Nuestra asociación va creciendo sin llegar a números espectaculares (ni falta que nos hace). Hace poco alguien me recordaba que era propietario de un gimnasio que presenta más de mil licencias al año. ¡Toma ya! Luego te enteras de que se trata de una especie de ‘holding’ que aglutina a colegios otros gimnasios… Bueno; mejor para ellos.Nosotros somos pocos, pero nos organizamos. Gracias a ello es un placer poder explicar aquí que hemos celebrado la primera de una serie de excursiones que tenemos prevista. Mientras nuestros cadetes se encontraban en su ‘ranking’ debidamente atendidos’, los yudocas del CEIP Ciudad de Guadalajara que quisieron, pudieron acudir a la excursión a Lanzahita (Ávila).
De momento, como se trataba de una prueba fueron pocos niños (sólo tres), pero lo pasaron en grande, en compañía de las profesoras Cristina Carbonell y María Abial. Las hermanas Beatriz y Cristina Fernández, junto a Guillermo González, pasaron un fin de semana inolvidable que ha de servir para abrir la puerta a futuras convocatorias similares.
Viaje en coche
Como, finalmente, no su apuntaron algunos compañeros de los mencionados yudocas, se renunció a hacer el viaje en autocar y se hizo en coche. Eso dio mucha independencia y permitió acudir a realizar una visita cultural al castillo (de la triste condesa) en Arenas de San Pedro, población a unos 15 Km. de Lanzahita. Los niños disfrutaron de lo lindo con las explicaciones de la guía y con los maniquíes ataviados con prendas de la época. También aprovecharon para dar un aseo por esta linda villa desde la que se divisa la sierra de Gredos.
Además de la convivencia y de los muchos momentos divertidos y entrañables, se vivieron experiencias ricas; hubo contacto con la naturaleza, los niños compartieron sensaciones y mucho más, se encontraron con frutas en los árboles, con animales en corrales, caminos y campos…
También hubo tiempo para hacer las tareas escolares y para desarrollar un interesante taller de DHaMI (Desarrollo de Habilidades Manuales e Intelectuales). La monitora de esta actividad propuso la recogida de hojas con las que confeccionar las velas de unos barquitos que, posteriormente, sirvieron de diversión al fletarlos en la Garganta de la Eliza.
Junto a los paseos, los talleres y el tiempo de estudio, también hubo tiempo para la lectura que se realizó en grupo, lo que propició el poder comentar, entre todos, lo que se había leído. Fueron momentos muy divertidos.
De momento, como se trataba de una prueba fueron pocos niños (sólo tres), pero lo pasaron en grande, en compañía de las profesoras Cristina Carbonell y María Abial. Las hermanas Beatriz y Cristina Fernández, junto a Guillermo González, pasaron un fin de semana inolvidable que ha de servir para abrir la puerta a futuras convocatorias similares.
Viaje en coche
Como, finalmente, no su apuntaron algunos compañeros de los mencionados yudocas, se renunció a hacer el viaje en autocar y se hizo en coche. Eso dio mucha independencia y permitió acudir a realizar una visita cultural al castillo (de la triste condesa) en Arenas de San Pedro, población a unos 15 Km. de Lanzahita. Los niños disfrutaron de lo lindo con las explicaciones de la guía y con los maniquíes ataviados con prendas de la época. También aprovecharon para dar un aseo por esta linda villa desde la que se divisa la sierra de Gredos.
Además de la convivencia y de los muchos momentos divertidos y entrañables, se vivieron experiencias ricas; hubo contacto con la naturaleza, los niños compartieron sensaciones y mucho más, se encontraron con frutas en los árboles, con animales en corrales, caminos y campos…
También hubo tiempo para hacer las tareas escolares y para desarrollar un interesante taller de DHaMI (Desarrollo de Habilidades Manuales e Intelectuales). La monitora de esta actividad propuso la recogida de hojas con las que confeccionar las velas de unos barquitos que, posteriormente, sirvieron de diversión al fletarlos en la Garganta de la Eliza.
Junto a los paseos, los talleres y el tiempo de estudio, también hubo tiempo para la lectura que se realizó en grupo, lo que propició el poder comentar, entre todos, lo que se había leído. Fueron momentos muy divertidos.
Tan bien planificada estuvo la actividad que apenas se dedicaron unos minutos a ver la televisión, o que da una idea del valor pedagógico de la excursión y de que se cumplieron los objetivos sociales y humanos.
Tras el éxito de esta primera experiencia piloto se está trabajando en un calendario de salidas, viendo que nuestros yudocas cada vez gustan más de este tipo de experiencias. Os mantendremos informados.
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