Completamos un magnífico curso en el IES El Olivo

Se puede decir que hemos completado un magnífico curso en el IES El Olivo de Parla. Hemos mantenido un interesante número de yudocas en activo hasta el último momento y, también, hemos tenido nuestros momentos de gloria deportiva. Nada menos que tres medallistas en el Palacio de los Deportes nos han representado y dado realce al centro parleño. Os recordamos que, en la gran Final de los Campeonatos Escolares de la Comunidad de Madrid tuvimos tres medallas; una de cada color y orden de importancia. Erick Bolaños consiguió el bronce, su prima Cristina Morales se proclamó sub-campeona y Ellen Cavalcante consiguió el título de campeona.

De lo que más contentos estamos es de haber conseguido un compacto grupo que ha venido funcionando hasta el último momento. Y, aún después de cerrado el curso, seguimos viéndonos en algunos entrenamientos, por aquí y por allá. Por ejemplo, tres de nuestras alumnas favoritas de este Instituto de Educación Secundaria participaron en el recién celebrado Trofeo de San Isidro. Las tres consiguieron medalla, frente a rivales muy experimentadas. Cristina Morales fue plata, Ellen Cavalcante bronce y Michelle Bolaños, también, bronce.

La despedida oficial del curso la realizamos en el Bar El Paso de Parla, que regenta la familia de Piero, otro alumno del centro escolar, que precisamente acudió a última hora a la celebración-despedida. Piero se encontraba indispuesto, peo hizo un esfuerzo por compartir el buen rato con sus compañeros, con el profesor Wladi y con el monitor Sergio María. Precisamente, hablando de Sergio tenemos que felicitarle por el trabajo realizado a lo largo del curso, pues en él ha descansado gran parte de la responsabilidad del trabajo. Nuestros éxitos no se entenderían sin él.

Esperamos poder seguir con la labor, el próximo curso, y, también, esperamos contar con mayor implicación de los chicos que se acerquen a nuestro deporte. Este curso, ha habido una gran selección espontánea. No obstante, hemos mantenido gran número de alumnos, pues si empezamos con casi dos docenas de muchachos hemos acabado las clases con doce. Por poner un ejemplo que sirva de contexto, el grupo de fútbol comenzó con más de un centenar de chavales. En los últimos entrenamientos no pasaban de diez en ninguna ocasión, a pesar de contar co dos monitores. Son cosas que pasan cuando la juventud tiene demasiada libertad, poca convicción y ningún tipo de responsabilidad. Apostamos por la libertad, ciegamente, pero siempre y cuando se la entregue a gente disciplinada que se sepa autorregular en su propio beneficio. Para ello, hay que trabajar en que los profesores sean profesionales con vocación y medios de trabajo. De este modo, acaban transmitiendo a sus alumnos el ‘deseo’… y ya se sabe: el que quiere, puede. Nosotros podemos.

Enhorabuena muchachos