Cuando llega el momento de mejorar las técnicas que se van aprendiendo lo ideal es aplicarse a la práctica de uchi-komi. Lamentablemente, en algunas de nuestras clases acaba siendo una sesión de lo que hemos bautizado como ‘marikomi’ por la falta de energía o fuerza que ponen algunos.
Hay que tener en cuenta que las llaves de yudo hay que aprenderlas a base de repetirlas, como casi todo en esta vida. El bebé que empieza a andar hace uchikomi hasta aprender a mantener el equilibrio y conseguir andar… después correr. El niño que quiere montar en bicicleta empieza a hacer uchi-komi con
Pero la cosa no acaba ahí. Cuando un gran jugador de fútbol o tenis, por ejemplo, ya domina una técnica, también tiene que seguir practicando (haciendo uchi-komi). Nadal sigue haciendo uchi-komi de su saque, de su demoledor golpe natural con la zurda… Messi sigue haciendo uchi-komi lanzando penaltis o faltas con barrera. También los grandes yudocas tienen que hacer uchi-komi, hasta adquirir cierta maestría en una técnica y, después, siguen con los uchi-komi para no perder su eficacia, para tener a punto, siempre, sus llaves de yudo favoritas.
Aquí os dejamos un magnífico ejemplo del gran yudoca Huizinga. Fijaos, que, además, se trata de un fabuloso entrenamiento para estar en forma.
Totalmente de acuerdo, WLadi: A todos nos pasa que tenemos alumnos de los de "si sé cómo se hace"... Pero una cosa es saber cómo, y otra hacerlo con cierta destreza. Para eso se necesita el uchikomi.
ResponderEliminarUn saludo desde Judo San Fernando!