23.8.08

El yudo y el estudio


En la categoría femenina de menos de 48 kilogramos saltó la sorpresa en los recién celebrados Juegos Olímpicos de Pekín (Beijing). La argentina Paula Pareto consiguió colgarse la medalla de bronce, recogiendo el premio de su tesón y trabajo. Pero, traemos al YUDIARIO el caso de esta pequeña-gran yudoca por sus palabras recién llegada a su país, tras su enorme éxito. El diario HOY, en su edición digital de La Plata del pasado sábado 23 de agosto, titulaba la información relativa a esta yudoca: “No dejaría de estudiar para dedicarme al yudo”.

Ahora que nos acercamos al mes de septiembre (el de los ‘malos’ estudiantes) recordamos a todos nuestros yudocas y, en especial, a los estudiantes, que el yudo es, en esa etapa de sus vidas, un maravilloso complemento. También les aconsejamos, si se nos permite, que nunca dejen del todo de lado sus estudios, ni siquiera por el yudo; que grandes yudocas también fueron grandes estudiantes y que en el mundo del yudo abundan las gentes cultas y estudiosas.

Para animar a los que en septiembre se habrán de enfrentar a exámenes de asignaturas que se han complicado adjuntamos la información de la pequeña yudoca argentinita, que ha demostrado que se puede ser una gran yudoca, rodeada de muchas dificultades y sin dejar de estudiar.

“No dejaría de estudiar para dedicarme al yudo”

Por Martín Cruz Cabrera

No fue como la recepción que tuvo el plantel argentino de fútbol ras de México 86, tampoco las llegadas de Boca tras ganar copas de América y del Mundo, pero casi, casi... Ayer por la mañana la yudoca Paula Pareto, la medalla de bronce argentina (hasta su llegada la única del país), puso sus pies en Ezeiza y decenas de amigos, curiosos y periodistas fueron a recibirla.

Entre los presentes estuvieron sus compañeros de Estudiantes, que no dudaron en llevar camisetas y banderas. “Le agradezco mucho al club, porque me dio un empujón importante para que yo pudiera lograr esto”, dijo entre besos y abrazos.

Tan pronto arribó al sector del aeropuerto de Ezeiza acondicionado para darle la “bienvenida a los atletas olímpicos”, tal cual se lee en una de las paredes, Pareto se unió en un abrazo con su madre, Mirta. Y explotó en un llanto que emocionó a todos.

“Esto es mucho más de lo que esperaba. Imagínense que antes de viajar pensaba en dedicarle más tiempo al estudio que al yudo, pero ahora no sé qué va a pasar”, dijo la joven. La yudoca argentina vive en San Fernando, estudia Medicina en la UBA y viaja dos veces por semana hasta La Plata para poder entrenarse en Estudiantes.

“Eso sí, no pienso dejar de estudiar. Nunca se me pasó por la cabeza dedicarme sólo al yudo. No creo que sea bueno para nadie dedicarse solamente a una actividad”, agregó la jovencita que ahora espera el apoyo de la secretaría de Deportes.

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