/s es lo más importante del mundo. Para nosotros, cuando hacemos nuestro trabajo, también. La diferencia es que cada padre tiene un hijo, dos o tres… nosotros tenemos en estas ocasiones cien hijos. Por fortuna hay una cosa que se llama experiencia y que nosotros tenemos a raudales y no porque nos haya tocado en un sorteo; ¡cosas de ir peinando canas!

Conseguimos colocar en apenas unos instantes a nuestros 118 yudocas en fila para saludar, unto al buen puñado de yudocas invitados del Club Silver de Torrejón de Ardoz. Su director, el maestro Francisco Andrés Silvestre, además de ser un gran amigo, siempre ha respaldado cuantas actividades le hemos propuesto, sumando antes que restando, empujando antes que pesando. Su aportación fue, una vez más, tan discreta como exquisita. También supo proveerse de su habitual equipo de colaboradores entre los que destaca nuestro amigo Mario Urán; otro yudoca de gran futuro y proyección.

Al momento de ir a saludar llegó la primera sorpresa. El responsable de la Federación, Miguel Ángel Nogales tomaba el micrófono para anunciar nuestra participación y también para desvelar una de las sorpresas de la jornada. El ministro Miguel Sebastián se incorporaba al Festival para presenciar cómo evolucionaban nuestros muchachos. El motivo no era casual. Además de ser deportista, D. Miguel Sebastián es yudoca. Pero es que, además, en nuestro club contamos con un familiar al que tiene especial cariño y quiso acercarse a verle en acción. Al acabar nuestra intervención, el ministro admitió haber quedado impresionado por nuestra original propuesta. En concreto, felicitó al maestro Wladimiro por su “control del tiempo y el espacio y su gran manejo de la situación”. Esta es una felicitación en toda regla, sin duda. Nos sentimos orgullosos.

Hacer fácil lo complicado; triunfar donde otros fracasaron.

Uno de los mayores motivos de satisfacción fue comprobar que el grupo respondió pese a encontrarse en él niños de cortísima edad que aún no han participado más que en diez o doce de nuestras clases. Ya hemos explicado que nuestros maestros, Wladimiro y Cristina llevan en este mundillo muchísimos años. Además, se nota su extenuante trabajo en estos meses. Pero hay que explicar también, que entre los participantes había niños tildados de extrema hiperactividad, niños de alta agresividad, hasta teníamos entre nosotros un chavalín con sólo un diez por ciento de capacidad visual, evolucionando como uno más y haciéndonos sentir dichosos.

Al proponer nuestra exhibición en una sola tanda, se pudo comprobar el espíritu del yudo, en el sentido de ser el único deporte individual que funciona como uno de equipo. Los menores (y ya hemos dicho que había algunos niños de tres años de edad) eran vigilados por los mayores. Cualquiera de nuestros chiqui-yudocas tenía siempre a su alcance el ejemplo de un compañero mayor y todos la vigilancia de auxiliares bajo el control de profesores y maestros.

"…y entrenando …y jugando … pronto serás campeón"

Cuando empezamos nuestra exhibición apareció enseguida otra de las grandes sorpresas que casi nadie esperaba. Nuestros yudocas tienen canciones para calentar. Fue todo un espectáculo ver ponerse en marcha a más de cien yudocas siguiendo la letra de las canciones de yudocas que iba entonando el maestro Wladi. Algunos quizás no lo sepan, pero Wladimiro viene de familia de grandes músicos y, él mismo, estudió canto, solfeo y violín. No es de extrañar entonces que presuma de tener canciones de yudo con más de treinta años de existencia. La pena es que algunos muy próximos a él ni siquiera hayan tenido ocasión de saberlo más que ahora leyendo estas líneas.

Las gradas se poblaron de sonrisas y en la mesa de honor el propio presidente de la Federación Madrileña, D. Francisco Valcárcel, reía junto al ministro D. Miguel Sebastián y a nuestro campeón de yudo José de Mingo (que también acudió a ver a nuestro grupo).

Después, en sólo media hora se pudo mostrar una maravillosa muestra de cómo trabajan nuestros yudocas. Tuvimos una pequeña muestra de defensa personal infantil, una tablita de musculación, repaso de caídas, ejercicios técnicos de habilidad para yudo suelo (ne-uasa), repaso de técnicas de yudo suelo, randori en suelo y en pie, juegos y estiramientos.

Otro momento de grandes carcajadas se produjo cuando se comprobó cómo ayudamos los mayores a acabar los ejercicios a los más pequeños y a hacerles sentir poderosos y fuertes. Cuando los cinturones negros y marrones acaban de trasladarse de un extremo a otro del tatami, haciendo la gamba o coreanos, acuden a los más rezagados (normalmente los chiquitines) y les enseñan una de las utilidades del cinturón. Cogiendo de un extremo tiran para favorecer el esfuerzo de los pequeños que ven multiplicada su potencia adquiriendo velocidades que les hacen sonreír y disfrutar.

