8.5.09

Ellen Cavalcante campeona en el Palacio de Deportes

Cristina Morales, Sub-Campeona, y Erick Bolaños, medalla de bronce


El pasado miércoles día 6 de mayo tuvimos una nueva jornada de éxito para nuestra Asociación de Yudocas y Deportistas de Acción Social (AYUDAS). Nuestras chicas del IES El Olivo dieron la talla y contamos con una nueva campeona de Madrid (Ctos. Escolares) que es Ellen Cavalcante. Además, Cristina Morales consiguió una meritoria medalla de plata en la misma final de este programa de Campeonatos Escolares que se celebró en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid. Por su parte, Erick acudió a recibir la medalla de bronce en una interminable ceremonia de premios, que duró más que la propia competición de yudo.



La ocasión de acudir a todo un Palacio de Deportes era estupenda, pese a lo intempestivo de la hora. Se había citado a los chicos en la puerta del IES Las Américas (Parla) para darles traslado en autocar. El de la zona sur fue el último autocar en llegar a las instalaciones y empezaron las prisas.



Minutos antes había habido una multitud de chavales concentrados en la entrada de la calle de Fuente del Berro originándose una masiva concentración de deportistas que pugnaba por acceder a las instalaciones deportivas. Menos mal que la calle estaba controlada por agentes de tráfico.



Cuando llegaron los parleños, con compañeros de zona sur, la entrada estaba más despejada. Quizás por ello había más control y se indicó que los muchachos y muchachas que habían acudido a recoger medallas de bronce (o los que acompañaban en calidad de espectadores) debían acceder a las instalaciones por otra puerta, para situarse en la grada. Nos pareció absurdo mandar a la grada a un deportista que había acudido a la cita a por su medalla, pero accedimos a acompañar al nutrido grupo a donde se nos había indicado. La sorpresa es que el agente de seguridad nos denegó el acceso. Tras ponerse en comunicación con alguien, a través de su pinganillo, nos volvió a enviar al mismo lugar de donde veníamos. Y, una vez de vuelta, una estúpida señorita sin ningún tipo de distintivo volvió a ponernos obstáculos y llegó a insinuar que habíamos mentido. Al final, a pesar de su bajo perfil cerebral comprendió que era absurdo lo que estaba haciendo y permitió el paso de los chicos. Para cuando, por fin conseguimos entrar, los chicos de tae-kuondo, con los que compartíamos jornada, ya habían acabado de repartir sus bolsas de ‘pic-nic’, con las que se había organizado la comida de los asistentes. En el otro lado, aún se repartían bocadillos de tortilla y zumitos (sin bolsa). Nos pusimos en la cola y, al poco, un organizador de la Federación de Tae-kuondo tuvo el generoso gesto de sugerirnos que pasásemos por su mesa a por la pitanza. En este caso se nos entregaron dos bocadillos (uno de queso y otro de fiambre de pavo) en lugar de uno. También había una botellita de agua y un zumo, así como una barrita de esas conocidas como ‘energéticas’. Creo que salimos ganando, pero hubo de dar cuenta de la comida a grandes bocados pues se había echado el tiempo encima y había que salir a la cancha.



Habría que añadir que la comida de los varios centenares de deportistas allí concentrados se realizó sobre el duro suelo de un oscuro pasillo (ni mesas ni sillas). También añadiría yo desde aquí, si pensaban dejar sin comer a los muchachos a los que se empeñaban en enviar a la grada, dado que era en el acceso que no nos dejaban franquear donde se procedía al reparto de las bolsas de la zampa.



Una vez en el interior… más de lo mismo. Y eso que se esperaba la inminente visita de los miembros del COI que deben examinar la candidatura Madrid 2016.



En todas las jornadas de competición de este programa de la Comunidad de Madrid se dirigió, con muy buen gusto y sentido, un calentamiento colectivo para todos los deportistas. Esta fue la única vez que no se hizo (un fallo).



La disposición de los tatamis era estética, pero el tapiz de la competición masculina estaba en un extremo de la cancha y el de la competición femenina estaba en la otra punta. Esto era un verdadero inconveniente para los entrenadores. Por cierto, que los entrenadores de tae-kuondo, siguen sentados al borde del tapiz, dirigiendo a sus pupilos y no pasa nada (y el tae-kuondo es deporte olímpico, que sepamos).



