Nuestro campamento de yudo de maravilla. Tenemos un grupo estupendo de chiquillos con muchas ganas de aprender cosas y de ponerlas en práctica. Pese a lo heterogéneo del grupo (chicos, chicas, neófitos en el yudo, veteranos, pequeños de siete años recién cumplidos, mozalbetes de casi 14…) hemos cohesionado a los individuos y funcionamos como una especie de familia. No en vano convivimos a lo largo de tres horas y media durante cuatro días a la semana.
El otro día realizamos un taller de comunicación audiovisual, de manera que acabamos entrevistando a los niños. La sorpresa es que pese a que más de la mitad no practica yudo regularmente en nuestra escuela municipal, la gran mayoría confesó que era el yudo, precisamente, lo que más le estaba gustando. Nos congratulamos y felicitamos por la parte que nos toca y recordamos que también en septiembre habrá ocasión de acercarse a nuestra disciplina en los entrenamientos que ha ofertado la Delegación de Deportes del Ayuntamiento de Parla. (AQUÍ TENÉIS MÁS INFORMACIÓN).
En relación a los talleres, tenemos que reconocer, con algo de sorpresa, que están gustando mucho. Los ha habido para confeccionar una libreta que se llevaron a casa los muchachos y que sirve para tomar notas de todo cuanto va aconteciendo en el campamento. También tuvimos otro de papiroflexia que acabó con una estupenda exhibición de vuelo de aviones de papel. En otra ocasión David nos sorprendió a todos trayendo de su casa el material necesario para fabricar pelotas de malabares. Una vez con las pelotas finalizadas, David demostró su coordinación jugando con tres pelotas en el aire. Algunos le siguen a menudo para que acabe de enseñarles a practicar tan malabar ejercicio.
Otro caso sorprendente fue el de Paul. Tomó buena nota de cómo meter una foto en un ‘blog’, de cómo acceder a la página desde la que se carga información en uno de estos cuadernos de bitácora… tanto fue así que hoy presume de tener su propio ‘blog’. Asegura que cada día encuentra nuevas prestaciones y ahora está como loco por que vuelva su amigo y también yudoca de nuestra escuela, Alex, para enseñarle todo, grabar algunos videos y colgarlos en su página.
Todavía nos quedan tres semanas campamento y, sin embargo, ya hemos tenido una fiesta de despedida. Jaime se ha marchado esta segunda quincena de mes a la playa, con su familia. Además, coincidía que el pasado día 10 era su cumpleaños, por lo que decidimos organizar una fiesterilla. Los chicos lo pasaron en grande. Hubo aperitivos, refrescos y golosinas. Cantamos canciones de cumpleaños y, al final… acabamos chapuzándonos en la piscina.
En cuanto al ritmo de las clases de yudo hay que decir que va fenomenal. El grupo ha demostrado un interés impropio y eso se nota. Los que nunca antes habían practicado yudo están aprendiendo muchísimas cosas y los veteranos están dando un buen repaso a los fundamentos. Tenemos que volver a agradecer aquí la responsabilidad de estos ‘veteranos’ cada vez que monitorizan algún ejercicio con sus compañeros recién incorporados. Además, pese a que las clases se han organizado de manera que el esfuerzo sea mínimo, no deja de constituir un entrenamiento, por lo que podemos presumir que nuestros yudocas siguen creciendo y no tendrán que pasar por un período de ‘bienvenida’ tan acusado como el de otros cursos. A esto hay que sumar que podremos entrenar en septiembre, lo que nos hace mucha ilusión. Los entrenamientos de septiembre son promesa de una interesante temporada 1998 –
También tenemos que decir que todo lo hemos organizado en sesiones de demostración con concursos y juegos, de manera que hasta la tediosa tarea de aprender a caer constituye todo un juego como podéis ver en las imágenes en que se muestra a los niños practicando ukemi sobre grandes pelotas neumáticas.
Los que ya están de vacaciones
En otro orden de cosas, informamos de algunos casos de chavales que disfrutan ya de sus vacaciones. A ellos les recomendamos que aprovechen para estar mucho tiempo con sus abuelos y con sus padres si estos también disponen de vacaciones. Que hagan mucho ejercicio y que no dejen de leer, ni de sacar algún ratillo para los estudios.
También nos consta que algunos de nuestros jóvenes alumnos (adolescentes) se han puesto a trabajar aprovechando tanto tiempo libre. Les felicitamos, por ello, y, también por las excelentes calificaciones académicas que han obtenido la gran mayoría de nuestros alumnos.
Por otra parte, nos gusta preguntar a nuestros alumnos si salen los fines de semana a algún pueblo. Nos gusta saber si se van a veranear a la costa, a la montaña… Como sabíamos que José M. Sieiro suele pasar largas temporadas con su abuela en Casavieja, uno de estos fines de semana en que nos encontrábamos en Lanzahita nos decidimos a hacerle una visita. José Manuel se llevó una buena sorpresa al ver llegar en bicicleta a su ‘profe’. Se tomaron juntos una coca-cola y volvieron, luego, cada uno a sus cosas. Eso sí, Jose Manuel prometió esforzarse un poco con sus estudios y hacer algo más de ejercicio. De momento no había encontrado mucha ocasión para ello, pero tal vez la inesperada visita del ‘profe’ de yudo le haya inspirado un poco.
MÁS FOTOS DEL CAMPAMENTO:
MÁS VIDEOS:
'Fiesta de cumpleaños de Jaime'
'Aprendiendo Ukemi de manera divertida'
'Iniciación a técnicas tipo ura-nague o yoko-guruma'
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