También hubo otro momento de máxima satisfacción entre los chiqui-yudocas. No sabían que al momento de empezar el randori en pie (que apenas han practicado aún) iban a tener que enfrentarse a los compañeros mayores (cinturones marrones y negros). Fue otro de los momentos más aplaudidos.

Nunca puede faltar algún juego

Ya lo dice una de nuestras canciones: “y entrenado, y jugando, pronto serás campeón”.

No podía faltar un juego en una de nuestras sesiones, por más que esta tuviera sólo media hora de duración. De este modo, algunos padres se quedaron boquiabiertos cuando comprobaron que el tatami quedaba en absoluto silencio para jugar a “respiración de atleta”. Les solemos explicar a los niños que los yudocas tienen que hacer carrera (futin), de vez en cuando. Y que, ahora en invierno, si se respira por la boca, con tanto frío, duele la garganta. De manera que en cuanto se propone el juego todo el mundo cierra la boca para no ser eliminado. Luego, siguiendo las instrucciones del ‘profe’ corren por donde quieren teniendo cuidado de hacer grupos con el número que dice el profesor en alto. Fue estupendo cuando Wladi dijo “por ciento cuarenta”. Todos los yudocas acabaron fundidos en un abrazo en el centro de la pista mientras el público aplaudía. Todo un espectáculo.

Todo fue tan fluido que hubo tiempo de poner en marcha el nuevo juego inventado por la profesora Cristina: ‘los coches antichoque’. Algunos niños aún no lo conocían y el riesgo era alto al decidir sobre la marcha ponerlo en acción de manera improvisada. Ni se notó. Todo salió como si los niños llevasen toda su vida jugando a este divertido juego fruto de una pedazo de profesional tan callada y humilde como capaz y competente: Cristina Carbonell. Su labor es titánica. Es capaz de impartir una clase de hora y media de duración a cincuenta niños a la vez. Lo hace todos los miércoles de cada semana de cada mes del curso escolar. Y en esa clase cuenta con alumnos con visión o movilidad reducida, con niños de tres años… ¿Quién da más?

Premios, fotos y para casa

Al salir del pabellón se pudo comprobar que algunos niños no sólo son pequeñitos sino también concienzudamente sordos. Algunos no habían dejado el abriguito dónde se les indicó, otros se habían descalzado en un lugar diferente al que se les había indicado… Lo normal.

Pese a todo y sin grandes pérdidas, todos los niños fueron saliendo (unos a encontrarse con sus familiares, otros acompañados por nuestros auxiliares, pues habían viajado solos y a nuestro cargo). En todo caso, todos salieron, sin distinción, con un bonito regalo facilitado por la Federación Madrileña.

Una vez en el exterior, con los que no se marcharon de estampida, pudimos hacernos algunas fotos de grupo en las que tuvo la gentileza de posar el mismísimo Miguel Sebastián, acompañado de su inseparable amigo José de Mingo; el gran campeón.

Enseguida nos vino a recoger el autocar para hacer el recorrido inverso entre comentarios de satisfacción y elogios hacia nuestra labor que casi nos acaban emocionando.

Yudocas y deportistas

Una de las anécdotas ha surgido al escribir estas líneas. Al día siguiente de celebrado el festival, uno de nuestros yudocas demostró su talante deportivo. Carlos Mingornace se decidió a participar en la carrera popular de Aranjuez que se disputaba el domingo por la mañana. Allí volvió a coincidir con el ministro Miguel Sebastián, que, en esta ocasión, demostró su condición de deportista en activo. Tomó parte en la carrera, como nuestro yudoca.

Algo más para sentirse orgullosos

Una de las grandes anécdotas se produjo en el centro del tatami. Un pequeñín de encendido color de pelo rojizo deambulaba como uno más. Se trataba de Enzo Taconet. A su lado se encontraba uno de nuestros ‘veteranos’ y primeros monitores de nuestra historia (sacó el número dos de su promoción). Se trata de Christian Taconet, padre de Enzo, que no quiso perderse la oportunidad de participar en el festival de manera activa y junto a su pequeño yudoca.

Christian tiene 36 años y trabaja en ABC. Su hijo tiene tres años y practica yudo en el CEIP Ciudad de Guadalajara de la Alameda de Osuna. Precisamente en el colegio Ciudad de Guadalajara se apuntó Christian a yudo, hace ya casi treinta años. Es para nosotros otro motivo más de orgullo poder dar este dato que indica, bien a las claras, nuestra vocación de echar raíces allá donde vamos. Siempre acudimos a cada nuevo centro con la firme voluntad de ‘hacer escuela’; nuestra escuela.

Hay que acabar explicando, que durante una buena etapa, el propio Christian fue el profesor de yudo del Ciudad de Guadalajara. Allí conoció a la hermana de varios de nuestros alumnos (los Solís Segura) y acabó casándose con ella y teniendo un maravilloso hijo: Enzo. Una bonita historia que no cualquier profesor de yudo puede contar.

