29.5.10

Menos ruido ¡por favor!

Desde este YUDIARIO aplaudimos la campaña del Ayuntamiento de Parla orientada a una convivencia más sana y menos molesta. En concreto, el Consistorio parleño se ha propuesto reducir la que se conoce como contaminación acústica y que no es otra cosa que la capacidad (casi ilimitada) del ser humano de hacer ruidos de todo tipo, con notable perjuicio de terceros o semejantes.



Me viene a la memoria mi primera etapa como profesor de yudo en las Escuelas Municipales de la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de la Villa de Parla. Mi amigo el doctor Oscar Veiga (el anterior profesor de yudo) me presentó a los muchachos sobre el tatami que se montaba en un tercio de la cancha del Pabellón de La Cantueña. Tras una cortina se desarrollaba al mismo tiempo la escuela de gimnasia rítmica con más de un centenar de niñas entrenando al ritmo de la música que se podía escuchar desde el Carrefour. Por supuesto, a nosotros, los yudocas, nos impedía escucharnos los unos a los otros, amén de salir como Charlot en la película 'Tiempos modernos' (espasmódicos).


El primer ‘tirón’ de nuestra escuela se produjo, precisamente, cuando descubrí un cuartito infrautilizado en el que se almacenaban espalderas viejas, una mesita de aspecto avejentado, algunas sillas defectuosas, mucho cachivache inservible y una balanza que hoy tenemos en la sala de profesores arreglada y en funconamiento.


Me obstiné en que se adecuara el cuartito (‘de las ratas’ –permítaseme la expresión-) y se consiguió pese a las muchas objeciones que hubo que ir sorteando. Era un cuchitril, pero hoy día sigue en uso gracias a mi iniciativa personal, como sala de Pilates (actividad en que también aprecian el silencio como parte inherente de sus sesiones).


Han pasado años y la escuela municipal de gimnasia rítmica ha debido desaparecer (o casi). Nosotros que no existíamos (o casi) somos los que ahora rebasamos en estos momentos el centenar de alumnos (146 licencias en la Federación en dos clubes dados de alta -38 de Parla P.M. y 108 de AYUDAS-). Todo eso en silencio (o casi -si se me permite la expresión-)


Para un periodista, como el que esto suscribe, ‘ruido’ es todo aquello que interfiere en el mensaje, en el proceso de comunicación desde el emisor hasta el receptor. Siguiendo esta línea, en estos momentos, nuestro mensaje (yudo) también está aquejado de mucho ruido, pues llega con interferencias. Seguimos pidiendo mucha calma y recomendamos ser positivos. ¡Cuánto menos ruido mejor!



Eso no quita para (silenciosamente) mover ficha como ya están haciendo algunos alumnos (de la clase de adultos) y padres de yudocas de diferentes clases. Están articulando mecanismos para cohesionar al colectivo adelantándose a la ocasión de poder presentarse como grupo compacto y posicionarse en demanda de derechos que consideran más que adquiridos. Seguiremos informando y, de momento, como siempre… nos vemos en los tatamis.




El Ayuntamiento de Parla pone en marcha una campaña de concienciación cívica para reducir los ruidos en la calle

Divertirse sin molestar. Salir a la calles, aprovechar el horario de los parques en verano, pero respetando el descanso de los vecinos. Ese es el mensaje de una nueva campaña de concienciación ciudadana que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Parla, esta vez, bajo el lema Baja el volumen, diviértete sin molestar.

“Con la llegada del buen tiempo y la ampliación del horario de apertura de los parques de Parla, todos salimos a las calles a disfrutar de los espacios públicos de la ciudad. Para que este hábito sea compatible con el descanso de otros ciudadanos, hemos puesto ha puesto en marcha esta campaña con el fin de garantizar el máximo respeto para garantizar la convivencia, pero respetando los espacios públicos y, sobre todo, el descanso de los ciudadanos durante la noche”, explica el alcalde de Parla, José María Fraile.


Evitar los problemas de salud que causa el exceso de ruido, de los vehículos y muy especialmente, de los aparatos de música; respetar los horarios de descanso –mediodía y noche-, combatir el consumo de bebida en parques y jardines o cualquier alteración del orden público, son principales objetivos.

La campaña, además de informar y concienciar, cuenta con una mesa de coordinación integrada por Policía Local y técnicos de las delegaciones de Medio Ambiente y Juventud. “Espero que tenga tan buen resultado como la campaña de recogida de heces caninas, que está funcionando muy bien, resultado que no hubiéramos obtenido sin la colaboración de los ciudadanos a los que quiero agradecer la implicación”, añade el regidor.


Además, el Ayuntamiento recuerda que la Ordenanza Municipal de Protección Ambiental dedica dos capítulos al ruido y la contaminación acústica y, entre otros puntos, regula:


• Prohibición de usar dispositivos sonoros con fines de propaganda o aviso en zonas públicas –salvo casos de alarma-.


• Los receptores de radio y televisión, aparatos reproductores de sonidos, instrumentos musicales y aparatos domésticos se instalarán y usarán de manera que el ruido transmitido a las viviendas, locales colindantes o medio ambiente exterior no exceda del valor máximo autorizado.


• Prohibición de dejar animales en patios, terrazas o balcones de diez de la noche a siete de la mañana para no molestar a los vecinos.


• Cualquier otra actividad o comportamiento singular o colectivo como gritar, cantar, dar portazos y en general todo aquello que produzca una molestia en el vecindario y que sea evitable con una conducta cívica normal puede ser sancionado.

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