Ahora que estamos inmersos en plena competición balompédica, entre selecciones europeas, parece venir que ni pintada esta noticia que os entresacamos de nuestros buceos por La Red. Resulta que el grandísimo Pelé, también practicó yudo. No es el primer caso de un jugador que destaca en el deporte rey y que resulta se ha formado con nuestro deporte –mucho más completo, dicho sea de paso-. Ya habíamos oído que Oli, Unanua y otros eran, además de conocidos jugadores de fútbol, cinturones negros de yudo. En el caso del portero del Alicante, cuenta con la ventaja de que su padre, fue, además, campeón de España.
También sabíamos de buena tinta que el portero Santiago Cañizares es cinturón negro de yudo. O sabemos por haberle visto con el yudogui puesto y por haber tenido el honor de haber servido de uke cuando su padre, el siempre entrañable Pepe Cañizares, consiguió el primer dan.
Además, nos habían dicho que el mismísimo Zidane había tomado lecciones de yudo antes de despuntar como la gran figura del fútbol que luego resultó ser. Pero ahora hemos encontrado que el más grande de todos, también se formó deportivamente con el yudo. Es decir que ‘o rei’ también se sirvió del auténtico deporte rey –el yudo- para alcanzar las cimas que le llevaron a ser considerado el mejor de todos los tiempos (en los suyo).
A continuación os incluimos el extracto de la noticia publicada en EL PAIS digital por Cayetano Ros este mismo domingo. Al final también tenéis enlaces a dos noticias en que se habla del yudoca Unanua y del concesión del 2º Dan a Santiago Cañizares.
"Pelé pertenece a la tercera generación de hombres libres en un país en el que la esclavitud fue abolida en 1888. Buceando en su árbol genealógico, los periodistas no se ponen de acuerdo sobre si su familia procede de Angola o de Nigeria. Pelé disfrutó de un padre excepcional. Dondinho, un delantero centro de poco éxito, que cuando pilló a su hijo adolescente fumando no le echó la bronca, sino que le advirtió: "No te conviene fumar si quieres ser futbolista profesional, pero si lo haces, aquí tienes dinero para comprar tabaco. No vayas pidiendo por ahí". Dondinho no sólo le enseñó la técnica, sino cómo comportarse dentro del campo. Moviendo los hombros a derecha o izquierda, podía dejar tirados a los defensas sin alterar el curso del balón. Su padre fue un número 9. A él le gustaba arrancar de más atrás, como número 10. Sería un centrocampista de ataque. Pese a ser pequeñito, era fuerte e iba muy bien de cabeza. Siempre tuvo una habilidad para anticipar lo que iba a pasar. Ni que decir que siempre fue un perfeccionista. El Santos tenía un gimnasio y en él aprendió yudo, que le sería útil para caer y saltar. Después, siendo yudoca ganó equilibrio. Nunca caía tras driblar a los defensas. "Dondinho y su madre, doña Celeste le dieron muy buena educación", evoca Pepe.
Unanua cambió el yudo por el fútbol a los 18 años
Santiago Cañizares Ruizgalardonado con el Cinturón Negro 2º DAN Honorífico
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