En resumen

Tenemos que ponernos un once sobre diez, como diría Mourinho. Hemos optado por darle nuestro propio sello personal a nuestras actividades y nos salen de maravilla. Donde otros aplican connotaciones marciales y sesgos disciplinarios de corte militarista, nosotros aplicamos el control invisible que proporciona la experiencia. Donde algunos ordenan por el sistema de la fila nosotros proponemos disciplina, entendiendo que se trata del desarrollo de una cualidad individual que proviene del interior de la persona y no del exterior. Es decir, que somos los que intentamos inocular el deseo. Por eso nos cuesta tanto recurrir al silbato (el profesor Wladimiro no tuvo que utilizarlo ni una sola vez), al grito o a otros factores externos. Preferimos la calidez de la palabra tenue, el tacto del abrazo o la caricia como elemento didáctico. ¡Qué somos profesionales! (¿lo habíamos dicho ya?)

Sólo nos queda, bromas aparte, agradecer el apoyo de cuantos nos lo han brindado que no ha hecho sino subrayar el abandono de quienes, con más medios, hicieron menos. Y a buen entendedor pocas palabras bastan.

Nuestra mayor gratitud para los familiares de nuestros alumnos (especialmente de los más chiquitines que aún apenas nos conocen) y que confiaron en nosotros. También un profundo agradecimiento y reconocimiento de nuestros auxiliares, chicos jóvenes que no dudan en respaldar nuestras actividades sacrificando su tiempo de ocio y demostrando que la juventud actual es responsable y comprometida (pese a todos los clichés que hoy día circulan). Nuestro equipo de colaboradores es de lujo; estamos muy orgullosos de Sergio Cortés, María Abial, Itziar Sánchez, Sonia Sieiro, David Monforte y Raúl Abial. También de los amigos que tenemos: Francisco Andrés Silvestre, Mario Urán y la buena gente del CDE Silver. Nos sentimos honrados con la ncaiente amistad que ha surgido con el campeón José de Mingo y con el ministro de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián. Un agradecimiento especial para la Asociación de Vecinos de La Laguna y para su presidente José Manuel Irala; mientras otros nos echaron de sus opulentas instalaciones por intereses muy alejados a lo que hipócritamente pregonan, él nos abrió las puertas de su casa. Ahora, además, nos ha ayudado a costear el autocar con que trasladamos a quienes quisieron acudir en grupo al festival.

Con todo nuestro cariño y reconocimiento queremos distinguir a estas especialísimas personas y grandes deportistas:

José Luis Molano, David Monforte, Carlos Mingorance, José Manuel Sieiro, Oscar Manchado, Paco Hidalgo, Adrián Rodrigo, Víctor Irala, Fran Hidalgo, Santiago Mingorance, David Yáñez, José Alberto Santiago, Marina Cabrero, Raquel Talabán, Javier Martínez, Luis Hidalgo, Javier Moreno, Javier Pinilla, Raúl López, David Rubio, Cristina Moreno, Olga Corredera, Álvaro Forcén, Jaime Alamillo, Sergio Velarde, Pilar Rubio, Iván Hidalgo, Naira Pérez, Noemi Gallego, Enrique Pedro Valderas, Gonzalo Espinosa, Alejandro López, Angélica Corredera, Emma Sánchez, Javier Pérez, Aharón Santamaría, Adrián Alonso, Álvaro Fernández, Eduardo Quintana, Adrián Rodelgo, Jaime González, Manuel del Pino, Manuel González, Daniel Ruíz, Daniel Serrano, Paulo Ríos, Daniel Sanz, Álvaro Gutiérrez, Jesús Rodelgo, Sara Sanz, Paula Jiménez, Mónica Espiñeira, Susana Espiñeira, Kacper Stankiemicz, Raúl Navas, Mario Jiménez, Raúl Conejo, Brandon Pérez, Alejandro Rizo, Ricardo Diéguez, Jesús M. Valderas, Nerea Villalba, Erik Erce, Edgar Calleja, Pau Inglés, Marco Antonio Mingorance, Sonia Sieiro, Itziar Sánchez, Sergio Cortés, David García, Ariadna Gamito, Fran Lorenzo, Alex Lorenzo, Nicolás Gómez, Álvaro Mercado, José Luis Risco, Silvia Gómez, José Ibáñez, Nacho Gómez, Javier Martínez, Nieves Hazen, Candela Suárez, Manuel García, Roberto Alaber, Candela Serrano, Alejandro Risco, Alejandro Criado, Ismael Allagui, Diego Sánchez, Elia Martínez, Christian Taconet, Raúl Abial, María Abial y Enzo Taconet.


2 comentarios:

  1. Gracias por hacernos partícipes de esta gran experiencia. Fue un gran éxito gracias al equipo que fue. Gracias a todos ellos

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  2. Gracias Wladi por tu buen hacer del judo o yudo , muchos deberian aprender que no todo es pasta , pisar ect.. Y gracias por dejarme un hueco , no obstante el estiramiento fue mucho mas ameno .

    Un abrazo y FELIZ NAVIDAD

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