El graderío estaba prácticamente al descubierto. Claro que no es fácil llenar el Palacio de Deportes. Alguien debió de hacer un esfuerzo y se vio que algunas filas de asientos estaban ocupadas por ancianos ¡perdón! …que ahora se les llama ‘mayores’ (sustantivando lo que aún no ha dejado de ser un adverbio; comparativo, para mayor precisión). Destacaba el grupo de talludos espectadores pues todos iban provistos de camisetas con el logo de Madrid 2016: la famosa mano abierta. Esas mismas camisetas se repartieron entre os deportistas y adivinen… los chicos del autocar de la zona sur se quedaron sin ellas; cuando llegaron al reparto ya no quedaban (otro fallo).



Menos mal que en lo deportivo, la competencia se iba resolviendo con cierta diligencia. Serían os nervios o que haya diferente nivel de efectividad entre deportistas de unas zonas y otras, pero se marcaban mucho ipones. Esta es una ventaja frente al aburridísimo tae-kuondo de la coz contra la coz (¿Quién habrá sido el genio que ha metido esa danza de patadas o ensalada de coces en el programa olímpico?). Se empezaron a repartir medallas mientras aún seguían a patada limpia los esforzados taekuondistas o como carajo se llamen entre ellos. Cuando acababa alguna nueva categoría de los pateadores saltarines se suspendía la entrega de premios de yudo y se procedía a colgar las preseas a los sudorosos deportistas del deporte del peto. Con ello, la ceremonia de entrega de premios duró más (bastante más) que el desarrollo de la competición de yudo.



Al final de la intensa jornada nuestros muchachos llegaron a Parla a las 19:25 horas, dejando en el autocar a los compañeros de Pinto que aún tenían que acudir a la vecina localidad. Menos mal que en esta Final sólo se celebraba un encuentro por peso y categoría.



La imagen que se vio, desde dentro, no parece la más adecuada para avalar una candidatura olímpica. Demasiada improvisación, demasiada masificación, demasiada gente sin saber dónde ir o qué hacer. Demasiada demora en todo. Demasiado tiempo para tan poca cosa. En fin… falta de mesura.



También nos hemos acordado mucho de un tal López Viejo que en estos días anda acarajotado. No es para menos; el que fuera consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid, el mismo que tanto ahínco puso en organizar los Campeonatos Escolares (de los que celebramos la Final que se menciona en esta crónica) anda buscando pasta. La sospecha es que sabe donde encontrarla. Quizás por eso el juez que instruye el caso Gürtel le ha impuesto 750.000 euros de fianza a Don Alberto, al que tantas veces hemos visto relacionado con el yudo madrileño (¿lo estará tanto?) Son tiempos revueltos y los hay que tratan de atar cabos. El yudo es uno de los deportes incluidos en el programa de Campeonatos Escolares, un programa millonario que, según voces autorizadas, no parece acabar de dar los dividendos que debiera. Para no ir más lejos, en nuestro mundillo hay muchos propietarios de gimnasio (empresarios)que están que trinan con eso de que el instituto de la esquina ofrezca clases gratuitas de yudo. Por otra parte, ahora que están en guerra (comercial, entendemos) dos marcas tan conocidas como NKL y Tagoya, habría que reflexionar sobre la cantidad de yudoguis y tatamis (de esos conocidos como de ‘puzzle’) ha vendido al afortunada empresa adjudicataria. ¿Será de todo esto de lo que se habla cuando se mentan malversaciones, tratos de favor y otras fruslerías tan de nuestra España de ahora y de todos los tiempos, amén?



Se dice en prensa que el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, acusó a López Viejo de recibir sobornos por valor de 563.000 euros. Este ‘impuesto’ lo percibía a cambio de adjudicar a las empresas de Correa la mayoría de los actos institucionales en los que participaba la presidenta regional, Esperanza Aguirre.



Ahora queda enzarzarse en derechas e izquierdas y no llegar al fondo de la cuestión que es lo que suele pasar desde que los políticos se dieron cuenta de lo valiosos que son los medios de comunicación a la hora de intoxicar y llevar la atención a la otra esquina de la cuestión. Los yudocas deberíamos saber que hay que prestar la misma atención a la derecha que a la izquierda; que tan peligroso es un ataque por la derecha como por la izquierda. A ver si nos ponemos de una vez por todas de acuerdo y empezamos a exigir un poco más de claridad, por nuestro bien y el de nuestro querido deporte.




No hay comentarios:

Publicar un comentario