Festival Infantil de Yudo Villa de Ajalvir

Teníamos atrasada la publicación de esta crónica sobre el Festival de Yudo de Ajalvir y, por fin os la dejamos aquí. El fin de curso ha sido intenso y nos ha tenido un poco líados. Pero todo lega a su fin y ahora estamos en el momento en que los estudiantes toman su descanso y las familias acaban de planificar sus vacaciones, si las tienen, y el verano, en tdo caso. Os recordamos que tenéis fenomenales imágenes de este XI Festival deAjalvir en los blogs de los maestros Rafael Ortega y Javier Linger. Los tenéis en los enlaces ('links') de yudo el segundo el tercero, en la columna de la izquierda. También os dejamos aquí el ENLACE directo al de Ortega y el ENLACE directo al de Linger

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Un año más nos dimos cita en Ajalvir, en el entrañable Festival Infantil de Yudo que viene a poner colofón a nuestro curso y que da pie a que nos reunamos amigos que tenemos el yudo como pasión. Es la ocasión perfecta de rendir homenaje a nuestros maestros Rafael Ortega y Purificación Polo que nos han transmitido esa pasión y nos han legado una forma de enseñar el yudo muy peculiar, así como un método (cosa que pocos profesores de yudo tienen).

El organizador, Javier Linger volvió a sorprender a propios y extraños con su capacidad de trabajo y riguroso control de los detalles. Además, es notable y notorio que le dedica a este Festival mucho tiempo y esfuerzo, pero no es menos cierto que ha sabido reunir un formidable equipo al que hay que empezar a señalar. La población de Ajalvir se vuelca con este evento deportivo que viene a constituir ‘algo diferente’, mientras otros pueblos de similares características luchan porque su equipo de fútbol ascienda a 1ª Regional, por ejemplo. El Festival de Ajalvir reunió a cerca de medio millar de yudocas, sólo por la mañana, porque por la tarde la ‘Villa del Yudo’, volvió a acoger otro evento de gran magnitud como el Trofeo Nacional de la Amistad. Pero ya hablaremos de ello; vayamos por partes.

A pesar del ‘puente’ y del calor la respuesta por parte de yudocas y familiares fue completa. Sólo, quizás, el lunar de los yudocas del colegio Ciudad de Guadalajara que tuvieron la única representación de los hermanos Ibáñez Azen, que son de los que no faltan a nuestras actividades, así como así. Les estamos enormemente agradecidos. También comprendemos a los que no pudieron asistir. Las clases de yudo acabaron un par de semanas atrás, Ajalvir está lejos y… la abuela fuma. Comprendemos todo, pero nos permitieran que agradezcamos de todo corazón a los que respaldan nuestras iniciativas con su presencia. No se hacen una idea de lo importante que es para nosotros y de lo mucho que colma nuestros esfuerzos.

Doce horas de yudo

Lo cierto es que habíamos planteado nuestra presencia en el Festival de Ajalvir como una parte de un todo. Sabíamos que por la tarde continuaríamos con el yudogui puesto y decidimos convocar a nuestros chicos con estas intenciones. De esta manera, algunos, tras participar con su grupo, permanecían en las instalaciones a la espera de acudir juntos a la piscina y al merendero. Entre tanto, según finalizaban su actuación los cadetes y mangas azules, optaban por salir a dar un paseo por Ajalvir o echar un mano con los compañeros menores.

Como ya es costumbre, las demostraciones de los muchachos se salpimentaron con otras de mucho mérito por parte de los adultos de la Escuela de Yudo Municipal de Ajalvir, por parte de alumnos de Yudo Total R. Ortega y con sorteos de regalos. Ni la crisis ha podido con Linger que, como los grandes, volvió a conseguir éxito donde otros fracasan. Se sortearon mochilas, yudoguis, vales para material óptico, cursos de defensa personal, lotes de material deportivo y hasta tablas de ‘windsurf’ para la playa.

Entre las exhibiciones las hubo de katas, como otros años, siempre muy aplaudidas. Pero en esta undécima edición del Festival de Ajalvir destacó la actuación de dos veteranos de la talla de Ángel Oteo y Ángel Grau. Nuestros queridos Angelito y Angelote hicieron las delicias de los chicos e impresionaron a sus padres al realizar una sencilla pero espectacular demostración de cómo entrenan dos competidores de élite. No hay que olvidar que ambos yudocas saben lo que es subir al podio para recoger medalla en Campeonatos de España.

Respaldo institucional

Tras la celebración de estos Festivales de yudo infantil solemos dar las gracias a Javier Linger por su impecable organización, a Rafael y Puri por haber sembrado la semilla y no haber dejado jamás de regarla y de cuidar la planta (el jardín hoy día). También agradecemos a los voluntarios su ayuda, que, por cierto, va en aumento año tras año. Pero no queremos de dejar constancia del respaldo que siempre brinda al yudo el Consistorio ajalvireño.

Tras once años de vida del evento, no ha importado que el Consistorio lo conformen unos grupos políticos u otros. Javier Linger siempre ha contado con el respaldo del alcalde de turno. Claro que en estos momentos aún lo tiene más fácil. El actual regidor, D. Antonio Martín Méndez Estuvo en las clases que imparte Linger, como un alumno más. No es de extrañar que el alcalde apoye con tanta firmeza nuestro deporte… ¡es yudoca!

El comentario nos sirve para ilustrar el agradecimiento de todo el colectivo de yudocas y no deja de ser una anécdota simpática. Una pizca de envidia sí que nos da, pero claro, seamos serios. Se imaginan lo que podría pasar si el alcalde de otro municipio como el de Getafe (por poner un ejemplo) acudiese a las clases de yudo municipales. Puede que las clases cobrasen inusitado dinamismo, sobre todo a la hora de hacer randori.

Acabar y continuar

El horario del Festival se cumplió con escrupuloso celo y, al finalizar, llegaron las fotos y las despedidas (de algunos). Como ya hemos adelantado, no todos se marcharon de Ajalvir que debería empezar a llamarse Ajudolvir. En concreto, el grueso de la expedición parleña pasó a la piscina tras negociar el precio de la entrada con alguna anécdota de por medio. No sabíamos que fuera tan cara para los no censados y, una vez más, hay que agradecer la mediación del alcalde que nos sacó de un apuro y, sobre todo, de un sofoco.

Pero esta ya es otra historia pues pertenece a la jornada de tarde que, bien mirado, forma parte de nuestra crónica del Trofeo Nacional de la Amistad que tendréis muy pronto en este mismo YUDIARIO.

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